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Hungría

Venezolanos en 50 países levantaron su voz contra Maduro

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Venezolanos protestaron este sábado 15 de abril en alrededor de 50 ciudades del mundo contra el gobierno de Nicolás Maduro. La iniciativa coordinada por Organizaciones No Gubernamentales como Redes Ayuda, Un Mundo Sin Mordaza, Foro Penal Venezolano, Mujeres Venezolanas en Acción y Venmundo recogió a los miles de criollos que han debido emigrar debido a la crisis económica y política que vive el país.

Desde Argentina hasta Alemania, pasando por Chile, Colombia, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Brasil, Panamá, Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Holanda, Hungría, Reino Unido, Italia y España los venezolanos levantaron su voz de protesta contra la administración del presidente Nicolás Maduro, usando la etiqueta de #NoMás.

«Todos los venezolanos que se han ido lo han hecho con la esperanza de volver y por eso es que en 2014 miles gritamos SOS Venezuela y hoy en el 2017 alzamos la voz exigiendo no más dictadura, no más muertes, no más represión. Venezuela sabe que cuenta con el poder de una diáspora que no duerme ni descansa hasta que se recupere la democracia en el país», dijo Rodrigo Diamanti, presidente de Un Mundo Sin Mordaza.

«Esto es solo el comienzo de un gran trabajo que tiene que hacer la diáspora para levantar su voz», agregó Diamanti, quien expresó además que el próximo 19 de abril acompañarán desde el exterior la gran marcha que la oposición está convocando en Caracas y para el 22 también celebrarán nuevas actividades.

 

 

 

 

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Unión Europea acuerda el reparto de 120.000 refugiados con cuatro países en contra

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La UE quería consenso y hubo división. Quería solidaridad y encontró un enquistamiento político. Quería un acuerdo para el reparto de 120.000 refugiadosen los dos próximos años entre los Estados Miembros y al final lo logró, pero a un precio muy alto. El Consejo de Ministros de Interior europeos, reunido en Bruselas, ha aprobado el Plan de la Comisión, pero con el voto en contra de Hungría, Rumanía, República Checa y Eslovaquia.

Los embajadores de los 28 ante la Unión se reunieron el fin de semana, el lunes y el martes hasta el último minuto, pero sin lograr el deseado consenso. Los ministros llegaron al encuentro sabiendo que el texto unánime era imposible, por lo que trataron de firmar el mal menor. El objetivo era no tener que votar para no transmitir la sensación de división, pero fracasaron también en eso.

Lograron que Letonia y Polonia, muy críticas, dieran un paso atrás al final, pero ni Budapest, ni Praga, ni Bratislava ni Bucarest dieron su brazo a torcer. Su problema no era tanto las cuotas que les corresponden a cada uno, que también, sino la forma. No quieren el modelo de reparto, no quieren que sea obligatorio, no quieren refugiados musulmanes.

Tras una primera ronda de deliberaciones quedó claro que no iba a ver cesiones y que habría cinco grandes detractores. Hubo una pausa, a petición polaca, para consultas. Y tras el final del receso se votó. Ganó la mayoría cualificada del sí, pues todos los demás -salvo Finlandia, que se abstuvo y Polonia que cambió de bando- aceptaron el texto modificado de esta mañana.

Las condiciones en todo caso han cambiado. La primera idea era distribuir a 120.000 personas desde Hungría, Italia y Grecia. Pero Viktor Orban ha sido inflexible y no quiere el formato, por lo que cambia completamente el esquema. En una primera fase, inmediata, se redistribuirán 66.000 refugiados desde Italia (15.600) y Grecia (50.400). Los 54.000 que le correspondían a Hungría quedan pendientes para una segunda fase. No se abandonan ni se cancela el plan. Se crea una especie de fondo de reserva y si ningún otro país se encuentra en las próximas fechas en una situación de emergencia humanitaria, los 54.000 serán repartidos también desde Grecia e Italia, por lo que la cifra de 120.000 (más los 60.000 ya aprobados en julio) se mantiene intacta.

