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Smolansky denunciará en Noruega golpe de Estado a 12 alcaldes

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El alcalde en el exilio, David Smolansky, destituido por el Tribunal Supremo de Justicia y quien abandonó su país para refugiarse en Brasil, informó este domingo que se encuentra en Noruega para participar en el Parlamento Global de Alcades y denunciar el “golpe de Estado” en 12 municipios de Venezuela.

“Buen día. Llegando a Noruega. Participaré en el Parlamento Global de Alcaldes para denunciar el Golpe de Estado en 12 mcpios de Venezuela“, dijo en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

Asimismo, el opositor indicó que también denunciará “la violación a los DDHH, crisis humanitaria y asfixie a los gobiernos locales”.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano ordenó en junio pasado a 12 alcaldes y al gobernador del estado Miranda (centro norte), el también opositor Henrique Capriles, realizar todas las acciones necesarias para evitar el bloqueo de las vías durante las protestas que se desarrollaban en ese momento y les advirtió que su incumplimiento podría derivar en penas de prisión.

Luego de esto, miembros de la Asociación de Alcaldes por Venezuela anunciaron que seguirían permitiendo las protestas pacíficas en sus municipios, y días después al menos cinco alcaldes fueron condenados a 15 meses de cárcel.

Smolansky era alcalde del municipio caraqueño de El Hatillo hasta inicios de agosto pasado y estuvo en la clandestinidad por 36 días luego de que fuera destituido.

El pasado 14 de septiembre reapareció en la capital brasileña, donde declaró que se uniría a “los compatriotas que combaten al Gobierno” de Nicolás Maduro desde “el exilio”.

El exalcalde dijo en otro mensaje publicado en Twitter que es la “primera vez” que Venezuela participa en el Parlamento Global de Alcaldes, “así que todas las atrocidades del régimen en contra” de 30 millones de venezolanos las expondrá.

Asamblea Nacional desconoce decisión de la ANC y convoca sesión para este sábado

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La Asamblea Nacional anunció que no reconocerá ni acatará las decisiones de la asamblea nacional constituyente (ANC), que este viernes 18 aprobó un decreto para asumir las competencias para legislar, funciones inherentes del Parlamento.

Asimismo, se convocó una sesión en el Palacio Federal para el sábado a las 10 de la mañana, a la que invitan al pueblo a asistir. La sesión contará con la asistencia de personal del cuerpo diplomático acreditado en el país.

La junta directiva de la AN declaró en su cuenta de Twitter que «el decreto de la fraudulenta ANC busca repetir sentencia 155 y 156 del TSJ: disolver el Poder Legislativo». Además, calificaron la decisión como Golpe de Estado.

«La ANC es nula y sus actos ilegales e inconstitucionales. Decisión de anulación no será acatada por AN, comunidad internacional o pueblo», señaló la junta.

 

 

 

Decreto que usurpa funciones de AN desató condena opositora y justificación chavista

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Un nuevo golpe a la democracia se dio ayer, cuando miembros de la asamblea nacional constituyente decidieron a través de un decreto inconsulto con el pueblo, usurpar las funciones de los diputados electos por voluntad popular en diciembre de 2015. En teoría los constituyentistas pueden ahora elaborar leyes, derogarlas, aprobar presupuestos y firmar contratos.

