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Medianálisis | Bajo nivel adquisitivo y fallas en conectividad potencian desinformación en Venezuela
Expertos señalan que las alianzas entre medios informativos, instituciones y organizaciones no gubernamentales son fundamentales para vencer la censura y limitaciones en el acceso a la información

Por: Verónica Bastardo e Ysabel Viloria

En el estado Mérida,, María Fernanda Rodríguez pasa el día “pescando” señal con su teléfono celular. Es periodista de El Pitazo, uno de los medios digitales bloqueados en el país por los proveedores de internet bajo órdenes de la administración madurista. Además del consumo de su teléfono en búsqueda de conectividad, reduce su rendimiento la continua descarga y actualización de VPN para acceder a su medio de trabajo.

Para finales de 2019, el estudio de penetración y usos de internet que realiza Tendencias Digitales arrojó que 65 % de los venezolanos tiene acceso a internet, un aumento con respecto al registro del año anterior, pero aún tres puntos por debajo de la media en la región latinoamericana. El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) suma a esa cifra que quienes tienen conectividad lo hacen de manera reducida:

“La velocidad de internet en Venezuela sigue debilitándose y perjudicando las libertades informativas de los ciudadanos. Según los datos recabados por el Laboratorio de Mediciones de Internet (MLAB) y analizados por IPYS Venezuela, entre enero y septiembre de 2019 el promedio de navegación en internet en el país, en los servicios fijos de redes domésticas y comerciales, fue de 1,2 megabit por segundo (mbps)”.

 

En Venezuela cuesta tener conectividad a internet y acceder libremente a medios informativos para mitigar los efectos de la desinformación. Cuesta dinero, esfuerzo y hasta un poco de suerte, a pesar de que en 2011 la Organización de Naciones Unidas declaró que el acceso a internet forma parte de los derechos fundamentales de los ciudadanos en la era de la información.

La conexión ideal

Luis Carlos Díaz, explica que para estar informado adecuadamente, el ciudadano necesita una conexión a internet continua y de calidad. “Entonces aquí empiezan los problemas, porque nuestra conexión es muy lenta o en ocasiones no se tiene la capacidad para pagar datos móviles de forma continua (por los altos costos). Eso hace que el servicio sea a cuentagotas”, señala.

Asimismo, se suman otras condiciones que parecieran básicas, pero en el entorno venezolano se hacen invaluables: el uso de equipos que permitan establecer la conectividad a internet (teléfonos, tabletas y computadoras) y el servicio eléctrico necesario (pero precario e inconstante en el país).

El Observatorio Venezolano de Servicios Públicos reporta que 69,5 % de sus consultados en el país valora negativamente el servicio de energía eléctrica porque “tiene muchos bajones” y otro 35,9 % indica que esos incidentes dañan los equipos eléctricos. También señalan que 22,9 % se queja de tener interrupciones del servicio varias veces al día -todos los días- y otro 17,4 % denuncia que el problema ocurre todos los días.

Costos de la información

Expertos coinciden en que el acceso a la información es posible cuando se disponen de equipos necesarios. Pero de acuerdo con la Encovi 2020, el promedio de ingreso diario del venezolano equivale a 0,75 dólares. Además, 79,3 % de los ciudadanos no tiene cómo cubrir la canasta básica de alimentos, ya que 54,6 % tiene un ingreso de $ 1,9 o menos diario, y 75,8 % de $ 3,2 o menos al día.

Bajo esas condiciones económicas se hace compleja la adquisición o reposición de los equipos mínimos necesarios para acceder a la información, ya que en el caso de computadoras los costos oscilan entre 80 y 500 dólares (dependiendo de condiciones y características), mientras que los teléfonos celulares varían sus costos entre 30 y 300 dólares, según su uso y especificaciones.

Lea la nota completa en Medianálisis

 
Feb 05, 2019 | Actualizado hace 5 años
Términos al traste, por Maria Andreína Muñoz-Tébar

HE PODIDO SUFRIR EN VIDA y liquidez monetaria propia la terrible censura a la que se han visto sometidos los medios de comunicación venezolanos.

