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Colectivos agredieron a simpatizantes de Guaidó en la parroquia San Juan

LA MAÑANA DE ESTE SÁBADO, colectivos simpatizantes del gobierno de Nicolás Maduro agredieron a seguidores de Juan Guaidó a las afueras del barrio Los Eucaliptos en el oeste de Caracas. 

Para hoy se tenía previsto que el mandatario encargado realizara una visita «casa por casa» en la zona. Ante esto, los colectivos comenzaron a lanzar objetos contundentes en rechazo a la llegada de Guaidó.

Según reseña el diario El Nacional, el grupo violento apedreó e insultó a las personas congregadas que esperaban la llegada de Guaidó. 

El periodista Gabriel Bastidas informó a través de su cuenta en Twitter que con disparos dispersaron a los seguidores de Juan Guaidó del Puente Los Eucaliptos en San Martín. 

Jhonathan Bello, camarógrafo de VPI TV, resultó herido con piedras lanzadas por colectivos que atacaron la caravana que esperaba a Guaidó, en la Av San Martín, El Guarataro.

 

VIDEO Tanqueta de la GNB atropella a manifestantes en La Carlota

UNA TANQUETA DE LA GUARDIA NACIONAL (GN) atropelló de manera intencional a un grupo de ciudadanos que se encontraban en la autopista Francisco Fajardo a la altura de La Carlota, manifestando en apoyo al llamado de activar la llamada “operación libertad”, liderada por el presidente encargado Juan Guaidó.

El hecho se produjo luego que un grupo de manifestantes arremetieron contra la cerca que protege la base aérea La Carlota, en un intento por ingresar al recinto militar.

El periodista Carlos Arana Sánchez indicó que un manifestante resultó herido luego del arrollamiento por parte de la GNB en la autopista Francisco Fajardo. El ciudadano fue trasladado a Salud Chacao para ser atentido.

 

Noticia en desarrollo…

Se eleva a 51 la cifra de manifestantes asesinados en protestas durante 2019

PROVEA Y EL OBSERVATORIO VENEZOLANO de Conflictividad Social han identificado a 51 personas muertas durante manifestaciones registradas en Caracas y otras ciudades del país entre el 22 de enero y el 7 de abril de 2019. 50 de estas muertes fueron por impacto de bala y una debido a un infarto sufrido por la víctima mientras le saqueban su negocio.

68% de los asesinatos (35) son atribuibles a la fuerza pública, siendo la Guardia Nacional el responsable de la mayoría de las muertes con 22 casos, seguida por las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES) con cinco casos, el Ejército con cuatro casos, la Policía Nacional y la Policía Municipal de Peñalver de Anzoátegui con una cada una y dos asesinatos producidos en actuaciones conjuntas de la GNB, FAES y grupos paramilitares.

Presuntamente, nueve personas fueron asesinadas por civiles, mientras que otras seis se presume que fueron asesinadas por paramilitares.

El mayor número de muertes se concentra en el estado Bolívar con 15. Le sigue Distrito Capital con 10 asesinatos, Portuguesa con 4 casos; Barinas, Amazonas, Lara, Zulia y Táchira registran 3 asesinatos cada uno; Anzoátegui y Monagas con 2 casos cada uno y Sucre, Yaracuy y Mérida con un caso cada uno.

Del total de las víctimas, 47 eran hombres y las 4 restantes mujeres. Las edades de los asesinados oscilan entre los 15 y los 68 años. 38 de los asesinados eran menores de 30 años. 37 de los asesinados participaban en protestas pacíficas que fueron atacadas por agentes de la fuerza pública o agrupaciones paramilitares. En el caso de Caracas, las 10 muertes se produjeron durante protestas que se desarrollaban en sectores populares: Catia, Las Adjuntas, San Agustín, La Vega y El Junquito.

Con el asesinato de estas 51 personas, se eleva a 266 el total de muertos durante protestas desde que Nicolás Maduro asumió el poder en 2013. Desde entonces, ha sido reiterado el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los funcionarios policiales, advierten Provea y el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.

