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Barack Obama

Ministro Padrino López se reunió con la FANB para discutir posibles amenazas contra el país

PADRINOLOPEZ

 

Vladimir Padrino López, ministro para la Defensa, discute este lunes con los comandantes de la Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI) sobre las “amenazas” contra el país. El titular explicó que evalúan la capacidad de “adiestramiento y dotación” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) frente a las supuestas agresiones de otras naciones.

“Nosotros, desde la FANB, rechazamos ese decreto infame que declara a Venezuela como una amenaza extraordinaria e inusual”, se refirió el titular sobre el documento, difundido por el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

Aseguró que también hay “factores” internos que buscan la intervención extranjera en el país.

“Si en tiempos de dificultades, que nos han impuesto para hacer sufrir al pueblo no nos unimos, entonces Venezuela está destinada a la violencia (…) Nuestra victoria es la paz, es nuestra lucha constante. Y rechazamos cualquier elemento de intervención extranjera, cualquiera que sea su instrumento”, acotó el ministro.

 

El chavismo, Donald Trump y la teoría del loco

EEUU-

 

Desde que Donald Trump anunció que sería candidato a la presidencia de Estados Unidos, abundaron los comentarios de que, si tenía éxito en su nominación, todo el mundo tendría mucho que lamentar, excepto por Rusia y la ultraderecha europea, que vería en él un aliado, y el chavismo y afines en Latinoamérica, que tendrían en él el villano perfecto. Trump es un empresario multimillonario, por lo que su perfil es fácil de atacar para el discurso anticapitalista. Estrenó su candidatura con un discurso fuertemente denigrante hacia los inmigrantes mexicanos, así que cabía esperar una enérgica reacción entre los movimientos del Foro de Sao Paulo, dada su desbocada defensa del orgullo latinoamericano de cara a un país que caracterizan como irremediablemente racista.

Llega la votación y Trump gana. En los casi tres meses que pasaron hasta el día de su toma de posesión, varios especialistas plantearon que es razonable al menos dudar de que el candidato sea igual al Presidente, y que una vez en la Oficina Ovalada, Trump se vería obligado a moderarse. Además, si el chavismo por sorpresa descubría que aun con un mandatario norteamericano de ese talante era posible mantener relaciones positivas que beneficien a ambas naciones, podía esgrimir que los intereses venezolanos están por encima de cualquier consideración sobre cómo se lleve Washington con el resto del mundo. Por todo esto pudiera decirse que tuvo algo de coherencia la prudencia del oficialismo venezolano hacia Trump por aquellos días.

Pero si hubo esperanzas genuinas de que las cosas siguieran ese curso, rápidamente se han ido desmoronando.  Trump ha sido rápido en indicar que, tal como prometió, habrá cero tolerancia con los inmigrantes ilegales, incluso si ello da pie para cualquier cantidad de incidentes de discriminación racial. Y en cuanto a Venezuela, hay que reconocer que Mr. President ha abordado el tema bastantes veces para un lapso de solo mes y medio, y si bien nunca con lujo de detalle, tampoco de forma favorable para el chavismo. Ha manifestado su supuesta preocupación por la situación humanitaria en conversaciones telefónicas con cuatro presidentes latinoamericanos; recibió en su despacho a Lilian Tintori y pidió personalmente la liberación de Leopoldo López; y, a pesar de que la medida fue producto de una investigación realizada durante el gobierno de Obama, manifestó en boca de su secretario del Tesoro su apoyo a las sanciones contra el vicepresidente El Aissami y Samark López.

A pesar de todo esto, pareciera que en las altas esferas del Estado venezolano no hablar mal de Trump es una regla tan dorada como la que prohíbe criticar al finado “comandante”. Nicolás Maduro, Tareck El Aissami y muchos otros han insistido hasta el cansancio en que toda esta “arremetida imperial” es parte del “coletazo” dejado por Barack Obama en su salida de la Casa Blanca. Supuestamente el expresidente está tan “obsesionado” con Venezuela que le dejó a su sucesor listas unas cuantas bombitas antichavistas imposibles de desactivar. Pero a Trump, ¡ni con el pétalo de una rosa! Como mucho han asomado que este se ha dejado manipular por la oposición venezolana (¡ah, el sempiterno oxímoron de unos escuálidos súper poderosos; esto me recuerda por cierto, a esos groseros afiches de propaganda nazi en la que los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS aparecían como marionetas de un rabino anónimo) y por la “ultraderecha yanqui, encarnada en Obama y Hillary Clinton” (¡¿?!).