En vida tengo en casa cuatro aparatos de televisión bien antiguos, por cierto, que han quedado de adorno para lo que llaman el entretenimiento y relax después de una jornada de trabajo. ¡Sí! Continúo encendiendo el que apunta a mi comedor, pero por mera necesidad a mi vocación periodística y realidad ciudadana. Mis tres hijos, dos de los cuales lamentablemente tuvieron que emigrar y espero de vuelta pronto, una todavía estudiante de comunicación social, deben extrañar a esa mamá que mientras almorzaba encendía el canal que antes era de todos los venezolanos. La programación y la pantalla de este canal me sirvió de mucho para mostrarles con carcajadas, gritos y comentarios míos incluidos, lo que significa vivir en democracia, opinar con intelecto, formarse para saber nutrir a una sociedad con muchas más pulgadas de las que ofrece un simple aparato de televisión que transmita el producto de un medio: panfletario, alienado, comprado, luchador, censurado.

Soy mujer de medio. Entiendo todos y cada uno de los términos.  

En cuanto a la liquidez me negué a seguir y aceptar propuestas de trabajo apetitosas para mi cuenta “corriente”. Y vaya que debe ir entre comillas esa palabra. Porque lo #Trending, lo #In, lo #Corriente era que aceptara. ¡Cuántas dificultades hubiese yo podido evitarle a mis hijos! ¡Qué paisajes y destinos!, ¡Qué propiedades! ¡Qué les cuento del saldo que mostrarían mis cuentas “corrientes”!

Muchos que me leen pensarán que soy rolo de gafa y tarada. Ellos, quienes asienten ante mi comentario anterior, no los quiero como venezolanos. Así de sencillo. Sean amigos o conocidos.

Y me reinventé. Y no soy millonaria. Y paso trabajo. Y soy decente. Y sigo en Venezuela.

Y no soy única. Porque en el apartamento de al lado vive una pareja fenomenal, talentosa, formada y trabajadora que hace milagros para seguir echando “palante” viviendo en su patria con la tristeza de tener a sus dos hijos lejos. Porque Marielena, quien me ayuda en casa, trata de garantizarle a su muchachito Gabriel sus estudios trabajando por día; a punto estuvo de no poder comenzar su año escolar porque no había con que comprarle la camisa del uniforme. Porque mi amiga Mary Montes, La Lavaud, mi amigo Carlos y mi amiga Sonsoles, ellos que cruzaron el mural en piso de Cruz Diez, también se reinventaron en condiciones aún más difíciles, en tierra ajena; y siguen luchando por una “Venezuela Bella”. Para ellos NO es una misión política y jalada por los moños. Para ellos es Justicia, es Sentir Ciudadano, es Retorno. Y qué decir de @alfredoromero y @himiobsantome quienes no descansan un minuto por aquellos presos en dictadura. Y la lista crece, y crece, y se haría interminable al mencionar a tantos presos políticos y comunes.

Y todos, los de allá y los de acá, nos expresamos por las redes sociales. Las únicas libres. Esas que nos permitieron saber de los robos descomunales publicados por @armandoinfo, de los asesinatos y faltas a derechos humanos publicados en @runrunesweb . Las que permiten que escuchemos los editoriales y noticias mañaneras de @cmrondon luego de haber sido callado en “revolución”. Las reflexiones de @manriquehector, @leonardo_padron

Qué más da qué tan famoso seas. Tu fama es tu nacionalidad: venezolano. Tú tienes derecho a expresar lo que sientes y te rodea. Tú cuentas. Tú vales.

Cada minuto de un venezolano es historia, es llamado a un cambio, es grito de libertad. Qué más da tu redacción, si tienes o no errores ortográficos, si fuiste o no chavista. Si sigues a María Corina, si aún crees en Henrique Capriles. ¡Exprésate!

Pero hazlo con un unísono objetivo: Venezuela Libre, mejores valores, mejores ciudadanos y mejores gobernantes.

Procura seguir el orden anterior.

Y aquí me refiero al título.