Provea condena el asesinato de venezolanos en protestas y reitera su alerta sobre los riesgos para la vida e integridad de manifestantes, que supone abierta la actuación de cuerpos élites como las FAES y el Comando Nacional Antiextorsion y Secuestro (Conas) durante las manifestaciones. Del mismo modo, Provea recuerda que “estos órganos no poseen competencias, equipamiento y entrenamiento para gestionar manifestaciones con apego a los principios de uso progresivo y diferenciado de la fuerza”.

Desde el año 1.991, al menos 348 personas han muerto en el contexto de manifestaciones en Venezuela. 82 de estas muertes ocurrieron durante los años 1.991-2.012; mientras que durante la estadía de Nicolás Maduro en el poder 266 personas han sido asesinadas durante manifestaciones. En solo seis años, Maduro triplicó el número de muertes registradas en los 21 años anteriores a su llegada a Miraflores.

Manifestación del Frente Amplio llegó a la sede de la OEA

FOTO: Andrea Tosta 

 

Los manifestantes de la oposición que atendieron el llamado del Frente Amplio lograron llegar a la sede de la OEA. En el lugar, cantaron el himno y gritaron consignas contra las elecciones presidenciales.

Los ciudadanos aseguran que no votarán el 20 de mayo.

“Estoy aquí porque creo que el pueblo en la calle es lo único que sacará a este gobierno narco, de delincuentes. No voy a votar el 20 de mayo, no creo en esas elecciones, son fraudulentas”, comentó Norah Salas a El Nacional Web.

Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la policía Municipal de Baruta se encuentran en los alrededores.

 

 

La oposición venezolana convocó una marcha hasta la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en rechazo al “fraude electoral”, que tiene planteado llevarse a cabo el próximo 20 de mayo.

Para Marisela Delgado, una de las asistentes a la movilización la convocatoria a elecciones presidenciales no goza de transparencia y confiabilidad suficientes para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto y confíen en los resultados.

Aseguró que para llevar a cabo unos comicios confiables es necesario lograr un cambio del Consejo Nacional Electoral (CNE), y reiteró que si el mandatario Nicolás Maduro no logró dar unos cambios positivos en el país dirigiendo la nación, ahora “menos lo va hacer”.

Debido al impedimento por parte de funcionarios de la PNB, los manifestantes comenzaron a concentrarse frente al Centro Venezolano Americano (CVA).

A través de sus cuentas de Twitter usuarios informaron que la estación del metro Chacaito, no estaba prestando servicio comercial. Sin embargo, las autoridades del transporte subterráneo no dieron ningún tipo de información.

 

 

 

*Con información de Tal Cual y El Nacional

Represión de la PNB y GNB no permitió a nadie marchar este viernes #4Ago

Represión 4Ago

La represión por parte de los cuerpos de seguridad estatales continúa recrudeciéndose. Fue lo observado durante la manifestación de este viernes 04 de agosto convocada por la coalición opositora contra el fraude electoral de la Asamblea Constituyente impulsada por el Gobierno.

Mientras al oeste de la ciudad los oficialistas instalaban la Asamblea Nacional Constituyente que más de 40 países ha rechazado, y la cual está en tela de juicio por acusaciones de fraude electoral, al otro lado de Caracas manifestantes se reunían en diversos puntos del este para mostrar su descontento hacia el proceso, con una marcha que llegaría al Palacio Legislativo.

Sin embargo, como ocurre usualmente con las movilizaciones opositoras, los cuerpos de seguridad del Estado no permitieron pasar a los manifestantes de Chacaíto, ni salir de Santa Fe, lugares donde fueron reprimidos con bombas lacrimógenas, disparos de perdigones e incluso ballenas. La jornada dejó más de 1o personas heridas por la represión.

En la autopista Prados del Este, a la altura de Santa Rosa de Lima, fueron reprimidos los manifestantes que allí se reunían para salir a marchar. El cuerpo opresor fue la Guardia Nacional Bolivariana (PNB), que dispersó a los ciudadanos con gas lacrimógeno y perdigones que, según denuncias de testigos y dirigentes de la oposición, estaban disparándolos a quemarropa. Se reportan heridos del lugar.