D. Blanco Jun 08, 2017 | Actualizado hace 7 años
Golpe de estado, por José Domingo Blanco

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¿Quiénes son los cómplices del régimen? Un Estado delincuente como el que nos gobierna, evidentemente, no actúa solo. Me vienen a la cabeza unos cuantos nombres. Por ejemplo, Tibisay, desde el CNE avalando con desparpajo una Constituyente que, sabe, no es legal. Los magistrados del TSJ, una institución servil y amoral que ha sido capaz de reinterpretar las leyes para adaptarlas a las necesidades de quienes mantienen secuestrada a Venezuela. Padrino López, el ministro de la Defensa pero de la defensa de los intereses de Nicolás. La lista es larga:  Diosdado, El Aissami, Elías Jaua, Arístobulo, Ameliach, Rangel Silva, Rodríguez Chacín, Arias Cárdenas, Mario Silva, García Carneiro, Iris Varela, Escarrá, José Vicente Rangel, Isaías Rodríguez, Roy Chaderton, Ernesto Villegas … Son tantos los que le han hecho daño a nuestro país en nombre de su Revolución. Incluso, en mi lista también estarían unos cuantos ex chavistas confesos que, buscando atenuar el crimen, ahora –abiertamente- condenan al régimen y critican con más fiereza que opositor en resistencia, las decisiones de quien alguna vez los llamó a formar parte de la banda. A cada uno de los que aparecen en mi lista, quisiera verlos ante la justicia respondiendo por los delitos que cometieron o que avalaron. Juzgados con la misma celeridad con la hoy están juzgando y encarcelando a quienes manifiestan en su contra. Porque, ellos, los cómplices, se han encargado de darle soporte a un proyecto país que solo beneficia a los que integran esa cúpula.

La Real Academia de la Lengua Española define al cómplice como la “persona que, sin ser autora de un delito o una falta, coopera a su ejecución con actos anteriores o simultáneos”. Nicolás no actúa solo. Su círculo de allegados y todos los que cogobiernan con él, avalan con sus actuaciones u omisiones, esta gestión; aun cuando corran rumores de que muchos no comulguen con su estilo o se diga que hay fracturas internas. Si existen o no diferencias las disimulan; porque, sólo así, pueden salvarse de los juicios a los que tendrán que asistir cuando retorne la democracia a nuestro país.

En estos largos –y penosos- años de Revolución Bolivariana, la banda de cómplices ha crecido y, sus integrantes han adquirido cada vez más experiencia. Son una mafia engrasada. Crimen organizado en células que antes conocíamos con el nombre de instituciones del Estado. El desgobierno se ha hecho de unos secuaces que cooperan entre sí para darle cuerpo a las aberrantes ideas con las que permanecen en el poder. Pretenden acallar protestas; intentan ocultar la verdad. Se ensañan contra la ciudadanía que se los opone con el morbo del torturador sediento de sangre y dolor. Entonces, no solamente Maduro deberá comparecer en el Tribunal de la Haya cuando esta situación se resuelva. Junto con él, comparecerán cada uno de los cómplices de los que se valió para sembrar en Venezuela esta miseria y destrucción sin precedentes. Nicolás tendrá que responder por qué se empeñó en convertirnos en Cuba, mucho más rápido que su difunto antecesor.

Porque Nicolás sigue, a grandes zancadas, con su Constituyente Corporativa, sin respetar la voluntad de la ciudadanía. Atropellando a todos los venezolanos que nos oponemos a él, a su régimen y cada una de las actuaciones de sus cómplices. Porque bien lo explicaba mi apreciada y respetada amiga, la doctora Adriana Vigilanza, con quien conversé recientemente, y explicó lo que quiere hacer Maduro cuando, sin la consulta que establece la ley, pretende redactar una Nueva Constitución. Para Vigilanza estamos frente a un golpe de Estado, dado por el propio Estado. Y me permito transcribir parte de su tesis: “En este punto, vale la pena recordar también que históricamente, un Golpe de Estado es la acción para derrocar el Estado de Derecho, hecha por quienes detentan la autoridad.  Así lo entienden los comentaristas más “modernos”, como Malaparte (1933) y Pérez Serrano (1937). Esta nota de ser los titulares del poder quienes lo usan para derrocar al Estado y sus instituciones, perdió vigencia en la mente de académicos y, por consiguiente, del vulgo. Por eso, los Golpes de Estado son hoy, para la mayoría de las personas, únicamente las asonadas militares. Gravísimo error. Nosotros los venezolanos no hemos explotado debidamente el aspecto jurídico de la traición a la patria (artículo 128), ni el aspecto político de estar presenciando un Golpe de Estado, de parte de las instituciones, únicas que en verdad pueden darlo. En cambio, la obra de Curzio Malaparte, “La Técnica del Golpe de Estado”, fue libro de cabecera de Fidel Castro y del Che Guevara. Esperemos que los lentes correctivos lleguen a tiempo a las Rectoras del CNE, que pueden parar la Constituyente y que al resto de los americanos los haga comprender que deben contribuir al resurgimiento de la democracia en la región, perdida o gravemente amenazada, por la técnica del Golpe de Estado que Fidel Castro aplicó al pie de la letra y en Venezuela está a un tris de consolidarse”.

