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“Ladrón o no ladrón queremos a Perón”, por Laureano Márquez

 

La frase original es realmente: “Puto y ladrón, queremos a Perón”. Pero a uno por estos lados le da cierta cosita todavía meter una palabra así, tan gruesa, en el título de un escrito. Zapata contaba, con mucha gracia, que cuando en esta Venezuela pudorosa en la que uno fue formado, se presentó por primera vez la obra “La puta respetuosa” de Jean Paul Sartre, en Caracas se le puso el nombre de “La p. respetuosa”. Refería Pedro León que una señora de alta alcurnia llegó a un ágape en el Country contando que acababa de ver una obra magnífica de Sartre. Cuando le preguntaron –curiosas sus amigas– por el título de tan portentosa obra –traicionada por el subconsciente– respondió: “la obra se llama ¡la puta r.!”.

Pero volviendo a la frase que nos ocupa, parece que era usada por la resistencia peronista para defender a su líder de ciertas acusaciones, de las cuales la que interesa, para nuestros fines, es la de corrupción. Viene a cuento porque parece que Lula Da Silva está a punto de ir a la cárcel por escándalos relacionados con manejos deshonestos vinculados a la famosa corporación Odebrecht, que dicho sea de paso, está imputada (¡con perdón nuevamente!) en terribles casos de corrupción en muchos países de América Latina, menos en Venezuela, curiosamente.

Uno no es juez ni conoce el caso a fondo como para condenar al Sr. Lula. Lo que sí llama la atención es que simultáneamente a la acusación y casi que gracias a ella, el líder socialista encabeza las encuestas en las preferencias populares para volver a la presidencia para un segundo mandato. Y eso lleva a una pregunta más trascendente: ¿por qué a los latinoamericanos no nos parece tan grave la corrupción?, o dicho de otra forma: ¿será que hallamos en ella una virtud digna de admiración? Recuerdo en mi infancia haber escuchado una frase que se me quedó grabada, creo que porque intuía lo terrible de su trasfondo: “los adecos son buenos porque roban y dejan robar”. Gonzalo Barrios, uno de los legendarios dirigentes del aludido partido, decía también: “en Venezuela no hay razones para no robar”. Otra frase muy nuestra es aquella de: “no me den, pónganme donde ‘haiga’”.

¿Será que en verdad a los ciudadanos al sur del Río Grande no nos importa que los funcionarios se roben los fondos públicos, que convivir con la deshonestidad es parte de nuestro destino? ¿Es una herencia acaso de nuestro pasado hispánico, de ese conquistador aventurero con sed insaciable de oro? Pero Brasil no tiene pasado hispánico y es la cuna de Odebrecht, tan conocida ya, que hasta el corrector le agrega la “t” final cuando te equivocas. En su discurso al Congreso de Angostura –donde tantas afirmaciones lúcidas hizo sobre el destino americano– dijo Bolívar lo siguiente: “Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud….” ¿Será esto cierto todavía?

Piensa uno en estas cosas, porque si tenemos una predestinación a la exaltación de la inmoralidad, quien quita que Caracas sea –nuevamente– el ejemplo que la América toda debe seguir, esta vez por si en algún rincón del continente la decencia levanta su voz. ¿Será que Bolívar aró en el mal?

 

@laureanomar

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 30.01.2018: MEDIO: Ahora ladrón buscado
MEDIO
AHORA LADRÓN BUSCADO: 

Cuando desde la Asamblea Nacional se abrió una investigación en torno al desempeño de Rafael Ramírez Carreño al frente durante diez años de PDVSA sus compañeritos rojo-rojitos se rasgaron las vestiduras, lanzaron tuits defendiéndolo y haciéndose solidarios con el “prócer afectado” y llegaron hasta ordenar que desde el Tribunal Supremo de Justicia se anulará la investigación que por malversación de $ 11.000.000.000 hacían los diputados electos en 2015. Hoy el “mecenas rojo rojito” es acusado por sus propios camaradas del robo más grande a la nación y la destrucción de la petrolera como ha afirmado el Fiscal General designado por la ANC. El domingo en el semanario La Razón el colega Carlos Días entrevistó al hoy “prófugo” con Alerta Roja de Interpol. Dice: “Tengo muchísima información del Estado, información confidencial que es muy valiosa…es información crucial, pero soy ante todo revolucionario y patriota y sé que cualquier cosa que uno diga, y que se utilice de manera inadecuada le puede hacer mucho daño al país”. En sus palabras acusa a Saab de relaciones con contratistas en Anzoátegui y señala que le entregó a Cencoex $ 45.000.000.000 para pagar deuda externa ¿Qué hizo con ellos? La guerra continúa con “pinzas” bien buscadas…

 

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Ladrón de auyamas, por Laureano Márquez

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Casi podría ser el título de una película venezolana que emulara a la celebérrima italiana Ladri di biciclette (Ladrón de bicicletas), de Vittorio de Sica, en la que se plasma la crisis de la Italia de la postguerra en la tragedia de un humilde trabajador a quien le roban la bicicleta, indispensable para mantener su trabajo. Esta situación lo conduce a un estado de desesperación tal que termina convirtiéndose él también en ladrón de bicicletas, avergonzado y humillado ante su pequeño hijo.

Ladrón de bicicletas es una metáfora de la desmoralización del ser humano cuando ve ante sí todos los caminos cerrados, cuando solo desolación y tristeza se avizoran en el futuro.