En el distribuidor Santa Fe los venezolanos también sufrieron la arremetida de la GNB. La diputada a la Asamblea Nacional, Amelia Belisario, fue herida por el impacto de una bomba lacrimógena

En la avenida Francisco de Miranda, a la altura de Chacaíto, también fueron reprimidos por la GNB y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) los manifestantes que salieron desde los puntos de concentración de Parque Cristal y Altamira hacía el centro de la ciudad.

Se reportó que la PNB lanzó bombas lacrimógenas dentro del Centro Comercial Lido, donde tanto manifestantes como personas que no participaban en la protesta se resguardaron y resultaron asfixiadas por los gases, por lo que fueron auxiliadas. En el lugar también resultó herida una persona que recibió el impacto de una bomba lacrimógena en la cabeza. En Chacaíto también fue incendiada una moto de la PNB por los manifestantes.

 

 

 

El calvario de los manifestantes presos en Venezuela

LA PIEL PRENSADA CON TENAZAS, golpes de martillo: cuatro días de arresto dejaron en Luis una cicatriz imborrable. Su consuelo, estar en libertad, pero cientos de venezolanos detenidos en protestas contra el presidente Nicolás Maduro afrontan largas condenas.

Luis -nombre ficticio para preservar su identidad- es una de las 4.000 personas que según la Fiscalía han sido capturadas en cuatro meses de manifestaciones que exigen la salida del poder de Maduro.

«Decían que nos iban a matar, picar en trozos y tirar al río Guaire», relató a la AFP el delgado oficinista de 30 años, detenido el 4 de julio por militares en Caracas.

Cuenta que entre puñetazos, jalones de pelo y pisotones, un uniformado le prensó con una tenaza la piel del abdomen y los brazos, mientras lo llamaba «terrorista». Con un martillo también le golpeó las rodillas y los codos.

«Hacía las torturas escondido de algunos (de sus compañeros); otros eran cómplices», aseguró el hombre en su oficina del este de la capital.

La ONG Foro Penal, que cifra en 4.500 los arrestos, asegura que un millar de personas siguen presas, unas 300 por orden de tribunales militares.

Entre ellos figuran jóvenes que apenas superan la mayoría de edad, algunos condenados y otros esperando sentencia.

La fiscal general, Luisa Ortega, denuncia abusos de las fuerzas de seguridad, a las que atribuye una veintena de las 104 muertes ocurridas durante las protestas. Hay «terrorismo de Estado», afirma esta chavista que rompió con Maduro.

El presidente y su ministro de Defensa, Vladimir Padrino, han advertido que no tolerarán abusos, pero denuncian «actos de barbarie» de la oposición para derrocar al gobierno. El defensor del pueblo, el oficialista Tarek William Saab, niega que los tratos crueles sean una práctica generalizada.

«¡Papá, sácame de aquí!» 

Un tribunal civil le concedió a Luis libertad plena. Otros no tienen esa suerte.

A sus 18 años, Abraham Quiroz podría ser condenado por un juez militar a 18 de prisión.

«¡Papá, sácame de aquí! Me siento mal. No puedo respirar», le rogó llorando Abraham a su padre, Nicolás, en una breve llamada telefónica desde un penal de alta seguridad.

Fue detenido el 2 de julio en Maracay (centro) junto con otros 26 jóvenes, y de allí trasladado a una cárcel a 20 horas de distancia por carretera.

«Es una injusticia bárbara», declaró Nicolás con la voz temblorosa de rabia, al denunciar que su único hijo fue golpeado fuertemente en las costillas.

El día de la captura, militares y manifestantes se habían enfrentado cerca de una universidad pública, donde un grupo de muchachos decidió refugiarse y pasar la noche.

Unos 40 hombres encapuchados y armados irrumpieron en la madrugada y se los llevaron, relataron estudiantes y familiares a la AFP.