Advertencia que concuerda, en muchos aspectos, con lo que dijo en días pasados el expresidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien señaló que aquí, en Venezuela, “poco a poco están montando otra Cuba, no de 11 millones de habitantes sino de casi 30, con petróleo, en alianza con potencias nucleares de Oriente, que está eliminando la independencia entre instituciones, la empresa privada y la creatividad. Y que tiene confianza de que no fracasará, como los viejos comunismos, porque la diferencia la hace el petróleo”.

 

@mingo_1

TSJ: No es necesario un referéndum consultivo previo para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente

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La Sala Constitucional resolvió una demanda de interpretación de los artículos 347 y 348 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con respecto a quién le corresponde la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente.

A tal efecto, la Sala precisó, en la sentencia N° 378, que, de conformidad con lo previsto en los artículos 347 y 348 del Texto Constitucional, el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario y, en tal condición y como titular de la soberanía, le corresponde la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente. No obstante, la iniciativa para convocarla le corresponde, por regla general, a los órganos del Poder Público (El Presidente de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; y los concejos municipales en cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos).

De igual forma, estableció que la única excepción de iniciativa popular de convocatoria es la del 15% de los electores inscritos en el Registro Civil y Electoral. De tal manera que el artículo 347 de la Carta Magna define que es en el pueblo, como titular de la soberanía, en quien reside el poder constituyente originario. Sin embargo, el artículo 348 eiusdem precisa que la iniciativa para ejercer la convocatoria constituyente le corresponde, entre otros, al Presidente de la República en Consejo de Ministros, órgano del Poder Ejecutivo, quien actúa en ejercicio de la soberanía popular.

En los términos expuestos, la Sala Constitucional del TSJ considera que no es necesario, ni constitucionalmente obligante, un referéndum consultivo previo para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.

 

Otro golpe de Estado en Venezuela, el de la Lucena, por Asdrúbal Aguiar

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correoaustral@gmail.com

Me resisto a toda consideración jurídica y formal sobre el nuevo golpe de Estado que, en sucesión del acometido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y les cuesta sanciones individuales internacionales a sus jueces por enemigos de la democracia, ahora llevan a cabo las rectoras electorales, suertes de “tarazonas” de Nicolás Maduro. Algunos se dejan traicionar por el leguleyismo, arguyendo su nulidad de pleno Derecho como si acaso un golpe constitucional fuese algo jurídicamente debatible, antes que aceptación oblicua del macabro juego de la dictadura.

La convocatoria por éste de una suerte de constituyente comunal a fin de apalancarse en el poder por sobre la sangre de los centenares de muertos y heridos que ya deja a la vera su labor represora: su masacre de jóvenes que representan el futuro del país, y la autorización por aquéllas del esperpento electoral que desde ahora organizan a la medida de quien  se encuentra incurso en crímenes contra la Humanidad, quedará registrada dentro de las ignominias ocurridas en la historia republicana de Las Américas.

Las innombrables Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Socorro Hernández y Tania D’Amelio, habrán de responder por este otro acto de violencia contra la soberanía popular venezolana y contra la mayor conquista democrática alcanzada por ésta desde la Constituyente de 1947, a saber, el derecho al voto universal, directo y secreto, es decir, un voto, una persona, y un derecho al voto para todas las personas, sin distinciones ni separaciones de origen u oficio.

Esa regla tan elemental, que incluso respeta en su momento la heterodoxa constituyente que organizara Hugo Chávez Frías en 1999, padre de nuestra tragedia actual y causante del felón quien ahora entierra sin honores su obra constitucional, desaparece por obra de las inefables rectoras, por meras cagatintas de la dictadura.