 

Acuerdo de mínimos

Es un acuerdo de mínimos. Insuficiente para muchos países, porque cada día llegan miles de persona por mar y tierra. Y que deja para la cumbre del miércoles, con los jefes de Estado y de Gobierno, el gran debate político: ¿qué pasa con Europa? Se ha resuelto, mal, la primera parte. Pero esa, al final, será la fácil. Queda arreglar el problema generado, con controles fronterizos reestablecidos, suspensiones temporales de Schengen, una amenaza de expediente a Italia y Grecia por no cumplir su obligación y no tomar los datos de todos las personas que cruzan sus fronteras o tocan tierra y los detalles de cómo se reforzarán los bordes exteriores de la UE y quién hará las devoluciones de los inmigrantes que no tengan derecho a asilo. Deben hablar del papel de Turquía, de la reforma de las reglas del Acuerdo de Dublín que ahora fijan las normas de asilo y recibiendo. Por no hablar de quién pagará la factura.

El cambio de mecanismo, sin el alivio para Hungría, supone también un pequeño retoque en las cifras de reparto. Por ejemplo, de los 66.000 a España le corresponden 6.127 de los griegos y 1.896 de los italianos, un total de 8.023 en esta primera fase (el total solicitado y aceptado es de 14.931). El resto, la parte correspondiente, será igualmente proporcional en la segunda fase. La diferencia es que Hungría, por ejemplo, tendrá que asumir 1.294 refugiados en total en esta fase. Los checos 1.591. Los eslovacos 802 y los rumanos 2.475.

 

¿Cuáles son las contrapartidas?

Porque las hay, claro. El ministro alemán, Thomas De Maziere, lo explicó al terminar: «Los refugiados deben permanecer en el país que acepte su asilo». Si son sorprendidos moviéndose a otros se les podría incluso pedir que abandonen la UE. Porque para compensar a los más reacios al asilo ha habido que endurecer el mensaje. Los inmigrantes económicos deben ser devueltos a su país de origen inmediatamente, porque no tienen derecho al asilo. Y a los que sí quieren enviarles el mensaje de que pueden perder las prestaciones sociales, e incluso el derecho a quedarse, si incumplen las normas.

El bloque del Este, los países de Visegrado, se fracturó al final. El ministro checo, Milan Chovanec, en un delirante tuit con un emoticono de cara triste incluido, reprochó a sus colegas polacos la ‘deserción’ del último momento, cuando decidieron votar sí. Pero la principal duda que han puesto sobre la mesa sigue ahí: ¿ahora qué? Se acogen a 120.000 refugiados más, pero según los datos de Eurostat, al 30 de junio de este año había más de medio millón de personas esperando que se resuelva su petición de asilo.

 

EFE Sep 11, 2015 | Actualizado hace 9 años
Estudian declarar estado de crisis en Hungría

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El gobierno de Hungría anunció que estudiará si declara estado de crisis por la inmigración masiva, al tiempo que el Ejército inició maniobras para prepararse en caso de que les exijan apoyar a la policía en la vigilancia de las fronteras.

La posibilidad de declarar el estado de crisis se debatirá en una reunión del Ejecutivo el martes, cuando entren en vigor las leyes que endurecen las penas por entrar de manera ilegal en el país, explicó el ministro de Gobernación de Hungria, János Lázár. El canciller Peter Szijjarto advirtió que Budapest comenzará a devolver a Serbia a todos los refugiados que no obtengan asilo en Hungría, aunque no especificó a partir de qué fecha.

Entretanto, en Austria, que aplica con Alemania una política de puertas abiertas, las numerosas llegadas obligaron a interrumpir el transporte ferroviario con Hungría.

“La ÖBB (ferrocarriles austríacos) debe interrumpir transitoriamente el tráfico de trenes con Hungría debido a la masiva sobrecarga” de convoyes procedentes de ese país, señaló la empresa en un comunicado.

La interrupción no solo afecta a los trenes con Hungría, sino también a varias conexiones regionales hacia zonas fronterizas con ese país.

Rescate y ayuda. En Grecia las autoridades continúan trabajando en la red de rescate marítimo para los inmigrantes. Un total de 4.487 refugiados desembarcaron ayer en el puerto del Pireo, Atenas, de 2 transbordadores procedentes de Lesbos y Kos, donde se han registrado la mayoría de llegadas al país en las últimas semanas.