«Se identificaron como colectivos, amenazaron a los muchachos y se los llevaron. Fue un secuestro», aseguró a la AFP Isva Vera, dirigente estudiantil, aludiendo a grupos civiles del chavismo que la oposición tilda de «paramilitares».

Tras semanas de choques, en las paredes de la universidad se observan agujeros de bala, y en los alrededores cartuchos de perdigones y bombas lacrimógenas.

Tribunales militares 

Andreína Santa Cruz, directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana, denuncia maniobras para dilatar los procesos.

Sin comprobársele delitos, Luis debió esperar 96 horas para quedar libre en lugar de las 48 establecidas por ley.

Pero los juicios en tribunales militares son más complicados y «opacos», dice Santa Cruz.

A los jóvenes de Maracay se les acusó de «instigación a la rebelión» y «violación de zona de seguridad».

Los hombres (21) fueron enviados a prisiones de alta seguridad, mientras cinco mujeres y un joven con discapacidad están en arresto domiciliario.

«Es muy doloroso pensar en lo que viven allí», se lamenta Naileth, madre de Joneiker Grajirena, de 19 años.

Abraham, Joneiker y otros nueve están en la cárcel de El Dorado (estado Bolívar, sur), junto con delincuentes de alta peligrosidad. Sus familiares hacen el largo viaje para llevarles alimentos y ropa, pero no han podido verlos.

El gobierno justifica estos juicios, al señalar que los manifestantes cometen delitos de naturaleza militar como «ataques» a cuarteles.

«Multiplicador del miedo» 

Las condiciones de reclusión empeoran las cosas. Luis relata que el pequeño calabozo donde estuvo llegó a albergar a 18 personas y no tenía baño.

La ONG Una Ventana a la Libertad afirma que solo en los centros de detención preventiva el hacinamiento supera 400%.

«Me he vuelto multiplicador del miedo», confiesa Luis, quien ahora pide a familiares y amigos evitar las protestas.

El pánico lo confinó 15 días en casa antes de atreverse a volver al trabajo. «Las heridas han sanado bien», dice mientras muestra la lesión del abdomen. «Pero las cicatrices más difíciles son las psicológicas».

Fuertes enfrentamientos entre policía y manifestantes contra cumbre del G20

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La policía alemana hizo uso de cañones de agua a presión para dispersar a grupos de manifestantes identificados como violentos que se mezclaron con una marcha convocada por la izquierda radical contra la celebración de la cumbre del G20 en Hamburgo, que se abre formalmente mañana.

Los antidisturbios, presentes en el lugar de la concentración y a lo largo de todo el recorrido previsto con un fuerte contingente, detuvieron la marcha poco después de su arranque, al detectar entre los manifestantes a cerca de un millar de encapuchados, informaron fuentes policiales.

Se produjeron los primeros altercados y lanzamiento de algunos objetos contundentes en dirección a los efectivos policiales, tras lo cual las fuerzas de seguridad bloquearon la calle por la que iba a discurrir la manifestación.

La marcha llevaba por lema “Bienvenida al infierno” -“Welcome tu hell”, en inglés- y había sido organizada por diversos colectivos, entre ellos el movimiento “Rote Flora” -“Flora Roja”-, agrupados en torno a una casa ocupada cercana al centro de congresos donde se celebrará la cumbre.

Las autoridades alemanas han preparado un dispositivo de cerca de 19.000 agentes en previsión de altercados y ante la alarma general antiterrorista que rige en toda Alemania.

Para los días precedentes a la cumbre y hasta su final, el sábado, hay convocadas una veintena de manifestaciones de diversa índole, entre ellas las de signo radical.

Los servicios de seguridad estiman que unos 8.000 manifestantes izquierdistas dispuestos a la violencia podrían concentrarse en Hamburgo para trata de alterar el discurrir de la cumbre con los líderes de veinte principales potencias y economías emergentes.