Nunca llamemos Guerrilla Comunicacional a la expresión de un pueblo que se quiere libre. Al traste términos que per sé brindan poco progreso a una sociedad

Hablemos en tiempo presente.  

Hablemos de “Venezuela”.

Una sola palabra.

Sencillito.

La Venezuela libre, productiva y honesta que todos soñamos.

Quien me lee tendrá que ser garante de que los tres adjetivos anteriores se cumplan a futuro, y a la perfección.

 

@dremunoztebar

Filosofía Zen para llamadas de Whatsapp, por Reuben Morales

 

Comunicarse con un fallecido jugando a la ouija es más estable que mantener una llamada de whatsapp. Los niveles de rabia generados por estas llamadas pueden ser comparables a cuando uno está enjabonado y se va el agua. Por eso le traemos un pequeño tratado de filosofía Zen para encarar una llamada de whatsapp. Recuerde: se enfrenta a una tecnología capaz de enfurecer al mismo Dalai Lama. Por ello, cuando vaya a hacer una llamada de whatsapp, comience por tomar un té de valeriana, haga yoga y medite una hora.

 

Lo primero es imaginarse que mantendrá una conversación con un niño de 5 años. Usuario de llamada de whatsapp que se respeta, siempre pone la llamada en altavoz y habla mientras hace otra cosa. Por tanto, usted en verdad hablará con la mitad del cerebro de la otra persona.

 

Segunda recomendación: baje su nivel de exigencia al mismo nivel de cuando piensa comer en un terminal de autobuses. Va a satisfacer una necesidad corporal básica. Si usted está pensando hablar por whatsapp mientras mantiene su laptop pegada al wifi, prende la cámara para hacer videollamada y además camina por toda la casa, usted está en drogas. Es como exigirle a Maduro que hable inglés. ¿Qué cree usted? ¿Qué vive en el Halcón Milenario de Han Solo? ¿Qué está dentro del traje de Iron Man? Entienda algo: su router de internet por poco no dice “Fisher Price”.

 

Tercera sugerencia: haga su vida alrededor del router de la casa. Una llamada de whatsapp solo corre a la perfección si usted es siamés del router. ¡Y no se aleje! Si la llamada es del exterior, podría estar en juego una remesa.

 

Ahora, si usted es una persona que no puede quedarse quieta mientras habla por whatsapp, le tenemos otros tips, pues usted está a punto de entrar a la dimensión de los mosaicos auditivos.

 

En primer lugar envíele un correo electrónico a la persona a quien llamará por whatsapp. En éste escriba una lista de los temas a tocar en la llamada, el orden y la duración de las intervenciones de cada quien, cual asamblea de la ONU. Si no lo hace, llame, pero entonces siga esta otra recomendación: ¡Jamás llame a una persona que no se calla! Tratar de interrumpirla mientras habla por whatsapp generará más confusión que la ropa de Maluma. Sea sensato y llame a alguien que haga pausas cada cuanto. Déjela hablar y hablar hasta que ella misma exclame: “¿Estás ahí?”. En ese momento sabrá que es su turno.

 

Aunque hay llamadas de whatsapp peores: cuando ambas personas se están moviendo con sus respectivos celulares. Esa llamada se corta tanto, que uno termina jugando un crucigrama auditivo. Palabra que dure un segundo, vaya después de “voy a buscar el” y antes de “de zapatos”… ¡Claro!… ¡La palabra “Par”!… ¡Correcto!… ¡Voy a buscar el par de zapatos!

 

Pero no todo es culpa de uno. A veces se puede estar en medio de una llamada de whatsapp donde todo fluye de maravilla. De ésas donde uno se inspira y empieza a echar un cuento y habla… y habla… y habla… hasta que de repente suena “tu, tu, tu”… Sí… a la otra persona le entró una llamada de verdad.

 

Ese momento cuando te dejan hablando solo, es más humillante que tener sexo en medio de un racionamiento de agua, que de golpe la pongan y haya que pararse a llenar los tobos. Por ello tomas una determinación: trancas la llamada. Entonces whatsapp te presenta una encuesta: “¿Qué tal te pareció la llamada?”. Uno busca la opción que dice “&%$·&%&)(/^*?”, pero no aparece.