Pero en Caracas reiteran, tras cada muestra de antipatía desde el otro lado, que ven una oportunidad de mejorar los vínculos con el “imperio”. La forma en que el chavismo trata de exculpar a Trump de lo que, según el punto de vista rojo rojito, serían sus desmanes, ya raya en la pusilanimidad. ¿Qué pasó con el discursito de antiimperialismo corajudo, que no baja la cabeza ante nadie? ¿Por qué de pronto se apaga?

Para responder a esta pregunta de la manera más conveniente debo volver a los días en que Trump apenas comenzaba su carrera en el mundo de negocios de Nueva York, y Maduro era un niño que vivía con sus padres en Los Chaguaramos. En la Casa Blanca estaba Richard Nixon, y uno de los aspectos clave de su política exterior fue lo que él mismo denominó madman theory o “teoría del loco”. Básicamente consistía en dar a entender a los líderes de países enemigos que Nixon era irracional, capaz de incluso oprimir el botón nuclear durante eventuales ataques de furia. La idea era intimidar de esta forma a contrarios y conseguir situaciones favorables a los intereses geopolíticos norteamericanos.

Ciertamente Nixon contaba con una trayectoria política que hacía hasta cierto punto creíble su actitud amenazante. De sus días como joven congresista, veinte años antes de la presidencia, es recordado por su retórica incendiaria contra cualquier tipo de izquierda y sus minuciosas investigaciones de supuestos infiltrados de los soviéticos en el Gobierno (era la época del macartismo). Como vicepresidente de Eisenhower, tuvo más responsabilidades de lo normal en política exterior, y fue uno de los principales impulsores de la noción de que más valía apoyar dictaduras sanguinarias con tal de que mantuvieran a raya los movimientos comunistas en sus respectivos países (algo que lo hizo pasar un rato amargo durante su visita a Caracas tras la huída de Pérez Jiménez).

Sin embargo, el Nixon presidente fue un hombre mucho más pragmático y flexible, influido por la Realpolitik de Kissinger y capaz de, por ejemplo, iniciar el establecimiento de relaciones con la China de Mao. Tal vez por eso la teoría del loco no dio resultado donde más le interesaba: Vietnam. Al final Estados Unidos retiró sus tropas del sureste asiático sin que estuviera garantizada la independencia del régimen pro Occidente, la “paz con honor” que Nixon muchas veces prometió. En efecto, las fuerzas comunistas tomaron todo el país apenas dos años más tarde.

No sé si el actual sucesor de Nixon busque con su conducta generar un efecto similar al pretendido por la teoría del loco y, de ser así, no creo que lo haga con Venezuela en mente. Sin embargo, es posible que el Gobierno venezolano se sienta ante Trump como Nixon quiso que Ho Chi Minh se sintiera ante él.

El cambio en Washington indica que el chavismo arremetía (y sigue arremetiendo) contra Obama porque sabía que, al contrario del cuento de la “obsesión”, el interés de este por Venezuela era sumamente marginal y que, en el peor de los casos, no pasaría de sancionar a uno que otro funcionario, como en efecto hizo. Pero entonces irrumpe Trump, un toro furioso e impredecible. El temor está basado en la ignorancia, en la incertidumbre, en no saber qué esperar de algo que se percibe como próximo. En resumen, el chavismo se ideó un enemigo mucho más poderoso que él, pero con la expectativa de nunca tener que enfrentarlo de forma peligrosa. Ahora no está tan seguro como antes de que no correrá ningún riesgo en tal lucha (si es que se puede concebir una lucha sin riesgos, pero ese es justamente el punto). Dicho de otro modo, es mejor bajarle dos, o cinco, o siete, o todo el volumen, al grito antiimperialista si no se sabe cómo reaccionará el imperio. ¡Cuánta valentía!

@AAAD25

Mar 11, 2017 | Actualizado hace 7 años
Trump despide a Fiscal que acusó a los sobrinos Flores

PreetBharara

 

Preet Bharara, fiscal de Nueva York nombrado por Barack Obama, informó que fue cesado este sábado desde su cuenta de Twitter. «No presenté mi dimisión. Hace unos momentos fui despedido», confirmó Bharara, quien añadió que este trabajo «será siempre el mayor honor de mi vida profesional».

La confirmación de Bharara llegó después de que se negara a dimitir pese a la orden del Departamento de Justicia que exigió este viernes la renuncia de 46 fiscales federales designados por la anterior administración demócrata.