 

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Los 33: El perfil de los manifestantes asesinados en Venezuela
Jóvenes, estudiantes, deportistas, músicos, valientes y soñadores. Así puede describirse a 33 de los más de 90 venezolanos que han muerto en manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro

 

@mpaolams

HAN PASADO TRES MESES desde el inicio de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro y 96 ciudadanos han perdido la vida en el marco de estas manifestaciones. 33 de ellos fueron asesinados por funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado o por colectivos mientras participaban en las protestas. Otros eran transeúntes que se movilizaban en las adyacencias o se encontraban en las zonas donde ocurrían los conflictos, pero no participaban en ellos.

De la cifra extraoficial recabada por Runrun.es, 33 de las personas asesinadas sí formaban parte de las protestas, de acuerdo a familiares y testigos que confirmaron a distintos medios de comunicación la participación estos ciudadanos en las manifestaciones.

Lea también: Los crímenes de los represores siguen sin castigo

Los 33, todos hombres, eran jóvenes con edades comprendidas entre 17 y 35 años. En su mayoría muchachos próximos a entrar a la universidad, estudiantes universitarios y algunos recién graduados. En total, 22 poseían estudios o se encontraban estudiando, 9 de ellos trabajaban en diferentes oficios y 3 no tenían trabajo.

Sus buenas intenciones, querer un mejor país, construir un futuro provechoso para Venezuela y ayudar a los miles de venezolanos que sufren por escasez de comida y medicinas, los motivaron a salir a la calle y enfrentar a los funcionarios de seguridad que con frecuencia reprimen a quienes luchan por sus derechos constitucionales. En 13 ocasiones, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y oficiales de los cuerpos de Policía Estatal de Anzoátegui, Bolívar, Táchira y Carabobo -controladas por gobernaciones oficialistas- fueron responsables de la muerte de manifestantes.

 

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Querían salvar vidas

Uno de ellos recibiría su título en agosto. Se trata de David Vallenilla, de 22 años de edad. Su meta era salvar vidas, dice su papá. Había cursado un TSU en enfermería y planeaba inscribirse en la licenciatura de la carrera, pero falleció tras recibir el impacto de un perdigón en el pecho, propinado por un militar. Otros manifestantes caídos también compartían el sueño de David. Paul Moreno, arrollado por una camioneta el 18 de mayo en Maracaibo, estudiaba medicina y formaba parte del equipo de Cruz Verde que ofrecía primeros auxilios a manifestantes. En Bolívar, el estudiante de enfermería Augusto Pugas es recordado por sus compañeros tras fallecer en un fuerte episodio de represión en la Universidad de Oriente. Armando Cañizales, el joven músico de 18 años asesinado en Las Mercedes en mayo se encontraba en proceso de inscripción a medicina en la Universidad Central de Venezuela para seguir los pasos de su madre, quien es médico pediatra.

Moreno, Pugas, Cañizales

Músicos, deportistas y poetas

Armando Cañizales tenía un don para la música con su viola. Era músico formado en el sistema de orquestas juveniles Simón Bolívar. Juan Pablo Pernalete estudiaba Contaduría en la Universidad Metropolitana, pero además destacaba en el baloncesto. Su destreza en este deporte le había llevado a competir fuera del territorio nacional y le había servido para obtener su beca de estudios, y no era descartable una incursión en los tabloncillos de alguna universidad estadounidense.

Daniel Queliz, estudiante de derecho de la Universidad Arturo Michelena en Carabobo, fue uno de los primeros jóvenes asesinados en las protestas y tenía la aspiración de jugar béisbol profesional.

El don de Fabián Urbina se hallaba en las letras. El adolescente de 17 años que vivía en Aragua y cursaba la carrera de Mercadeo y Publicidad tenía un blog donde redactaba inspiradores mensajes, al igual que en sus redes sociales, a través de las que donaba medicamentos. En su blog Fabián escribió: “una de mis más grandes y principales metas es lograr cambiar al mundo aunque sea en lo más mínimo, y que a su vez, eso pueda motivar a otras personas hacer por su parte un cambio igual o de mayor impacto, pues, pienso que si no nos hacemos cargo de lo que nos importa nada nunca cambiará”.

