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ONU alerta sobre riesgos para Venezuela por falta de gasolina
En un informe la organización reveló que no existe ni siquiera un plan de abastecimiento especial que les permita seguir llevando alimentos y medicinas a zonas vulnerables

La escasez de gasolina en Venezuela es seguida cada vez más de cerca por agencias que prestan auxilio humanitario en el país. La generalización de las fallas en el surtido del combustible fueron expuestas, como un riesgo para la población, en la reciente actualización del Plan Intersectorial de Preparación y Respuesta al COVID-19 en Venezuela. El reporte fue elaborado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para actualizar la evolución de sus planes de ayuda.

El programa articula los esfuerzos de las misiones de la ONU frente a la contingencia por la pandemia del coronavirus. En el apartado Análisis de riesgos, se enumeran las dificultades que conlleva para los más vulnerables la falta de combustible. Además, se enfatiza que es un obstáculo adicional a las restricciones para mitigar la transmisión del virus.

“Parte de la población enfrenta dificultades para acceder a los servicios de atención de la salud debido a varios factores, como la escasa cobertura del transporte, la falta de combustible y la falta de recursos económicos. Estas circunstancias afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables y aisladas. Incluidos los ancianos, los niños en situación de riesgo, las personas con discapacidad y las comunidades indígenas”, detalla el informe.

La contención del SARS-COV-2 en territorio venezolano abarca desde reducción de la movilidad hasta toque de queda en zonas de gran propagación. Las medidas se decretaron el pasado 15 de marzo. Sin embargo, las irregularidades en la distribución de gasolina acumulan más de tres años en algunas regiones. La deficiencia se generalizó a la par pandemia.

Más obstáculos

La ONU señaló que el problema impide la labor humanitaria. Esta limitación aumenta los obstáculos que comprometen la capacidad de respuesta, pese a la llegada de insumos. Es decir, pese a que el gobierno de Nicolás Maduro agradeció la llegada de suministros, estos no se han podido entregar de forma oportuna. Desde 2018 el organismo aumentó su despliegue en el país para atender a poblaciones con necesidades alimentarias y de salud.

“Entre las limitaciones de la respuesta humanitaria figuran la falta de financiación, la limitada capacidad operacional, la ausencia de un mecanismo de registro para las organizaciones no gubernamentales internacionales y la ausencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Otros problemas para el acceso humanitario son las dificultades de acceso al combustible. La movilidad en el contexto de la ‘cuarentena social’ y, en algunas zonas, por razones de seguridad (como en las zonas fronterizas o mineras)”, precisaron.

Ante esto, el organismo insistió en la necesidad de flexibilizar las sanciones que pesan sobre la industria petrolera venezolana. Así, según lo expuesto, mejoraría el acceso a importaciones. Se refirieron a exhortos similares de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Michelle Bachellet suscribió tres informes acerca de la situación venezolana. En todos pidió mejorar las condiciones en las que los organismos de asistencia hacen su trabajo.

“En el contexto venezolano es particularmente importante aumentar las posibilidades de importar combustible y/o diluyentes para su producción, a fin de aliviar la escasez de gasolina como un obstáculo importante para el acceso humanitario. La Alta Comisionada también señaló que los países objeto de sanciones debían adoptar medidas que ofrecieran a las organizaciones nacionales e internacionales las garantías necesarias para llevar a cabo sus actividades humanitarias sin injerencias”, reiteraron.

 

Por la trocha

El retorno de emigrantes venezolanos desde naciones de la comunidad andina fue otro de los puntos que abordó el informe. El organismo urgió implementar medidas sanitarias adecuadas y un alojamiento temporal seguro a las miles de personas, incluidos niños, que abandonaron los países de acogida por el deterioro de las condiciones, resultado de la crisis global por el COVID-19.