Que Maduro invoque artículos y los manipule con aviesa conducta de estafador de la legalidad, pues manda dentro de un régimen de la mentira – diría Piero Calamandrei –  y le hace decir a la constitución y las leyes lo que no dicen ni permiten, en modo alguno purifica lo que es, repito, un atentado al orden democrático, una ruptura del pacto que nos rige a los venezolanos, un golpe de Estado más, tan simple como eso.

Intentar crear una asamblea de comunas a la medida, con representantes de grupos sociales escogidos a dedo por el dictador – en una suerte de mal calco del corporativismo de estirpe fascista mussoliniana – a fin de, otra vez y por enésima vez, refundar la república y nuestro sistema constitucional, implica, sin lugar a dudas, la continuación, ahora a manos de la rectoras electorales, del golpe sistemático de Estado que ejecuta desde diciembre de 2015 el cártel que ha secuestrado a Venezuela. Y no exagero ni vilipendio, a pesar de que aquél y éstas arguyan que la imponen como un camino “para la paz que nos merecemos”, a saber, la paz de los sepulcros que abren a diario en todos los cementerios de Venezuela.  

El prestigioso The Washington Post ha sentenciado, no por azar, que «Venezuela está gobernada por el más poderoso cártel del mundo».

Lo esencial salta a la vista, como razonamiento elemental. Si la Lucena, directa responsable, junto a sus colegas, de la prohibición de una salida constitucional y electoral oportuna – el referendo revocatorio y la elección de gobernadores – que conjurase la violenta crisis que provoca el golpe de Estado ejecutado por los jueces constitucionales para desconocer a la Asamblea Nacional y sus competencias de control y de legislación, ahora hablan de elecciones a la “medida” para que se logre la paz, ellas son las responsables de la masacre que ejecuta Maduro. Los muertos, heridos, torturados y presos tienen como agentes materiales a Guardias Nacionales, Policías Bolivarianos y grupos paramilitares; pero la espoleta de la granada que mancha de sangre inocente a la geografía patria, es el efecto de las prohibiciones de CNE, negando y posponiendo «sine die» los actos electorales constitucionalmente previstos, para salvar a la cabeza del narco-andamiaje en que ha mudado el Estado venezolano.

En suma, lo que al término cabe señalar como corolario es que si Maduro enloqueció por incapaz de pagar el costo de su salida junto a sus colaboradores, implicados en crímenes de tráfico internacional de drogas al que se suman los asesinatos del pueblo que han aprisionado a la manera de escudo protector, son responsables de todo ello las rectoras del CNE. Son culpables de la tragedia que nos enluta, por serviles, por indignas de ocupar las sillas de un poder del Estado cuya autonomía relajaron para entregarlo a manos del despotismo criminal e iletrado.

Les llegará su ergástulo, a manos de la Justicia, cuando venga de regreso, muy pronto. No podrán dormir hasta entonces.

¿Voto universal, directo y secreto?, por José Toro Hardy

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«Nuestra Constitución, una de las mejores del mundo, está blindada de cualquier capricho personal, de cualquier capricho de un grupo, de una secta o de un grupo político. Hoy en Venezuela para cambiarle una coma, un punto, una letra a nuestra Constitución bolivariana, nadie puede hacerlo; el único que puede hacerlo es el pueblo venezolano en Referendo nacional». Las anteriores fueron palabras textuales pronunciadas por el presidente Hugo Chávez.

La Carta Magna en su Artículo 347 establece que el pueblo -único depositario de la soberanía y del Poder Originario-  puede, como un todo, convocar una Constituyente para cambiar la Constitución; pero, tal como lo dijo Chávez, ese cambio no puede ser el resultado del «capricho personal, de cualquier capricho de un grupo, de una secta o de un grupo político». El sufragio libre, universal, directo y secreto, es la forma como el Poder Originario -el pueblo-  se expresa.

Pero ahora, «un grupo político», que ha perdido el favor del soberano, pretende llevar a cabo una Asamblea Nacional Constituyente convocada por el «capricho» de Maduro, sin referendo previo, con elecciones  para escoger 540 diputados, 364 de ellos en votación por municipios y 176 por sectores.

Dos consecuencias: se anula el voto universal, directo y secreto y se regresa a elección de segundo grado. Es un proceso diseñado para que el voto chavista valga más que el del resto del país.