La solicitud pilló por sorpresa a Bharara quien, según CNN, había recibido la confirmación de que continuaría en su puesto tras reunirse con el presidente en noviembre. La televisión afirma que, tras el encuentro, el mismo Trump invitó al fiscal a salir ante los medios y decir que «fui yo quien te pidió que te quedaras».

Bharara es un reconocido fiscal que se ha ganado la fama de independiente gracias a su manejo de casos de terrorismo internacional, corrupción y narcotráfico. Entre ellos el de los sobrinos de la presidencial venezolana, aún sin condena.

En la actualidad, su oficina trabaja en un caso contra un alto miembro del gobierno del gobernador demócrata de Nueva York, Andrew M. Cuomo, y supervisa una investigación contra gente cercana al alcalde de la ciudad, el también demócrata Bill de Blasio.

Un líder republicano del Senado en Nueva York, Brian Kolb, celebró la decisión de Bharara en Twitter señalando que «está haciendo el trabajo para el que fue elegido».

Los presidentes estadounidenses suelen ordenar a funcionarios de confianza que renuncien cuando asumen el cargo, pero en este caso la medida ha causado polémica en Washington al tratarse de una dimisión inmediata en bloque de los fiscales.

 

Maduro sigue sin atreverse a insultar a Trump

maduro

 

Nicolás Maduro insulta a Mauricio Macri de Argentina, a Mariano Rajoy de España, al secretario general de la OEA Luis Almagro y recientemente a Pedro Pablo Kuczynski de Perú, pero hasta no se ha atrevido a lanzar vejaciones contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Fiel a las enseñanzas de su padre político, Hugo Chávez, Maduro arremete verbalmente contra todo aquel que critica los pasos de la revolución bolivariana. A la persona que ose a opinar sobre la crítica situación venezolana le adosa calificativos como injerencista, cachorro del imperio, lame botas y pare de contar.

Pero curiosamente al máximo líder del mundo libre y principal responsable del llamado capitalismo salvaje no le ha arrojado las elocuentes frases cargadas de improperios que suele disparar contra sus adversarios.

Este jueves en el marco de un acto antiimperialista efectuado en el paseo de Los Próceres de Caracas, Maduro solo hizo una sutil recomendación al recién electo jefe de estado americano.

Le aconsejó a Trump que no siguiera los pasos de sus antecesores Barack Obama y George W. Bush. «Muchos aquí se han ido a calentar los oídos de la nueva administración de Estados Unidos para intervenir el país. Los poderes públicos tienen que actuar para defender la constitucionalidad del país», dijo.

Advirtió que los chavistas están dispuestos a todo para defender la soberanía. «No tienen moral para calificar a Venezuela como una amenaza, no se metan con el pueblo de Venezuela».

Voyeur imperialista

No conforme con echarle la culpa de todo el eventual intervencionismo yanqui a Obama. Maduro recomendó a los venezolanos tener cautela con los dispositivos móviles a raíz de las filtraciones de Wikileaks que hablan de un supuesto espionaje por parte de la CIA. “Diseñaron unos mecanismos para grabar con los celulares en cualquier lugar del mundo. Prenden el teléfono, usted lo tiene apagado y prenden el micrófono y te graban”, sentenció Maduro como citando una escena de la saga de «Bourne», de la que es confeso fanático.

Aseguró que Obama empleó la CIA para espiar al mundo entero. «Tengan cuidado cómo utilizan el teléfono cuando se estén bañando, por ejemplo, no le vean a uno la barriguita, u otras partes”, indicó.

Maduro, cuyo gobierno ha grabado sin permiso conversaciones de miembros de la oposición, se quejó de que la CIA supuestamente se mete en las casas de la gente.

“Para grabar, para saber la vida privada de uno, qué habla uno por teléfono, qué habla uno en su casa”, acotó.

Casa Blanca pide investigar a Obama por escuchas telefónicas

CasaBlanca

La Casa Blanca exigió el domingo al Congreso investigar si es que el ex presidente Barack Obama abusó de su poder ejecutivo en conexión con la elección presidencial del año pasado.

El presidente Donald Trump hizo ese alegato el sábado cuando acusó a su predecesor de interferir sus teléfonos en Trump Tower. Pero Trump no dio evidencias, y un portavoz de Obama negó el alegato calificándolo de «simplemente falso». Legisladores de ambos partidos pidieron pruebas.

El secretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer dijo en un comunicado que reportes «sobre investigaciones con motivaciones potencialmente políticas poco antes de las elecciones del 2016 son bastantes preocupantes».

«El presidente Donald J. Trump está pidiendo que como parte de las investigaciones sobre la actividad rusa, los comités de espionaje del Congreso haga uso de su autoridad para determinar si es que los poderes de investigación del poder ejecutivo fueron abusados en el 2016», dijo Spicer.

No estuvo claro a qué reportes se estaba refiriendo Spice, y qué motivo a Trump a hacer los alegatos que hizo.

Nancy Pelosi, la demócrata de mayor rango en la cámara baja, dijo que el alegato de Trump era «simplemente ridículo».

«Nosotros no hacemos eso», dijo Pelosi a CNN, agregando que la acusación es una «calumnia».

Dijo que la práctica de Trump es inventar algo, hacer que los medios lo reporten y luego decir que todos están hablando sobre eso. Esto, añadió, es «la herramienta de una persona autoritaria», tener a la gente siempre «hablando sobre lo que lo que tú quieres que hablen».

Spicer terminó diciendo que ni la Casa Blanca ni Trump harán más comentarios «hasta que se realice tal indagación».

Un senador republicano dijo que las denuncias de Trump serán parte de las investigaciones.

«Vamos a indagar los hechos no importa a dónde nos lleven, y este es un tema que será parte de esa investigación», dijo el senador Tom Cotton, de la Comisión de Inteligencia del Senado.

El sábado por la mañana en una serie de tuits, Trump insinuó que Obama estaba detrás de un complot con motivaciones políticas para trabucar su campaña presidencial. Comparó las presuntas medidas a «Nixon/Watergate» y «¡McCarthyismo!» Y calificó a Obama de «Tipo malo (o enfermo)».

El caso de Watergate durante el gobierno de Richard Nixon terminó con la renuncia de Nixon a la presidencia y varios de sus asistentes fueron hallados culpables. Las acusaciones sin evidencias del senador republicano Joe McCarthy sobre infiltración comunista en el gobierno federal durante la década de 1950 crearon el término «McCarthyismo».

Después del discurso que Trump dio ante el Congreso el martes, los tuits del presidente reflejan su creciente frustración con los alegatos sobre los lazos de sus asesores con Rusia, que están siendo investigados por el FBI, y la falta de habilidad de su equipo para superarlos. Trump arremetió contra su equipo sénior el viernes durante una reunión en la Oficina Oval, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca.

 

El Nuevo Herald: Diplomáticos de Obama bloquearon sanciones para ayudar a Maduro según Noriega

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La administración del expresidente estadounidense, Barack Obama, bloqueó sanciones a altos funcionarios venezolanos para impulsar el diálogo entre el gobierno y la oposición, afirmó Roger Noriega, ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos.

De acuerdo a las declaraciones del exfuncionario americano para El Nuevo Herald, Washington estaba apostando por la estabilidad en el país caribeño para evitar la volatilidad que podría conllevar un cambio de régimen, por lo que la decisión de sancionar al ahora vicepresidente Tareck El Aissami por sus vínculos al narcotráfico habían sido “contenidas el año pasado” por insistencia del Departamento de Estado.

“Ellos no quería tener un colapso en Venezuela que después pudiese haber sido interpretado como un fracaso de la administración. Pero la consecuencia de eso fue que permitieron que la situación se deteriorara económicamente y políticamente”, dijo Noriega a El Nuevo Herald.

El también exembajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA) enfatizó que el apoyo de la administración de Obama hacia el diálogo, y a la protección de altos funcionarios al no sancionarlos, habría desmotivado a otros países y a la OEA a actuar en defensa de la democracia en Venezuela.

Las medidas que los diplomáticos evitaron por tanto tiempo finalmente fue aprobada durante los días bajo la administración de Donald Trump, cuando el presidente aún no había nombrado a su equipo. “Fueron los profesionales de carrera, los que dijeron, ‘vamos a proceder ahora y desafiar al Departamento de Estado en su intención de bloquear esto como han estado haciendo por el último año’ ”, explicó Noriega.

Asimismo, señaló a la actuación de Thomas Shannon, enviado especial de Washington a Venezuela, cuya gestión fue fundamental para que algunos dirigentes políticos que tenían dudas sobre las negociaciones con Maduro terminaran sentándose en la mesa conversaciones, señalaron fuentes de la oposición al diario.