 

Dichos acontecimientos te obligan a retirarte de por vida del mundo de las llamadas de whatsapp. Ellas y tú no nacieron el mismo día. De ahora en adelante solo mandarás notas de voz. Por ello te envalentonas y mandas la primera. Grabas uno… dos… tres minutos… y cuando comienzas a cerrar la idea, lo peor. Entra una llamada de whatsapp y te corta la grabación. Entonces respiras… tomas un sorbo de té de valeriana… contestas la llamada… y todo vuelve a empezar.

 

@reubenmorales

UCAB y ProDiseño se unen para ofrecer diplomado en diseño e innovación social

 

Impulsado por  la Universidad Católica Andrés Bello UCAB, conjuntamente con la Escuela de Comunicación Visual y Diseño Prodiseño se estará presentando una nueva edición del Diplomado en Diseño e I​nnovación S​ocial. 

Desde el Viernes 16 de marzo y hasta el  sábado 30 de junio de 2018 se estará realizando la sexta edición del diplomado, el cual está dirigido tanto a profesionales y estudiantes (del último año de carrera) de diseño, arquitectura, diseño industrial y comunicación social, como a los de cualquier carrera humanística o científica.

El trabajo articulado en equipos multidisciplinarios es la base para abrir los caminos hacia esa sociedad de la inclusión, la solidaridad y la vida sustentable propuesta en el objetivo de este programa académico.

Los casos de estudio abordados durante el curso serán ejercicios de inteligencia colectiva, diálogo y promoción del bien común. La intervención en las comunidades convierte a los participantes en generadores del cambio social.

Para formar parte de este modo de confrontar el diseño y la cultura, de exponer las ideas y los productos, y de conectar con redes globales académicas y profesionales puedes encontrar más información en www.prodi.com.ve  e info@prodi.com.ve

 

 

Manual para hablar con un hombre, por Reuben Morales

HombreyMujer

 

La verdadera raíz de las discusiones maritales está en la interpretación errónea que ambos tienen sobre lo que dice el otro. Utilicemos el siguiente ejemplo. Ella llegará tarde para almorzar. Por eso deja cocinado un arroz en la mañana para aligerarle la carga del mediodía al esposo. Ella se va y antes de salir de la casa, dice: “Amor, dejé el arroz hecho”. De esa frase clave, una cosa es lo que ella cree haber dicho y otra, lo que uno entiende.

Esto es lo que ella cree haber comunicado cuando mencionó la frase “Dejé el arroz hecho”: “Amor, como tú llegarás antes con Tobías, me planifiqué y dejé el arroz listo. Solo debes calentarlo un poco y ya. Prepara tú la carne. Recuerda que a mí me gusta almorzar con ensalada. Así que saca un pepino y un tomate y córtalos en rodajas. Acuérdate de echarle limón. Obviamente, pon la mesa. A ti y a mí, colócanos los individuales amarillos y los cubiertos. A Tobías ponle el individual de Avengers porque ayer comió con el de Trolls. Recuerda que él come con cucharita. ¡No la de echarle azúcar al café! Es la otra más grandecita. Nos pones vasos a todos. Recuerda poner la jarra de agua en la mesa para no pararme en medio de la comida a servirme más. ¡Ah! Y como yo saqué la olla para hacer el arroz, cuando llegue, deja la olla limpia y escurriendo en el lavaplatos”.

Ahora cambiemos de bando. ¿Qué entiende uno cuando escucha la frase “Ahí dejé el arroz hecho”? Esto es lo que entiende uno: “Ahí dejó el arroz hecho”. Punto.

¿Cuál es el resultado de esta confusión al llegar el mediodía? La olla queda con medio arroz metido allí adornando la cocina. Uno hace carne, pero no ensalada porque es más fácil resolver eso comiéndose una fruta de postre. Los vasos llenos de agua llegan a la mesa, pero no así la jarra. Tobías come con la cucharita del azúcar y sin individual, pues para eso la mesa tiene mantel. Ambos almorzamos y de inmediato nos cae el inclemente peso de la hora del burro. La poca energía restante solo alcanza para llevar los platos al fregadero y dejarlos ahí para lavarlos más tarde. Nos vamos a dormir una siesta. Ella llega a casa. Arde Troya.