“El regreso de venezolanos de Colombia, Ecuador, Perú y otros países desde mediados de marzo requiere una consideración especial para asegurar la implementación adecuada de medidas sanitarias, incluyendo la vigilancia epidemiológica del COVID-19 durante al menos 15 días y, cuando sea necesario, el suministro de un alojamiento temporal seguro y adecuado”, solicitaron.

La institución reveló que el Estado venezolano pidió una ayuda adicional para atender a los venezolanos en la frontera. La petición de asistencia abarca a las cárceles, de acuerdo con una solicitud enviada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Con esto la ONU aumentaría su presencia en el país y se convertiría en el organismo con mayor participación en el abordaje de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela.

“Los gobiernos nacional y estatal han solicitado asistencia para atender las necesidades de esta población y han designado instalaciones como centros de alojamiento temporal. El 7 de abril, el Ministerio del Poder Popular para Asuntos Exteriores presentó una solicitud oficial de asistencia al Coordinador Residente y Coordinador de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas para apoyar la respuesta”, señalaron.

Población venezolana en Perú creció al menos un 11.600 % desde 2015

LA POBLACIÓN VENEZOLANA EN PERÚ AUMENTÓ más de 11.600% en dos años y medio. Desde 2015 a Perú han ingresado entre 3.768 y 441.000 personas, indicó el Ministerio del Interior peruano.

Mauro Medina, ministro del Interior, explicó que en las cifras no están reflejados los venezolanos que pidieron refugio al Ministerio de Relaciones Exteriore o que ingresaron ilegalmente al país.

En 2015 Perú tuvo a 3.768 venezolanos, en 2016 a 12.136 y después 109.783 en 2017.

Medina señaló que la Policía Nacional del Perú detuvo a 337 venezolanos este año por diversos delitos, que 106 venezolanos están detenidos en distintas cárceles peruanas y que 27 tienen órdenes de captura.

El flujo de venezolanos que llegan a Perú diariamente se redujo de 3.500 a 1.300 desde finales de agosto, indicó este fin de semana por la Superintendencia Nacional de Migraciones.

Los venezolanos tienen hasta el 31 de octubre para solicitar a Migraciones el Permiso Temporal de Permanencia, el documento que les permite residir de manera legal en el país, optar a trabajos formales y estudiar.

Más de 94.000 venezolanos establecidos en Perú ya disponen del documento, mientras que otros 110.000 están en trámite y otros 130.000 en lista de espera para presentar su solicitud a Migraciones,

Perú es el segundo país que más inmigrantes venezolanos ha recibido en el último año, por detrás de Colombia, donde hay casi un millón.

Desde la solidaridad, por Roberto Patiño

 

El modelo del régimen, más allá de lo ideológico, plantea que los intereses del grupo en el poder se sobreponen por encima de los del país y sus habitantes. Las privaciones y penurias que sufre la población están ligadas a esta visión de las cosas. Una visión de relaciones que se establecen desde lo clientelar, la imposición violenta, la dependencia y el sometimiento. Los padecimientos de la mayoría pueden incluso aprovecharse inescrupulosamente, a través de planes como los CLAP y el Carnet de la Patria.

Los derechos humanos y constitucionales son violentados y se supeditan a las necesidades y designios del régimen. El Estado no puede prestar servicios básicos, ni las instituciones públicas cumplir con sus funciones, coaptados por un régimen que prioriza su sostenimiento por encima de todo lo demás.  

Esto se expresa a todo nivel: en las emergencias alimentarias y de medicamentos, en el colapso de servicios básicos de agua, electricidad o gas, en la crisis de educación o de seguridad, en las condiciones fraudulentas en las que se encuentra el sistema electoral.

Se genera así un país fragmentado, de sectores enfrentados entre sí, violento, y hostil, en el que se imposibilita la coexistencia en un marco de equilibrio y bienestar. Por el contrario, se establece un régimen de opresión injusto, en el que el otro debe ser sometido o anulado desde el poder.