La trampa es obvia. En democracia la regla de oro es el principio de una persona un voto. Todas las encuestas muestran que bajo ese principio, de los 540 diputados a elegir cerca del 80% corresponderían a candidatos opuestos al gobierno.

Por eso el régimen pretende que 176 diputados sean elegidos por trabajadores, campesinos, estudiantes, personas con discapacidad, indígenas, pensionados, empresarios, comunas y consejos comunales, que serán calificados por el CNE. En ese sentido apunta la sentencia 355 del 16 de mayo último en la cual  la Sala Constitucional permite la elección de Juntas Comunales sin comicios universales.

El  Decreto 2.830 de Maduro del 1 de mayo establece:

«Artículo 2. Los y las integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente Originaria serán elegidos o elegidas en los ámbitos sectoriales y territoriales …»

En Venezuela existen más de 300 municipios. Las últimas elecciones de Concejos Municipales tuvieron lugar en  el 2013.  El oficialismo controlaba el 77% de las alcaldías, sobre todo en pequeños poblados. Si a cada una de ellas se le asigna la elección de un diputado, terminarían eligiendo un número desproporcionadamente alto de asambleístas en relación con su población. El voto de un habitante del Municipio Maroa en Amazonas valdría 394 veces más que el de un habitante del Municipio Sucre en Miranda.

Es pues evidente que el Decreto pretende poner la elección de los constituyentes en manos de un electorado cautivo. Ello está en abierta contradicción con el artículo 63 de la Constitución que establece:

«Artículo 63. El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional».

La forma de convocatoria establecida en las bases comiciales pretende romper el blindaje que se estableció en la Carta Magna para impedir que a la misma se le pudiese cambiar «un punto, una coma, una letra» de espaldas a los mecanismos establecidos en la misma.  El objetivo es que el régimen, que representa apenas a una minoría de los venezolanos, pueda mantenerse indefinidamente en el poder. Estamos pues frente a una amenaza fundamental contra la democracia.

Están jugando con fuego. Lo hacen además en momentos en que el soberano, que es a la vez el Poder Originario, lleva ya casi 2 meses volcado en las calles en manifestaciones masivas que se extienden por todo el territorio nacional. El pueblo está protestando contra un régimen que ha hundido a más del 80% de los venezolanos en la pobreza y, a un 50%, los ha condenado a la pobreza extrema.

A la referida Constituyente se opuso ya la Fiscal General y ahora lo hacen dos Magistrado del TSJ, Danilo Antonio Mojica y Marisela Godoy, quienes sostienen que tal iniciativa “sin la aprobación del pueblo, compromete la soberanía popular y la aniquila» y ruegan a Maduro no seguir enlutando a Venezuela. Otros se sumarán.

Al respecto conviene recordar lo que establece nuestra máxima Ley:

«Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.

En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia».

 

@josetorohardy

Fefarven: Imponer Constituyente de manera sesgada aumentará la conflictividad

FreddyCeballos

 

La Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) emitió un comunicado en el que rechaza la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y lamentó la perdidas humanas, no solo en el marco de la protesta, sino también por la falta de medicamentos básico.

«Lo incomprensible, es tratar de imponer una Asamblea Nacional Constituyente a la medida de sus necesidades, que no es otra que mantenerse en el poder, desconociendo los preceptos constitucionales ampliamente dirimidos por todos los sectores», indicó en el texto la Federación.

Consideran que la actual constitución es el «peor enemigo» del gobierno, pues al no contar con el apoyo de la mayoría, les es imperativo establecer unas bases comiciales que los favorezcan, haciendo evidente que la elección no sería universal, directa y secreta.

«Seguros estamos que imponer esta Constituyente de manera sesgada aumentará la conflictividad y alejará cualquier solución probable», indicaron.

Cuestionaron que el apoyo a este tipo de medidas por parte de sectores del Estado, caracterizados por su independencia o autonomía, quienes tienen en sus manos favorecer las respuestas que requiere el país y forzar el entendimiento para detener la pérdida de la República.

A continuación el comunicado completo:

Fefarven