Amiga, lo que pasa es que ustedes creen tener un wifi cerebral al que todos estamos conectados las 24 horas descargando sus datos. La realidad es otra. Nosotros apenas tenemos una antena de radio AM (y a veces no agarra señal). Por eso, la próxima vez que quiera girarle instrucciones a un hombre, sea MUY explícita. “Amor, ahí dejé el arroz hecho. Al lado de la olla está la tablet. Ahí hay un video tutorial de lo que debes hacer. En la computadora hay unas láminas de powerpoint con los pasos a seguir. A tu whatsapp mandé una nota de voz con las instrucciones. También mandé un video explicando lo mismo por si acaso eres más visual que auditivo. En el video explico todo como una aeromoza de avión. También te lo mandé por escrito. Recuerda que si no haces lo que dicen los dispositivos, llegaré muy molesta. Tan molesta, que si te veo durmiendo, te voy a despertar de un empujón y no me voy a callar la boca toda la tarde recordándote que la pusiste”.

Otro consejo es que por favor se borren de la cabeza la palabra “obviamente”. Cuando ustedes se digan a sí mismas en su cabeza algo como: “obviamente quise decir que llevara la jarra de agua a la mesa”, hagan lo siguiente. Rebobinen su cerebro, identifiquen la palabra “obviamente”, entiendan que nunca escuchamos eso y procedan a repetir la información oralmente y en voz alta como para un niño de tres años. Gracias.

Si no, más fácil: no hagan ningún arroz. Eliminen ese plan. ¡Déjennos morir de hambre! Digan: “No vengo a almorzar. Resuelvan ustedes”. Esa frase será motivación suficiente para que el hombre se emocione, sonría y tenga el pensamiento más placentero que haya tenido en su día: “¡¡Hoy toca hamburguesa en la calle, sííííí!!”.

@reubenmorales

Diálogo y negociación, raspados en comunicación, por Edward Rodriguez

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Un mal sabor. Eso es lo que deja en los venezolanos la palabra “diálogo”, y si es pronunciada por algún dirigente político, el sabor es comparable con la mismísima hiel.

Si mañana el Papa Francisco anunciara que las reuniones serán en el Vaticano, en el mero centro de la capilla Sixtina; de inmediato nos invadiría la duda o le buscaríamos un pero debido a la falta pulcritud en el proceso.

No está mal tal desconfianza porque no es más que el resultado de tantos engaños por parte del Gobierno; y peor aún, por las increíbles “novatadas”, para no decir, metidas de pata de la oposición tal como ocurrió la semana pasada cuando el canciller de Francia anunció la reunión en República Dominicana.

Luego de las palabras del diplomático, nos dieron la primera cucharada amarga: los voceros de la MUD negaron el encuentro; pero el Gobierno lo daba por hecho; al tiempo que dirigentes como Julio Borges; Luis Florido, sin pasaporte; y Manuel Rosales, con prohibición de salida del país; iban rumbo a la isla del Caribe a encontrarse con los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, entre otros convocados.

Un meme de Borges y Rosales práctica y tímidamente asomados en el salón de algún hotel u oficina gubernamental de República Dominicana, confirmaba a los venezolanos que sí había reunión.

No existió información clara, veraz y creíble de dicho encuentro, como diríamos en el periodismo no se logró responder las cinco Wh: qué, cómo, cuándo, por qué y para qué. En mi opinión esta es una de las principales fallas que tiene la oposición venezolana cuando trata el tema del diálogo, tienen una serie e ineficiente forma de COMUNICAR.

La comunicación es vital en la estrategia para la negociación, la opinión pública y los ciudadanos deber recibir una batería de mensajes, por demás creíbles en  su contenido. Eso no quiere decir que se tenga que comunicar todo.