Un país de víctimas y victimarios.

Esto se ha vuelto evidente para Venezuela y el mundo. La VIII Cumbre de las Américas que acaba de realizarse, ha finalizado con un contundente pronunciamiento de los países convocados, que alerta acerca de las enormes dimensiones de nuestra crisis y hace un llamado al régimen de Nicolás Maduro a reconocer la emergencia humanitaria y atenderla.

Para liderazgo político y social venezolano romper con este modelo y contrarrestar el proceso de colapso y caos que produce, es nuestra tarea fundamental. Es también el reto más importante de nuestra sociedad, en orden de poder generar condiciones que permitan su desarrollo y bienestar.

La base para este cambio reside en las personas, en la gente. Las personas son el capital político y social más importante. Son, a la vez, la fuente y el destinatario de las energías del cambio.  

La articulación conjunta de los diferentes actores sociales y el encuentro de los diversos sectores del país alrededor de necesidades y aspiraciones comunes, son los primeros objetivos que deben alcanzarse para enfrentar, no solo al régimen y su modelo, sino para también acometer el proceso urgente de rescate del país.

Contraponerse al modelo de miseria, sometimiento y violencia del grupo en el poder, significa pensar y ejecutar lo político y social desde la solidaridad, el reconocimiento y la convivencia.

En Alimenta la Solidaridad, estos valores se materializan en un promedio mensual de 20.60 almuerzos que alimentan a 1.030 niños en 10 comedores distribuidos en el municipio Libertador y comunidades en Caracas.  Pero, tan importante como lograr un esfuerzo de alivio a la terrible emergencia del hambre, es también el producir el encuentro de comunidades, voluntarios, grupos particulares y benefactores.

Encontrarnos, reconocernos y superar las más grandes dificultades desde la solidaridad.

Avanzamos en un momento crucial de nuestra vida como país. Debemos enfrentar a un régimen antidemocrático y los embates de la mayor crisis de nuestra historia. Vivimos y viviremos, momentos dolorosos, complejos y difíciles.

Es nuestra creencia que la guía y el motor que deben impulsarnos en esos momentos está en la gente. No como objeto de caridad o de oportunismo egoísta, sino como apoyo, como vínculo, como fuente de fuerza y aliento.

No importarán la escala de los problemas que encontremos o los golpes que podamos sufrir en el camino, porque por sobre ellos podremos imponernos desde el encuentro y la solidaridad. Allí están las bases reales de nuestra esperanza de cambio.

 

@RobertoPatino

Alertan sobre aumento de venezolanos que delinquen en Colombia

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El arribo constante de venezolanos a Cúcuta, en Colombia, no solo ha causado un crecimiento poblacional en zonas fronterizas con Venezuela, sino que también ha conllevado a un aumento de delitos a mano de los ciudadanos extranjeros, según organizaciones privadas.

Los venezolanos representan 10% de las 3.500 aprehensiones realizadas en lo que va de 2017. Con una crisis fronteriza sin resolver y un flujo diario de 35.000 personas por los tres pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela ubicados en esta región del país, como constantes, el grosor de esta alarmante cifra se puede dimensionar si se compara con los reportes de los años anteriores.

En 2015, cuando se inició este quiebre en la estabilidad de la línea divisoria, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) realizó apenas 57 capturas de ciudadanos extranjeros, especialmente venezolanos. Un año después, esta cifra sufrió una importante variación al aumentar a 235 detenidos, casi 178 personas más que el periodo anterior.

Pero, al cierre de 2017, este indicador romperá niveles históricos porque aumentará en más de un 100 por ciento, dadas las 425 capturas de extranjeros que se han reportado hasta el mes de octubre. La cifra no para de crecer en una escandalosa proporcionalidad que tiene desbordada la capacidad institucional de la Fuerza Pública.