Esta semana, la Guardia Nacional hizo circular una fotografía (que luego fue retirada, según se ha dicho) en la que aparece un joven de 16 años (vestido con un elocuente suéter raído) capturado por robo. No vemos su rostro; está de espaldas a una mesa en la que reposan cinco auyamas. Al costado de la mesa, dos guardias con sendos fusiles de guerra completan el cuadro triste, lamentable y bochornoso que podría ser el emblema trágico del patético final de esta revolución, que comenzó con su líder indiscutible afirmando, en cadena nacional de radio y televisión, que en una situación de hambre se justifica el robo.

Esa foto es, sin duda, el cierre de este capítulo trágico de nuestra historia, no importa cuánto más dure. Es una imagen que hiere la sensibilidad en una tierra legendaria por sus recursos, que concluye la etapa de mayores ingresos de toda su historia con gente alimentándose directamente de la basura, mientras los autores de la tragedia, para mayor inri, se muestran bailando salsa cual derviches danzantes del Caribe.

Esa fotografía nos confronta con el vacío de nuestra progresiva y sistemática caída. Es una imagen de inocentes: no solo la inocencia del niño; también los guardias nacionales son inocentes, incapaces de tener una visión medianamente distante de la tragedia en la que están sumidos cuando añaden represión al hambre de la gente. Venezuela es sin duda el país de los fondos infinitos. Cinco auyamas, cinco miserables auyamas, en un país en el cual los conductores de este cambio político hacia la liberación de los venezolanos y la construcción del hombre nuevo tienen sus cuentas bancarias rebosantes de millones robados a un pueblo en cuyo nombre hablan (para que no hable él) y cuyos hijos mueren en cajas de cartón en los hospitales. Es dantesco lo que se vive. Una tragedia similar llevó a Víctor Hugo a relatar la desgracia social y política de su tiempo en la historia de Jean Valjean, llevado a prisión por robar un pan para su familia.

El siguiente es un texto de Los miserables, de Víctor Hugo:

«El humano sometido a la necesidad extrema es conducido hasta el límite de sus recursos, y al infortunio para todos los que transitan por este camino.
 Trabajo y salario, comida y cobijo, coraje y voluntad; para ellos todo está perdido. La luz del día se funde con la sombra y la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad el hombre se aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños y los fuerza a la ignominia. Luego de esto cabe todo el horror. La desesperación encerrada entre unas endebles paredes da cabida al vicio y al crimen… Parecen totalmente depravados, corruptos, viles y odiosos; pero es muy raro que aquellos que hayan llegado tan bajo no hayan sido degradados en el proceso; además, llega un punto en que los desafortunados y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico. Ellos son los miserables, los parias, los desamparados».

 

@laureanomar

 

VIDEO Mujer desnudó y humilló a un ladrón en Bogotá

BOGOTA, Colombia (AP) — Una mujer que al parecer había sido víctima de un robo en el sur de Bogotá hizo justicia por mano propia, sometió físicamente al supuesto agresor, lo golpeó y lo obligó a desnudarse frente a un grupo de curiosos.

En el video, que se ha vuelto viral en las redes sociales, se ve a una mujer —que por su acento de voz parece ser del departamento de Antioquia— arrasando con un joven segundos después de obligarlo a que le entregue un chuzo o arma blanca con el que el que supuestamente le hizo daño leve en el momento del robo.

«No me robó nada», les dice la mujer furiosa a los curiosos. De inmediato obliga al joven atracador a arrodillarse, no sin antes tomarlo del pelo. El hombre no tiene alternativa distinta que obedecer, al tiempo que le implora a la mujer que lo perdone, que lo deje tranquilo.

«Pídale perdón a la gente ya», le exige ella a él. «No más, no más», le ruega el hombre.

Luego la mujer le pide a alguien que le pase una navaja. El atracador se llena de pánico e implora que no se la entreguen. Entonces ella acota: «¿Le da miedo? ¿Entonces por qué no le da miedo robar? Agradezca que no vengo enfierrada (armada con un revólver)».

Finalmente la mujer obliga al atracador a quitarse la ropa. Cuando queda en ropa interior, el muchacho cree que ya lo va a dejar tranquilo. Pero no, ella primero le grita que se quite las medias. Por último tiene que hacer lo propio con el pantaloncillo cuando un curioso le aconseja: «Hermano, ¿quiere que lo sigan cascando? Quítese esa vaina rápido».

Apenas el hombre queda totalmente desnudo, ella lo muele a patadas y lo hace correr por la calle ante burla de la gente. Ninguno de los espectadores trató de ayudar al atracador. Por el contrario, una curiosa interviene en la escena pero para alejarle la ropa.

«Se metió con la que no era», sentenció la mujer víctima del robo en medio de palabras obscenas.

El coronel Dairo Hernán Puentes, de la Policía Metropolitana de Bogotá, dijo al canal de televisión RCN que si bien la entidad no ha recibido una queda del inusual incidente, su sugerencia a la comunidad en general es no meterse en líos judiciales por querer hacer justicia por mano propia.

Hasta ahora nadie ha revelado la identidad de la furiosa mujer. Tampoco se sabe quién subió la grabación a las redes sociales.

Si bien en algunos círculos se habla de una eventual tortura por parte de la mujer, para el abogado Iván Cancino ella pudo haber incurrido en un exceso en la legítima defensa, lo que le podría acarrear problemas con la justicia.

«Es un tema complicado porque en el video se ve que la mujer está convencida de que actúa en legítima defensa», explicó el reconocido jurista a The Associated Press.

Detuvieron a un venezolano en Aruba por robar celulares a turistas

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Las autoridades de Aruba detuvieron a un venezolano en el Hotel Palm Beach por robar celulares a los turistas.

El sujeto había llegado a la isla el jueves y debía retornar a Venezuela ayer, reseñó Panorama.

Este no es el primer caso de venezolanos detenidos por actos delictivos. El año pasado tres marabinos fueron apresados tras perpetrar un asalto en un casino.