Si nos remontamos al 2002 a la mesa de diálogo del gobierno y oposición, todas las tardes recibíamos un parte informativo con el vocero calificado para ese conflicto, el expresidente César Gaviria, quien con su peculiar entonación informaba brevemente y sin muchos detalles sobre las reuniones, y a medida que el tiempo se prolongaba, unas veces subía el tono y otras daba más detalles de lo acordado.

Al final de lo que se trataba era de llegar a acuerdos; en ese entonces se logró el Referendo Revocatorio que ganó Chávez con todas las de la ley.

Es mentira que se va una negociación de manera voluntaria, tal como suele suceder en la vida personal, usted va al médico cuando se siente mal, usted acude a un abogado cuando quiere finalizar un contrato inmobiliario; así ocurre desde hace más de un año con el Gobierno de Maduro, un sector quiere negociación, pero piden llegar al 2018, año de las elecciones presidenciales; otro no quiere absolutamente nada sino la permanencia en el poder, sin embargo, la crisis los ha obligado acudir a la negociación.

Sin comunicación, del tipo que sea, no hay negociación. El control de la comunicación  es, por consiguiente, una habilidad necesaria para controlar el curso del proceso negocial, tal como lo señala Alfred Font Barrot en su libro “Curso de negociación estratégica”.

Cierro este artículo recordando que el silencio también comunica, solo que en el caso venezolano no ha sido el silencio sino las contradicciones de los voceros, los engaños y la falta de asertividad lo que le ha ganado a la comunicación. Si se pierde el control de la comunicación, se pierde el control de la negociación.

 

@edwardr74

Nueva plataforma de comunicación abrió sus puertas al mundo digital: Fedecámaras Radio

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La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela -FEDECÁMARAS-  abrió sus puertas al mundo digital con el lanzamiento oficial de su nueva plataforma de comunicación, Fedecámaras Radio, un medio que busca abrir nuevos canales de información que permitan rescatar y afianzar principios y valores vitales en el desarrollo económico y social de nuestro país.

El segundo vicepresidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, dio inició al lanzamiento oficial de este medio digital, agradeciendo el apoyo de todos los que trabajaron arduamente para lograr que Fedecámaras Radio fuese una realidad, con un «se cumplió el sueño» dio comienzo a su discurso donde hizo hincapié a la necesidad de que existan más libertades en los medios de comunicación, Cusanno expresó que el país se encuentra en un momento donde se necesita estar informado y para esto se debe abrir nuevos canales de información asegurando que este es “un proyecto hecho en Venezuela por venezolanos y para venezolanos”.

Fedecámaras Radio cuenta con un grupo de reconocidos profesionales de la comunicación y una variada parrilla de programación: Aymara Lorenzo, Fran Monroy, Luz Mely Reyes, Anabella Abadí, Ginette González, Carlos Henrique Brandt, Javier Ignacio Mayorca, Andrea Ballesteros, Omar Lugo, Nelson Eduardo Bocaranda, Reinaldo Pulido, son algunas de las voces que podrán escuchar a través de fedecamarasradio.com.

El presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, aseguró que se encuentran muy orgullosos de esta iniciativa pertinente y oportuna: “Venezuela necesita hablar y divulgar nuestras potencialidades” y Fedecámaras Radio llegó para ser una ventana de emprendimiento, trabajo y orgullo productivo, afirmó. Martínez hizo énfasis a que se debe recuperar la libre expresión como ejercicio democrático y responsable, fuente de diálogo y conciliación para mejorar nuestro futuro.

La digital de Economía y negocios realizó una alianza con grandes portales como Actualidad Laboral, El Estímulo, RunRun.es, Efecto Cocuyo, Petroguía y un conjunto de jóvenes profesionales de varias universidades que harán posible esta iniciativa. La modernidad y las nuevas tendencias tecnológicas en información es lo que ofrece Fedecámaras Radio.