Según la Mecuc, los delitos que encabezan este prontuario criminal de la población migrante son el hurto a persona y el porte ilegal de armas. Estos delincuentes estarían operando principalmente en el sector de La Parada, municipio de Villa del Rosario (Norte de Santander), que colinda con la población venezolana de San Antonio.

“Este aumento corresponde a la situación que actualmente vive el hermano país de Venezuela”, explicó el coronel Javier Barrera, comandante de la Mecuc.

Para algunas organizaciones defensoras de derechos humanos, como la Fundación Progresar, la explicación esgrimida por la Policía para entender este panorama delictivo no corresponde a la realidad, pues se cree que el crimen mutó en este territorio binacional, donde grandes poderes mafiosos han aprovechado los vacíos institucionales para instaurar un orden a punta de sangre y fuego, que blinde el ‘engorde’ de sus oscuras rentas.

Aunque no se ha podido establecer un nexo de causalidad entre el aumento del crimen a manos de venezolanos y la operación de estos grupos armados, las organizaciones sociales sí han documentado participación de población migrante en las actividades delictivas de estas poderosas estructuras, que se disputan los 143 kilómetros de rutas ilegales por donde circulan el narcotráfico y el contrabando.

“Como nuestra economía es desafortunadamente parasitaria, depende de lo que ocurra en Venezuela, y esto puede incidir en el aumento de los niveles de inseguridad; sin embargo, el crimen que opera en zona de frontera es trasnacional, lo cual significa que el delincuente llega donde hay condición. Cúcuta es una ciudad que brinda las condiciones para que estos criminales operen sin consecuencia alguna”, explicó Wilfredo Cañizares, de Progresar.

La otra preocupación de las autoridades, derivada del alarmante reporte de detenidos, radica en la reaparición de algunas conductas criminales que reviven la época de la violencia paramilitar en Cúcuta.

Un ejemplo es la práctica del secuestro y la desaparición. En 2015 y 2016, la cifra de capturados por plagios se encontraba en ceros. Pero, durante este año, han sido cuatro los detenidos por privar de la libertad a colombianos, con fines extorsivos.

Los procedimientos fueron realizados en Villa del Rosario, sector La Playita, donde uniformados de la Policía allanaron una residencia. Allí, dos venezolanos tenían secuestrado a un connacional, por quien pedían dinero para su liberación.

Van más de 50 días protestando: ¿dónde estamos y hacia dónde debemos ir?

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Ya han pasado más de cincuenta días desde que empezaron las protestas en toda Venezuela en rechazo al régimen madurista. Los venezolanos han tomado conciencia de la instauración de la dictadura y se han producido marchas multitudinarias que exigen el cambio para salir de la crisis y el modelo nefasto de gobierno, demandando la vuelta a las vías democráticas. Para todos es evidente la inviabilidad de un gobierno que busca someter a más de un 80 % de la población que lo adversa  a un proyecto país de bolsas CLAPs, OLP asesinas y carnets de la patria, en medio de una tragedia social y económica de proporciones inéditas.

El régimen se atornilla al poder sin apoyo popular, en alianza con una cúpula militar. Despliega una escalada de violencia sin precedente en ningún gobierno contemporáneo de nuestra historia, agravado por la activación de  grupos paramilitares contra la población. Son constantes las violaciones a  los derechos humanos: nunca se había visto en Venezuela tal catálogo de torturas como los cometidos por este régimen en este corto tiempo. Se están produciendo persecuciones políticas y juicios militares a civiles, con planes como el Zamora o la operación Tun Tun, que reproducen las peores acciones de dictaduras de las décadas de los 60 y 70 en el Centroamérica y el cono sur.

La protesta y la manifestación, vías legítimas de expresión popular, han sido implementadas en todo el país. Han mostrado de manera rotunda y clara el descontento y el rechazo al régimen. Pero también han sido la dolorosa expresión de un sacrificio: más de 50venezolanos han sido asesinados durante las manifestaciones, además de cientos de heridos y detenidos. Este sacrificio es muestra de la crueldad del régimen, de su avidez por el poder, y señalan el riesgo y peligro cierto al que nos enfrentamos.