Pernalete, Queliz, Urbina

Querían ejercer una profesión

Otros jóvenes que ya tenían una carrera universitaria no tuvieron oportunidad de poner sus cualidades y conocimientos a prueba. Miguel Castillo acababa de terminar sus estudios en Comunicación Social. Todos lo recuerdan como un “alma alegre” que quería dedicarse al periodismo deportivo.

A sus 23 años, Adrian Duque tenía dos años de haberse convertido en Contador Público de la Universidad José Gregorio Hernández. Empezaba a ejercer su profesión en Maracaibo cuando un disparo de la GNB le quitó la vida durante una protesta, a las que asistía porque “debía luchar por su país”, alegaron familiares.

La labor de Diego Arellano, biólogo de 31 años que trabajaba para la Facultad de Farmacia de la UCV fabricando suero antiofídico, se vio interrumpida cuando fue asesinado mientras protestaba en San Antonio de Los Altos.

Manifestantes - Castillo, Arellano, Vallenilla, Duque

Tenían inclinaciones políticas

César Pereira, con sus 20 años era trabajador y perseverante, rasgos que desde niño le ganaron la simpatía de los clientes del supermercado donde embolsaba productos. Era estudiante de Publicidad y Mercadeo, además de ser activista de Voluntad Popular. “Quería ser el alcalde de Lechería”, dijo su madre en una entrevista. Por eso César salía a marchar y protestar, pero fue asesinado por funcionarios de PoliAnzoátegui.

El joven Fabián Urbina también hacía vida política. Militaba en la juventud de Acción Democrática, pues su primo era secretario juvenil de la tolda blanca. Adrián Duque también era miembro de la juventud del partido Un Nuevo Tiempo en Maracaibo. Y Luis José Alviarez, el joven fallecido producto de la represión policial en Táchira, seguía los pasos de sus padres en la política al ser dirigente juvenil de Copei en su municipio.

Consulta: Especial interactivo sobre las protestas de 2017 

Amaban y cuidaban a los animales

Muchos de los jóvenes compartían su amor por los animales. Elvis Montilla estudiaba para ser médico veterinario en la Unefm de Falcón, pero la bala que le disparó un paramilitar en una manifestación le quitó la oportunidad de poder salvar más animales.

Los padres de Juan Pernalete quedaron con seis de los perros que rescató. Con los que no podía quedarse, los sanaba, bañaba y alimentaba para conseguirles un buen hogar. Fabián Urbina solía hacer lo mismo, y en sus redes sociales subía fotos de los perros que rescataba y curaba. Otro amante de los animales era Miguel Castillo, quien se fotografiaba con su perro en cada ocasión que tenía y las subía a su Facebook.

Eran idealistas y soñadores

“La lucha de pocos vale por la libertad de muchos” decía Neomar Lander. El joven de 17 años era un soñador, y luchaba por la libertad de Venezuela, por la que quería seguir luchando. La frase quedo inmortalizada en video, y su rostro pasó a ser un símbolo para los venezolanos.

Pernalete también quería seguir luchando por su país, en el que tenía una buena vida con su familia, amigos, una beca y oportunidades para mejorar su entorno. Su lista de deseos, escrita cuando era pequeño y enseñada a Runrun.es en una entrevista, tiene en primer lugar “que haya armonía y paz en el mundo”.

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Las consecuencias de salir a manifestar no eran desconocidas para ellos, ni lo son para muchos venezolanos. Miles de fotos y videos documentan los excesos cometidos por la GNB y la PNB hacia los ciudadanos que en las calles exigen al Gobierno el cumplimiento de sus derechos.

Sin embargo, cada uno de los 33 jóvenes salieron a las calles, a pesar de que sus padres les pedían no hacerlo. “¿Cómo podía decirle que no, si él luchaba por los ideales en los que creía?” comentó en una entrevista Elvira Llovera, madre de Juan Pernalete, y a pesar de que se pregunta qué habría ocurrido si su hijo no hubiese ido ese día, respondió que él “hoy estaría todavía luchando en las calles por querer un mejor país”.