“Esta acción del Tesoro es un buen inicio, pero tiene que ser implementada en el marco de una estrategia diplomática para trabajar con vecinos para lograr que Venezuela se obligada a cumplir con sus viejos compromisos de respetar los principios democráticos y el respeto de los derechos humanos”, añadió Noriega y se preguntó «¿Qué pasa con Diosdado Cabello?”, en referencia al ex presidente de la Asamblea Nacional que ha sido vinculado con narcotráfico en varias ocasiones, y sobre el cual no pende ninguna sanción aún. «¿Quien es el que lo está protegiendo?”.

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Trump podría ser nuestro mejor aliado, por Orlando Viera-Blanco

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“Cuidado si la actitud desenfadada y frontal de Trump, no se traga los insultos y desplantes propagandísticos de nuestros guapetones.”

 

Es una inevitable tentación disentir del Sr. Trump. En apenas una semana, casi una docena de órdenes ejecutivas han agobiado la opinión pública nacional e internacional.  Desde el anuncio del mentado muro, la suspensión de visas para musulmanes, deportaciones de prisioneros, hasta anulación del Tratado del Pacífico Norte, sin dejar de lado la revisión del NAFTA con Canadá y México. Toda una apología de progresismo nacionalista y patriotero, que anuncia tempestades. Pero escampará y veremos.

No me califico pro Republicano. Si tengo que atreverme a fijar alguna inclinación política en un país que no nací, ni resido, puedo revelar que tengo mayores identidades con el pensamiento liberal de tendencia demócrata (justicia social, control de costos de tuitions universitarios, masificación de la educación superior, aceptación de las minorías, apertura migratoria, reducción de barreras arancelarias y culturales, protección del medio ambiente, apertura religiosa), que la directriz liberal republicana, ganada a una suerte de “desregulación selectiva y protestante”, que por la dinámica económica de los EEUU, habilita monopolios y carteles corporativos y favorece blue colors, banca, energía o finca-raíz, creando un conservadurismo rancio que adolece de elementos raciales. Para un observador político de cultura latina, entrar en debate sobre nacionalismo, soberanía o paternalismo de Estado, dista mucho de lo que tales políticas puedan significar del Rio Grande a la Patagonia.  No es lo mismo el nacionalismo patriota, populista y guerrerista norteamericano-primera economía del mundo y primera potencia militar-que los conceptos patoteros en Venezuela, manipulados por una revolución pasquín para desmantelar el Estado democrático y de derecho.  Establecer comparaciones de Chávez con Trump, con Hitler u otros paretos, no es menos que una temeridad ociosa e irresponsable, donde los resultados del comparable, son absolutamente inconsistentes en términos psico-sociales, antropológicos y culturales. Trump no es Chávez y mucho menos Maduro, como tampoco sus políticas conducirán a un país anarquizado, caótico, criminalizado, sin autonomía de poderes, sin justicia, sin institucionalidad militar y sin sentido de la ley y la ciudadanía, como Venezuela. Mucho menos un país saqueado y profanado en sus costumbres más nobles. El problema de Trump es que tendrá que lidiar precisamente con su constitución e instituciones.

¿Que Trump ha sido ligero e irrespetuoso con algunas féminas? Sí. ¿Eso lo convierte en un misógino? Vamos…¿Que levantar un muro entre México y EEUU ponga en remojo las bardas de ambas culturas? Sin duda. Pero que ello sea peor que la migración desbordada y el tráfico de drogas de esa frontera? No lo es. El problema ciertamente no es levantar barricadas. Es la tesis de “vender el sofá”. El problema de fondo, al decir de Samuel Huntington en su Choque de civilizaciones y su libro, ¿Quiénes somos?, no es ideológico sino profundamente cultural, por lo que el desafío de la intensa presencia latina en EEUU, no se resuelve con cemento, “sino pensando en inglés”. Entonces “el arma” es la educación, no el barrote.  Las amenazas de fondo para EEUU y el mundo, son superiores. Son Corea del Norte, el neonazismo, la crisis de energía o la desbordada globalización, sin olvidar la centrífuga  financiera mundial. Que musulmanes no vayan a EEUU o viceversa, no hará a Irán o Siria demócratas. Que Canadá o China reduzcan su balanza comercial con EEUU, no será más grave que el impacto de la crisis financiera 2008. Cuando una nación cuenta con check and balance institucional, cualquier executive order en exceso tendrá sus días contados … La CSJ de EEUU no se la pasará anulando Bills o decisiones de Estado a lo “lavandería criolla”. Por ello pensamos que la historia de Trump con Venezuela, será otra. Cuidado si esa actitud desenfadada y frontal de Trump, no se traga los insultos y desplantes propagandísticos de nuestros guapetones. Cuidado si Trump no tolera que le quiten la pajita del hombro o que le estén diciendo en su patio, “aquí huele azufre, Yanquis go home o váyanse pal’ carajo. Yo le sugeriría al Sr. Maduro que cuide sus palabrotas porque quien preside el coloso del norte, no es un protestante insulso de ignorancia deliberada hacia Venezuela, cómo lo fue Obama. Con Trump se acabó el “lirismo discursivo,  el voluntarismo libertario impregnado de Che y el trato “de nación bananera de alto riesgo” al son del guantanamera de Barack y los Castro.