El primero de los buques, Eleftherios Venizelos, atracó con 2.487 personas a bordo. Se espera que la embarcación Blue Star Patmos y el catamarán Tera Jet lleguen al Pireo hoy con más de mil refugiados, que llevan varios días atrapados en Lesbos en condiciones precarias.

Ante estas masivas movilizaciones a Grecia, el gobierno de Macedonia planteó cerrar la frontera con este país, declaró el canciller macedonio, Nikola Poposki, a la revista política húngara Figyelö.

“Es posible que nosotros también necesitemos alguna defensa física para disminuir el cruce ilegal de la frontera”, añadió Poposki.

En cambio, la canciller de Alemania, Ángela Merkel, dará un giro a la política de refugiados para favorecer su incorporación al mercado laboral, ante la previsible llegada de 800.000 solicitantes de asilo y como factor integrador en su sociedad. Insistió en la necesidad de acelerar la evaluación de las solicitudes y en brindarles capacitación.

Merkel visitó una de las llamadas “clases de bienvenida” en Kreuzberg, donde cientos de niños aprenden alemán y otras materias.

París anunció que abrirá otros 7 centros de atención para refugiados, con el objetivo de dar cobijo a 460 personas, anunció la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo.

“París va a continuar con su acción voluntarista apoyando la creación de  nuevos centros de acogida”, dijo Hidalgo en una audiencia celebrada en el ayuntamiento.

Los nuevos demandantes de asilo que albergará la capital francesa se suman a los 1.450 de los que ya se encarga París desde junio pasado, precisó Hidalgo.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó a su gobierno que inicie los preparativos para acoger al menos a 10.000 refugiados sirios durante el nuevo año fiscal, que comienza el 1° de octubre, anunció la Casa Blanca. Su portavoz Josh Earnest indicó que se necesita aumentar la cuota global anual de refugiados y que se ha mantenido en 70.000 desde 2013.

 

América Latina brindará apoyo


Debido a la fuerte crisis migratoria que sobrevino en Europa y Oriente Medio algunos gobiernos de América Latina han expresado su disposición a recibir refugiados.

La canciller de México, Claudia Ruiz Massieu, señaló que su gobierno analiza la posibilidad de recibir algún grupo de refugiados. Afirmó que aún no se ha determinado cuándo se tomaría la decisión ni el número de personas que recibiría.

Brasil recibió a 2.077 sirios, Argentina a 233, gracias al programa Siria para reunificar familias, y Uruguay a 42.

Venezuela indicó que está dispuesta a albergar a 20.000, aunque se desconocen detalles sobre la decisión.

En Paraguay, dos adultos mayores y cinco jóvenes sirios obtuvieron la condición de refugiados, y afirmaron que se sienten seguros y agradecen la acogida en el país. El grupo manifestó su anhelo por reunirse con sus familiares en Bélgica y Estados Unidos.

Reportera húngara reconoce que pateó a refugiados, pero no pide perdón

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La reportera húngara que pateó y puso zancadillas a refugiados sirios que llegaban al país desde Serbia ha reconocido su acción, pero no ha querido dar explicaciones y no ha pedido perdón, informó este miércoles el medio para el que trabajaba.

Petra László -reportera de la cadena de televisión N1, cercana al partido de extrema derecha Jobbik- puso la zancadilla a un hombre que corría con su hijo en brazos en su huida de un control policial en Röszke, tras pasar allí la noche en condiciones precarias.

En otras imágenes se la ve pateando a varios refugiados, incluida una niña.

El canal privado húngaro N1 despidió a la periodista y aseguró que ésta»reconoció su acción, aunque no pudo dar explicaciones» sobre su comportamiento.

Según el portal informativo «hvg», la reportera ha desconectado su teléfono celular y es imposible dar con ella. En la red social Facebook se ha abierto la página «Muro de la vergüenza Petra László», que cuenta ya con más de 15.000 «me gusta».

 

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Aquí también puede ver el video de la reportera cuando le pega patadas y pone zancadillas a varios refugiados en Hungría

 

En ella se recogen las notas publicadas sobre el caso en el mundo, desde Estados Unidos hasta España y los países árabes, en las que los usuarios critican el comportamiento de la reportera.