Luego de 50 días en la calle, se impone un momento de reflexión que considere esta realidad. No para llamar al desánimo y la desesperanza sino para generar nuevas objetivos, estrategias y formas de participación que aseguren  la continuidad de la protesta y el logro de las condiciones para la salida del régimen de Nicolás Maduro.

Es nuestra creencia que para esta nueva etapa debe n fijarse dos objetivos principales:

Movilizar a una amplia base: El rechazo a la dictadura debe ser un movimiento que convoque a todo el país.  Debemos encontrar puntos de coincidencia y de reconocimiento que unifiquen a las distintas realidades nacionales afectadas por la crisis. Ir al encuentro y movilizar en torno a una visión solidaria e incluyente de la Venezuela que viene.   Es prioritario generar asambleas populares, encuentros y la activación de canales de comunicación que vinculen, a unos con otros, individuos, comunidades, organizaciones, gremios y demás actores sociales.

Provocar tomas de conciencia dentro del poder: Es necesario que se produzcan quiebres dentro de la estructura de poder que posibiliten el cambio. Desde la protesta deben generarse mensajes de toma de conciencia, humanización del otro y reflexión a los sectores del ámbito militar y público, así como visibilizar desacuerdos, divergencias que se produzcan, y establecer puntos de contacto con quienes expresen públicamente la disidencia al proyecto dictatorial.

Para el logro de estas metas  proponemos enfocarnos en:

Diversificar la protesta: es necesario generar un número mayor de opciones que disminuyan el peligro de la participación y reduzca las posibilidades de violencia, amplíe el alcance e impacto de la protesta y  puedan reproducirse en la mayor cantidad de contextos. Esto va desde el ejercicio de formas alternativas de protesta (volanteo, repartición de impresos, intervenciones a espacios públicos, eventos de corta duración, creación de canales de información) al establecimiento de redes de apoyo a las marchas (transporte, opciones de resguardo, sistemas de información de rutas y alertas, dotación de insumos, asistencia médica).  

Ruptura del cerco comunicacional: el control de medios y la censura del régimen genera una enorme desinformación, y la presencia de un único discurso, propagandístico, divisivo y fraudulento. En nuestro trabajo en las comunidades hemos visto cómo esta desinformación y censura criminaliza la protesta y condiciona negativamente la participación. Deben estimularse la creación de redes populares y la difusión de mensajes en medios digitales y analógicos, que permitan el conocimiento de la situación y el acceso libre a la información.

La continuidad y el éxito de la protesta son vitales para el país.  Detener las manifestaciones y el reclamo significaría la acentuación del sometimiento. La permanencia en el poder de régimen va a acentuar una situación de crisis que, solo en lo que se refiere a la emergencia alimentaria, ya está rayando en la hambruna.

Frente a la pesadilla de una Venezuela sometida, rota y en guerra perenne del régimen de Maduro debemos hacer que prevalezca la Venezuela de democracia, reencuentro y convivencia que pedimos todos los venezolanos.

 

@RobertoPatino

Docencia social y escenarios sorpresa, por Ángel Oropeza

ColasAP

 

Una vez que el gobierno decide suspender el referéndum revocatorio y cualquier válvula de escape electoral a la crisis, ¿qué cree que puede o debe hacer usted ahora?

La pregunta la hicimos en un estudio nacional que acaba de realizar la UCAB como parte de una investigación sobre actitudes de los venezolanos hacia su país y su realidad política. Las respuestas obtenidas obligan a una necesaria reflexión: 24,4% de los encuestados cree que no pueden hacer nada; 20,2% opinan que lo mejor es seguir las instrucciones de la MUD sobre lo que hay que hacer; 23,4% afirma que se dedicará ahora a sus cosas personales, y 25,3% no sabe o prefiere no contestar. Hay además 2 porcentajes marginales de respuestas: 5,2% que dice estar dispuesto a ir a la calle a enfrentar al gobierno y no moverse de allí hasta que Maduro se vaya, y un escuálido 1,5% que piensa celebrar porque el gobierno sigue mandando.