Trump representará muchos dolores de cabeza para el mundo. Pero también será un fuerte dolor en la nuca para el gobierno de Caracas, a quien [Trump] no le temblará el pulso para firmar una orden ejecutiva, que traiga a los estrados americanos a aquellos que emplace el Departamento de Estado. Poco le importará lo que diga la ONU o la OEA, como poco ha pesado lo que esos organismos han hecho o dejado de hacer por Venezuela. Tampoco la CSJ del Tío Sam censurará cualquier expatriación ocurrente. Amanecerá y veremos. No exageremos la nota con Trump. De pronto “el aprendiz”, se convierte en nuestro mejor aliado …! En un mundo donde ni el papa lo ha sido!

 

@ovierablanco

Obama está alentado por compromiso social visto contra medidas migratorias de Trump

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El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama aseguró que se mantendrá en la política activa y agregó que está alentado por el compromiso social visto en el país contra las medidas migratorias tomadas por el actual mandatario, Donald Trump, informó  su portavoz, Kevin Lewis, en un comunicado.

«Ciudadanos ejerciendo su derecho constitucional de reunión, organización y haciendo que sus voces sean escuchadas por los oficiales electos es exactamente lo que esperamos ver cuando los valores estadounidenses están en peligro», leyó Lewis en la primera declaración de Obama tras dejar la Casa Blanca.

Lewis también se refirió a la insistencia de Trump en que su decisión de detener temporalmente a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y frenar el recibimiento de refugiados sirios es similar a una decisión de Obama de 2011.

“Con respecto a las comparaciones con las decisiones de política exterior del presidente Obama, como hemos escuchado antes, el presidente fundamentalmente no está de acuerdo con la noción de discriminar a los individuos debido a su fe o religión”, reiteró.

El decreto, firmado el viernes por Trump, desató una ola de protestas y la condena internacional ante la detención de extranjeros, en su mayoría musulmanes que pretendían ingresar a Estados Unidos. No obstante, el nuevo presidente rechazó que el decreto haya sido la causa del caos en los aeropuertos el fin de semana, y responsabilizó a manifestantes. «Los problemas en los aeropuertos fueron provocados por un problema en las computadoras de la aerolínea Delta, manifestantes y las lágrimas del senador Chuck Schumer», escribió Trump en Twitter.

Schumer, líder del Partido Demócrata en el Senado, hizo un dramático llamado a anular el decreto; el político no logró contener el llanto delante de las cámaras. El mandatario minimizó el hecho de que 109 personas fueron detenidas o deportadas el fin de semana (de un total de 325.000 que desembarcaron), alegando que el secretario de Seguridad Interna, general John Kelly, le dijo que todo está bien.

“Inconveniencia temporal”.  Sean Spicer, secretario de prensa de la Casa Blanca, defendió el decreto del presidente Trump y calificó de “inconveniencia temporal” las detenciones de 109 personas como consecuencias de la aplicación de la medida. Afirmó que no hubo confusión en la ejecución del decreto y que el país estará más seguro.

El vocero interino del Departamento de Estado, Mark Toner, confirmó que un número aún no revelado de diplomáticos estadounidenses preparan una protesta contra el decreto sobre inmigración. «¿Estos burócratas de carrera tienen problemas con esto? Pienso que deben seguir el programa o irse. Esto se refiere a la seguridad de Estados Unidos», subrayó Spicer.

Bagdad reacciona. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak pidió a Estados Unidos que revise su decisión de suspender la entrada de ciudadanos iraquíes a territorio estadounidense, y consideró errónea la decisión. Los diputados iraquíes habían solicitado poco antes al gobierno que aplicara la reciprocidad con Washington si no daba marcha atrás sobre el decreto firmado por Trump.