Algunas opiniones tachan el caso en húngaro, inglés, español, árabe y portugués, entre otros idiomas, como una vergüenza y afirman que la periodista representa lo peor de la humanidad.

La formación de izquierda Coalición Democrática, del ex primer ministro socialdemócrata Ferenc Gyurcsány, y el partido Együtt-PM anunciaron hoy que denunciarán a la reportera por agredir a los refugiados.

El Comité Helsinki por los derechos humanos ha señalado que, como la reportera pateó a varias personas, podría enfrentarse a una pena de cárcel de entre 1 y 7 años, ya que los hechos están agravados porque la violencia está dirigida contra miembros de un colectivo.

En el punto de reunión de Röszke, en días anteriores se produjeron intentos de fuga y protestas por parte de los refugiados, quienes se quejan de que deben esperar mucho tiempo allí y pasar incluso noches a la intemperie.

Este punto es a donde llegan primero los refugiados que cruzan la frontera y donde tienen que esperar, antes de ser trasladados a los centros de registro.

Una reportera pega patadas y pone zancadillas a varios refugiados en Hungría

ReporteraHungara

 

Un grupo de refugiados huye de la policía húngara en la localidad de Roeszke, cercana a la frontera con Serbia, donde se encuentra uno de los campos de refugiados al que las autoridades de Hungría envían a los centenares de personas que están llegando al país en busca de un futuro mejor.

Las personas que escapaban de los agentes trataban de evitar ser detenidas y enviadas a ese campo, donde se hacinan centenares de personas.

Ante la presencia de varios cámaras y periodistas, los refugiados corren campo a través cargando con lo que tienen. Un hombre, con un niño en brazos, logra zafarse de un policía pero, al cruzarse con una reportera, ésta le pone la pierna y le hace una zancadilla, haciéndole caer al suelo con el crío.

El momento ha sido captado y subido a Twitter por el periodista Stephan Richter.

 

 

En otro vídeo, se puede ver a la misma reportera pegando patadas y poniendo más zancadillas a otros refugiados sin ningún tipo de escrúpulo:

 

En redes sociales varios usuarios identificaron a la mujer como Petra László, periodista de la cadena N1TV. La empresa emitió un comunicado confirmando el despido de uno de sus camarógrafos y, si bien no dio la identidad, calificó el hecho como inaceptable.

El incidente se da justo cuando arrecian las críticas a Hungría por las malas condiciones de acogida de los inmigrantes, en medio del éxodo de los refugiados de Oriente Medio hacia Alemania.

Un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) instó en Budapest a las autoridades a que mejore las condiciones de vida en los centros de acogida, al tiempo que exigió que se agilicen los trámites de registro.

El punto más complejo de la frontera entre Hungría y Serbia es la zona en torno a Röszke, donde este martes cientos de refugiados huyeron corriendo de un puesto de registro, aunque pocas horas después fueron retenidos de nuevo por los agentes.

El procedimiento de registro, más allá de realizarse en circunstancias «precarias», como denuncian las organizaciones humanitarias, es lo que menos quieren los refugiados. De acuerdo con la legislación comunitaria, los trámites de asilo deben ser procesados en el país de entrada de los refugiados. Por eso, los inmigrantes de Oriente Medio no quieren ser registrados en Hungría porque temen ser devueltos a ese país, incluso si logran llegar a Europa Occidental.

Las autoridades húngaras han interceptado en lo que va de año a más de 167.000 personas que cruzaron de una forma ilegal la frontera, según datos de la Policía.

 

* Con información del El Huffington Post y El Tiempo

Grupos de refugiados comienzan a salir de Budapest a pie hacia Austria

Refugiados piden poder continuar su viaje rumbo a Europa Occidental en la estación ferroviaria de Bicske (Hungría)

Foto: EFE

Cientos de refugiados que desde hace días están en los alrededores de la estación ferroviaria Budapest Keleti para poder abandonar Hungría, salieron hoy a pie en dirección de la frontera con Austria, situada a más de 200 kilómetros de distancia.

Cerca de las 13.00 hora local (11.00 GMT), los refugiados empezaron a andar en dirección del centro histórico de la capital húngara, siempre con el objetivo de llegar hasta la frontera austríaca, según dijeron numerosos refugiados consultados por Efe.