Si bien es importante que uno de cada cinco venezolanos está a la espera de directrices por parte del liderazgo democrático sobre qué hacer ahora, proporción de suyo bastante aceptable, no deja de llamar la atención que tres de cada cuatro, frente al escenario actual, no tengan respuestas, crean que no pueden hacer nada o piensen ingenuamente que pueden escapar de él escondiéndose en sus propios asuntos.

La investigación además arrojó, entre otros, 2 datos que merecen ser resaltados. Por una parte, ya alcanza a 93% la población que opina que su país está mal o muy mal. Pero además, un altísimo 78% piensa que ellos y su familia, en lo personal, también lo están. Hay que recordar que este dato sobre percepción de malestar propio se ha encontrado en la literatura sobre crisis sociales como un indicador peligroso de conductas antinormativas y violentas. Y si bien nadie ha podido nunca predecir eso que llaman “explosiones sociales”, dada la multicausalidad de factores que concurren en su aparición, lo cierto es que en nuestro país se está jugando a acumular mucha paja seca cerca de la chimenea.

Un venezolano así, que cree que su país está mal pero él también, y al que le cierran las válvulas para escapar de la crisis, se vuelve conductualmente un acertijo. ¿Cómo podría reaccionar si su situación de deterioro continúa, como es seguro que ocurra, y no se le abren opciones?

Al menos dos escenarios son posibles. Uno, que la desesperanza termine por agotar su capacidad de lucha y resistencia, y dé paso al acostumbramiento y la resignación ante lo que termina por considerar inevitable y superior a sus fuerzas. Este escenario, si bien es posible, no parece tan probable en el corto plazo, dadas las altas cifras de conflictividad social que se mantienen, retando incluso la tendencia histórica a disminuir en los últimos dos meses del año.

El otro escenario es la adopción de conductas anárquicas y violentas por parte de sectores de la población, como reacción desesperada y catártica ante la invisibilidad de opciones para superar su desamparo y su calvario. El riesgo de este tipo de respuestas, especialmente cuando ocurren de manera desordenada y sin norte, es que terminan en contra de la propia gente, y justificando la represión del gobernante y su eventual fortalecimiento.

Por supuesto, existe un tercer y deseable escenario, en el cual el descontento y la presión popular se conjuguen con el resto de las modalidades de la lucha política para que su efecto se potencie en términos de utilidad y fuerza. Pero recordemos que, de acuerdo con lo encontrado, tres de cada cuatro de los venezolanos no sabe muy bien qué es lo que habría que hacer para superar la crisis, y mucho menos cree que él pueda hacer algo.

Frente a este venezolano sufriente y confuso, es entonces prioritario asumir una estrategia apremiante de docencia social para darle direccionalidad política a este descontento, ofrecer una hoja de ruta creíble para la lucha con sentido, y tratar de canalizar la rabia para que no se devuelva contra la propia gente. Este es el reto más urgente de quienes no quieren jugar a escenarios sorpresa.

@AngelOropeza182

El Nacional 

 

Henrique Capriles decretó emergencia alimentaria en Miranda

capriles

“Según una encuesta, actualmente el 17,2% de las personas hurgan entre la basura para poder alimentarse. Estamos en una situación de emergencia”, así lo dio a conocer el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, este lunes cuando promulgó un Decreto de Crisis Alimentaria en toda la geografía regional.

Detalló que de acuerdo con un estudio reciente, 77,5% de la población se ha acostado a dormir con hambre por falta de alimentos, solo 41,2% de los venezolanos cumplen con las tres comidas diarias, mientras que un 85,3% siente temor de quedarse sin alimentos en su hogar.