En el evento participaron personalidades de la talla de Nelson Bocaranda, quien insistió en la importancia de abrir nuevos espacios informativos y trabajar en pro de mantener la libertad de expresión en el país. El cantautor Aquiles Báez también estuvo presente y deleitó a los asistentes con sus mejores composiciones y la interpretación de «La Montaña», parte de su nuevo repertorio musical. El profesor Briceño cerró el evento inaugural haciendo honor a su humor negro relatando la importancia de quedarse y seguir apostando por Venezuela.

Fedecámaras Radio viene a brindar información, promover la cultura empresarial elevando la voz de las organizaciones gremiales y por sobre todas las cosas fomentar la libertad de expresión, sembrando valores de trabajo, productividad, contribuyendo con el fortalecimiento y la construcción de un mejor país. Debemos impulsar a Venezuela por el sendero del desarrollo y desde este medio de comunicación apostamos a un futuro y progreso y desarrollo sostenible.

Pueden seguirnos a través de nuestras redes sociales como @FederadioVe y entrar a nuestro portal web www.fedecamarasradio.com

 

 

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Arrival: extraterrestres en Maracay, por Isaac Nahón Serfaty

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Arrival la más reciente película del director canadiense Denis Villeneuve, trata de un encuentro del tercer tipo con una civilización extraterrestre. Doce naves en forma de gigantescos menhires (esas grandes piedras alargadas verticales tipo Stonehenge) se posan sobre distintas geografías del planeta Tierra causando una conmoción global. Una de las locaciones escogidas por los alienígenas es Maracay (Venezuela). En la película se muestran escenas de los tumultos y disturbios causados por la presencia de la extraña nave sobre la llamada Ciudad Jardín.

La trama del film se centra en el problema de la comunicación (o la incomunicación) entre los seres humanos y los alienígenas. Una lingüista llamada Louise (interpretada por Amy Adams) rompe las barreras de lenguaje y logra establecer una “conversación” con los extraños visitantes. En alguna medida, Arrival es toda una metáfora de la tragedia venezolana. Quién sabe por qué el guionista escogió a Maracay como uno de los sitios sobre los cuales permanecen suspendidas las naves-tótem. Pero cuando un venezolano mira la película no puede dejar de pensar en la terrible situación del país. No puede dejar de sentirse identificado con la imposibilidad de entendimiento que se plantea entre los humanos (la gran mayoría de los venezolanos) y esos seres tan particulares que representan el régimen malandro que desgobierna Venezuela. Además, el hecho que Maracay aparezca en la película le agrega una dimensión particular a la metáfora. ¿Será que Villeneuve pensó en Tarek El Aissami y sus huestes corruptas y violentas? ¿Se habrá inspirado en las famosas “zonas de paz” que el gobernador de Aragua entregó a bandas criminales y que ahora tratan de recobrar masacrando a la gente con las trágicamente famosas OLP?

Hay una gran diferencia entre Arrival y la tragedia venezolana. Cuando finalmente Louise, la lingüista, logra comprender el lenguaje de los alienígenas, entiende que ellos han venido a la Tierra a ayudar a la humanidad. En la película se aborda el asunto de la interpretación y el malentendido como obstáculo para una buena comunicación. Por ejemplo, la palabra “arma” (weapon en inglés) no tiene el mismo significado para los extraterrestres que para los humanos. Los visitantes del universo consideran “arma” cualquier instrumento u objeto que pueda servir de ayuda para alguien o algo. De hecho, ese malentendido casi genera un gran conflicto en la película.

Sin embargo, en el caso venezolano los “alienígenas” que se han apoderado del país no han venido a ayudar a la gente, sino a causar destrucción y generar beneficios para ellos y sus allegados. Cuando usan la palabra “arma” (les encanta repetir que representan una “revolución pacífica pero armada), se refieren a la violencia simbólica y física que ejercen sobre los venezolanos. El Arrival venezolano es la metáfora distópica de unos invasores parasitarios con los que resulta muy difícil dialogar. Si no fuera tan dramático, uno podría cantar a ritmo de chachachá : “Los marcianos llegaron ya…”.

 

 

*Profesor en la Universidad de Ottawa (Canadá) y coautor, con Meir Magar, de la novela La conjura del esplendor.