Ante la suspensión de conexiones directas entre Budapest y Austria, cientos de refugiados se subieron ayer a un tren regional para acercarse a la frontera pero fueron parados por la policía húngara en las afueras de Budapest, donde siguen varados.

«La situación aquí es nefasta, llevo cuatro días y no se puede estar más», explicó a Efe Nasir al Omar, un estudiante de Arte y Literatura de la universidad siria de Alepo.

En los alrededores de la terminal es visible un trasiego de familias y numerosos hombres jóvenes con mochilas, maletas y bolsas, preparados para abandonar el lugar.

«He recogido mis cosas y he empezado a hablar con otros que se quieren ir, posiblemente salgamos hoy o mañana y somos un grupo grande», añade Nasir.

«Iremos andando, no hacemos mal a nadie, no somos criminales. Sólo quiero llegar a algún país en el que pueda terminar mis estudios», explica en inglés.

Más de mil personas se encuentran acampadas en los aledaños de la estación, sin apoyo institucional ni asistencia sanitaria más allá de la que puede ofrecer una red de voluntarios húngaros.

Algunos medios húngaros aseguran que otro grupo de refugiados podría encaminarse a la Embajada de Alemania, el país al que desean llegar, aunque en la situación de confusión existente es difícil confirmar ese extremo.

Aunque suspendidos los trenes internacionales, desde Keleti parten conexiones regionales, incluidas a localidades cercanas a la frontera con Austria, como Sopron.

Algunos refugiados han subido a estos trenes con la esperanza de llegar más cerca de la frontera con Austria, aunque en las últimas horas los medios húngaros han informado de que la policía ha vuelto a interceptar a algunos grupos para identificarlos y enviarlos a un campo de acogida.

Ninguno de los refugiados en la estación desea ir a uno de esos centros, de los que algunos ya tienen experiencia y aseguran que ofrecen unas condiciones que califican como «terribles».

Más de 160.000 personas han llegado a Hungría en lo que va de año por la denominada ruta de los Balcanes, que tiene en el país centroeuropeo al primer miembro del espacio Schengen.

Hungría retira sus planes de introducir un impuesto al consumo de Internet

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Vía El País 

Después de una serie de movilizaciones y protestas ciudadanas, el gobierno conservador nacionalista del primer ministro Viktor Orbany su partido Fidesz han reculado y retirado un polémico proyecto de ley que preveía un impuesto por navegar por la Red.

 El propio Orban ha declarado a la radio pública húngara que el impuesto propuesto por el uso de Internet «no puede ser adoptado en su forma actual», y ha anunciado una «consulta nacional» para el próximo mes de enero.

El impuesto sobre Internet ha causado un enorme revuelo en la sociedad húngara, reconoce Orban, por lo que ha declarado que»nada puede ser validado en estas circunstancias».

El gobierno húngaro llevó este mes al Parlamento un paquete de nuevos impuestos, que incluían la polémica tasa que grava el uso de Internet, algo que había sido duramente criticado por la oposición y provocó una importante movilización de ciudadanos en las calles de Budapest y otras ciudades del país.

De hecho, en los últimos días decenas de miles de personas salieron a la calle para protestar por la propuesta del Ejecutivo de gravar con 0,50 euros por gigabyte navegado en Internet.

Tras una primera protesta hace una semana, a la que acudieron unas 10.000 personas en Budapest, el Gobierno precisó que el impuesto tendría un tope mensual de 2,2 euros para los particulares y de 16 euros para empresas.

Poco después, crecieron las protestas en la calle. El pasado martes,más de 20.000 personas se manifestaron en la capital contra la medida propuesta. El Ejecutivo de Orban preveía recaudar de esta forma unos 60 millones de euros por año.

La polémica medida provocó también la reacción de la Comisión Europea, concretamente de la comisaria europea de Agenda Digital,Neelie Kroes, quien consideró a través de un portavoz que «tasa es ir en la mala dirección, no solo porque afecta al acceso a los usuarios (…) sino porque Hungría está por debajo de la media en crecimiento digital y esto no ayuda para impulsar su economía».