Capriles también resaltó que dado los índices de escasez y desabastecimiento,  62,9% ha tenido que ausentarse de su lugar de trabajo para adquirir productos alimenticios. Otro dato resaltante es que sólo 10,7% de la población ha tenido acceso a las bolsas que se entregan a través de los CLAP.

Informó que con el Decreto emitido este lunes, se destinarán recursos para la operatividad de cocinas y comedores escolares, invertir las recaudaciones de la Superintendencia de Administración Tributaria del estado Miranda (Satmir) en abastecer al Programa de Alimentación Escolar (MiPae). Además de organizar mercados para expender proteínas e impulsar planes para la producción y procesamientos de rubros alimentarios.

“A través de Satmir tenemos un ingreso entre 2 y 3%, eso irá destinado al programa de alimentación escolar. No podemos dejar que cierre Mipae. Los más vulnerables son nuestros niños, y según una encuesta que hicimos durante julio y agosto, 50% se va a la cama con hambre, es decir, la mitad, y casi un tercio, la única comida que hace al día es en su escuela. Mipae atiende a 102 mil estudiantes mirandinos. Gente que quiera ayudarnos y darnos donaciones, bienvenido sea. Pido a los directores educativos que soliciten ayuda a los comercios”, refirió.

Desde la escuela Eleazar López Contreras del municipio Sucre, el mandatario regional anunció que próximamente se entregarán 100 mil textos escolares de lenguaje y matemática, 90 mil kits escolares y 4 mil chemises, y acotó que se mantienen activas 26 rutas escolares.

Recursos sin llegar

Este lunes, el Gobernador de Miranda aseveró que los recursos destinados al ajuste del salario mínimo de los trabajadores y el incremento del bono de alimentación, no han sido transferidos a las arcas de la entidad. “Con eso no me hacen daño a mí, sino a nuestros servidores público y sus familias. Si en las próximas horas no hay respuesta iremos a la calle a buscarla. Además, exigimos que se incluyan los maestros regionales y municipales en el aumento 50% decretado para docentes nacionales. Aquí no pueden haber profesores de primera ni de segunda”, expresó.

Son lo mismo, por Gonzalo Himiob Santomé

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Trump es al partido republicano lo que Chávez y Maduro son a la izquierda mundial. La comparación parece extraña ¿Qué pueden tener en común dos furibundos anticapitalistas, que al menos lo son o lo fueron de la boca para afuera, con uno de los más notorios y famosos representantes del capitalismo más salvaje? ¿Cómo se enlazan dos adalides del supuesto “antiimperialismo” con el candidato del partido más decididamente conservador del “imperio mesmo”? Vamos a tratar de responder estas inquietudes.

En primer lugar, los tres son absolutamente populistas. Tanto Trump como Chávez y Maduro no andan más que pendientes de ver que es lo que “cala” en la masa, por grotesco o incivilizado que sea, para usarlo como herramienta para aumentar los niveles de interés general sobre sí mismos. No tienen sustancia, así que se focalizan en la polémica, en la atención que les gana el ánimo pendenciero y de matoncito de barrio. Tanto Chávez en vida, como ahora Maduro y también Trump, han manejado su imagen de manera tal que se les asocie, o al menos así lo creen ellos, con el pueblo llano, o con las expectativas más arraigadas de los más numerosos. Chávez invirtió miles de horas y millones de dólares en la promoción de su imagen como populachera y hasta soez. Era el “pata en el suelo” que de arañero pasó a presidente de la república, lo cual de alguna manera lo “igualó” a una gran masa poblacional que se vio inmediatamente retratada en las formas y maneras de “el comandante” y que de inmediato quiso ser como él. Maduro también se afana en eso, aunque sin el mismo éxito. No ha llegado a decirle a Cilia que “le va a dar lo suyo” pero si se le ve cada vez que se puede “echando un pie” con su señora, y mostrando, o mejor dicho, tratando de mostrar, dotes de músico en instrumentos que no domina. También se le ve soltando de cuando en vez, deliberadamente, algún gazapo verbal, solo para que de inmediato pongamos nuestra atención sobre él. Trump, por su parte, encarna la quimera del “sueño americano”. Está podrido en dinero, goza de inmensos lujos que nosotros, los simples mortales, no alcanzamos ni a imaginar y hasta se gasta una esposa, y varios amores previos que, por bellas, son la envidia de cualquiera ¿A quién no le gustaría vivir así? Se hace ver como más patriota que todos los demás norteamericanos juntos y muestra un estilo de vida farandulero y de derroches que no hacen más que restregarle, continuamente, su inmensa riqueza y su desparpajo al pueblo norteamericano en la cara, pero eso, en esta “Civilización del Espectáculo” (como la califica, acertadamente Vargas Llosa) no es problema. Parafraseando a Wilde, que hablen mal o bien, pero que hablen de ti. Esa es su consigna.

En segundo lugar, todos son unos grandes maestros del terror. En serio, Stephen King o Lovecraft no son más que unos niños de pecho al lado de estos señores. Trump ha estructurado toda su campaña sobre el manejo de los temores más arraigados del grueso de la población norteamericana. Ha atacado a la inmigración, llegando a afirmar que podría deportar a 11 millones de inmigrantes y hasta ha propuesto levantar un muro entre EEUU y México. Se metió también con los musulmanes, a los que les prohibiría, según él, la entrada a EEUU; ha dicho que la tortura es “poca cosa”, y que métodos como el “ahogamiento simulado” son válidos y hasta llegó a afirmar que es tan popular, que podría ponerse a dispararle a gente en Nueva York y que eso no le costaría ni un voto. Chávez era muy parecido. A los adecos y copeyanos les freiría las cabezas en aceite, a la oposición, y esto lo dijo varias veces, la “pulverizaría”, y a los manifestantes había que darles, según sus palabras de “revolucionario pacífico, pero armado”, “gas del bueno”. Maduro no se queda atrás, amenaza, insulta, confronta. A los opositores que acudirán a la “Toma de Caracas” esta semana les advierte que les tiene lista “una sorpresita” (esperemos que no sea como la emboscada de abril de 2002) y un poco más “a la callada”, arrastra más de 5000 arrestados, varios asesinados y decenas de torturados durante las protestas contra su gobierno desde 2014. Chávez y Maduro, además, se la pasan mencionando al “coco” de la supuesta “guerra económica”, de las “conspiraciones de la derecha” y de la inminente (aunque llevan años en eso) “invasión extranjera”, y son especialistas en inventar supuestos intentos de magnicidio que al final no se demuestran jamás.

Por último, todos ellos le han hecho un daño inmenso a los movimientos políticos o ideológicos a los cuales, supuestamente, se adscriben. Primero Chávez, y ahora Maduro, han destruido cualquier posibilidad real de que el socialismo, y mucho más el comunismo, sean opciones políticas viables en Venezuela, al menos a corto y a mediano plazo. Es la consecuencia de usar y abusar de las ideas como si fuesen panfletos. Por su parte, Trump, ha dejado muy mal parados a los republicanos ¿Cómo estos señores, conservadores, almidonados y en general más serios que un revólver, educados en las más prestigiosas universidades, pudieron permitir que un peligrosísimo bufón como Trump llegase a las elecciones como su abanderado? Si pierde, los convertirá en el hazmerreír de su país, y si gana, Dios no lo permita, estoy seguro de que no pasará un día de su mandato sin que les dé motivos para arrepentirse de haberlo apoyado. Tras este desliz encopetado, escríbanlo, les va a costar mucho levantar cabeza.

@HimiobSantome