Reacción de la prensa global ante declaraciones de Capriles Radonski - Runrun
Reacción de la prensa global ante declaraciones de Capriles Radonski

TITULARES DE LOS MEDIOS en español a propósito de la rueda de prensa que diera ayer el líder de la oposición:

El País

Capriles acusa directamente a Maduro de haber robado las elecciones

El líder de la oposición da hasta mañana al órgano electoral para iniciar la auditoría de votos

 Caracas 25 ABR 2013 – 02:58 CET

Henrique Capriles Radonski cruzó esta noche de miércoles su Rubicón: “La verdad del tamaño de este país”, señaló al liderazgo chavista en una declaración, “es que ustedes se robaron las elecciones”. Hasta ahora, los portavoces de la oposición venezolana, incluyendo al propio candidato presidencial, se habían limitado a expresar su solicitud de un recuento de los votos de las elecciones presidenciales del 14 de abrilpara “asegurar el resultado oficial”. Pero la afirmación, claramente premeditada, del también gobernador del estado de Miranda, rompe ese velo y configura una escalada en la grave crisis política de Venezuela.

El candidato, de 40 años, hizo también un emplazamiento al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que el jueves inicie el proceso de auditoría, que las propias autoridades electorales aprobaron hacer una semana antes. Pero desde entonces, los rectores del organismo, controlado por el oficialismo, se han empantanado en una red de galimatías técnicas que hasta el momento impide, siquiera, definir el protocolo del proceso.

Ante el paréntesis institucional —que se sigue prolongando mientras, al tiempo, se consume el plazo legal de 15 días para impugnar los comicios—, Capriles aseguró que, de no haber respuesta en 24 horas, anunciará “las acciones legales e internacionales que tomaremos”.

Mientras Capriles ofrecía su rueda de prensa, que sólo cubría un canal local de televisión —Globovisión, un canal 24 horas de noticias, en trance de ser adquirido por capitales privados progubernamentales—, el gobierno de Nicolás Maduro forzó a todos los medios a conectarse a una cadena nacional de radio y TV. El canal emitía un corte ya exhibido ayer, de unos cinco minutos de duración, donde se atribuye a Capriles la instigación de los desórdenes de la semana anterior, que tuvieron un saldo oficial, según informó la Fiscalía General, de nueve muertos y 78 heridos.

La transmisión obligatoria soliviantó a los seguidores de la oposición, que respondieron con el estruendo de un cacerolazo masivo en zonas del este y centro de Caracas, según reportes.

“No hay forma de que puedan torcer la verdad”, insistió Capriles, quien, ante las presunciones de que el gobierno intentará imputarlo como incitador de los disturbios, dijo no temer ninguna acción en su contra. “Aquí estamos”, retó el dirigente, quien ya en 2002 pasó cuatro meses en prisión, acusado como responsable del asalto a la sede de la Embajada de Cuba en Caracas durante el golpe que desalojó brevemente a Hugo Chávez del poder, en abril de ese año.

Once años más tarde, arrecia la campaña del joven gobierno de Maduro contra la figura de Capriles. La campaña no es sólo a través de los medios, preparando un clima propicio para justificar una detención que, sin duda, ofendería a una mitad del país. Los poderes públicos, con la Fiscalía a la cabeza, van estrechando el cerco en torno al líder opositor, con promesas diarias de que no consentirán la impunidad. Con más imprudencia que franqueza, la ministra para Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, ofreció unas declaraciones el martes en las que adelantó, hablándole directamente a Capriles, que “ya te tengo preparada tu celda”, donde, garantizó, no le ocurriría ningún percance distinto a los que suponga su proceso de regeneración. “Vamos a ver si allí te quitamos ese pensamiento fascista y logramos rescatarte como ser humano”, ironizó, “primero con una rehabilitación que necesitas urgentemente, porque tienes un vicio y tú lo sabes”.

Todo esto contrastaba con los gestos conciliadores que el presidente Nicolás Maduro mostró casi en simultáneo. Por un lado nombró una comisión de alto nivel, presidida por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, para conversar con los “sectores democráticos de la oposición”, a los que diferenció de un núcleo “fascista” que todavía persistiría en los planes de asesinar al primer mandatario. Maduro también designó al diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Calixto Ortega, como nuevo Encargado de Negocios de Venezuela en Washington, a quien impuso la misión de restablecer el diálogo con el gobierno de Barack Obama “pero sobre la base del respeto”.

Pero todas estas maniobras parecen subsidiarias con respecto al conflicto central: el reconteo de votos de las elecciones presidenciales del 14 de abril.

Se trata de un conflicto que recrudece y amenaza con desestabilizar al país, a pesar de que el CNE pareció ceder a esa demanda opositora la noche del 18 de abril, vísperas de la juramentación de Maduro como presidente, y momento en el que los presidentes de las naciones sudamericanas se reunían en Lima para tratar la crisis venezolana. La reunión, en la que Maduro estaba presente, se tornó tensa, dadas las diferencias entre dos grupos de países que apoyaban o rechazaban el recuento como requisito para reconocer al nuevo gobierno de Caracas. El anuncio de que el CNE se avenía a practicar la auditoría, facilitó un acuerdo en la capital peruana.

Transcurridos siete días desde entonces, la auditoría –que tomaría un mes en completarse- no se ha iniciado, como tampoco se han definido los pasos a seguir para ejecutarla. El opositor Comando Simón Bolívar ha denunciado que todas las comunicaciones que ha dirigido al CNE para solicitar formalmente el proceso, se han quedado sin respuesta.

Este miércoles, los líderes del equipo técnico conformado por el comando de Capriles para participar en el eventual recuento, dieron una conferencia de prensa. Allí explicaron que, si bien el CNE se muestra dispuesto a revisar el desempeño del sistema computarizado de las elecciones, se niega, en cambio, a aceptar que se contraste el contenido de los cuadernos de votación y el registro de huellas dactilares.

“Que el CNE decida si es una auditoría o no lo es”, dijo Liliana Hernández, una de las jefes del equipo, echando mano a una analogía: “Con este CNE siempre se está medio preñado (embarazado)”.

Según trascendió, el Departamento de Informática del CNE ya ha preparado un plan técnico para abordar la auditoría, pero el directorio —conformado por cuatro rectoras cercanas al PSUV, y un rector vinculado a la oposición— no ha convocado a ninguna reunión para examinarlo. Sin embargo, este jueves es fecha para una junta regular. De allí el ultimátum de Capriles.

“Una auditoría no es una simple conciliación de papeles”, advirtió Capriles poco después. “Una auditoría implica la revisión de todos los instrumentos de votación. No aceptaremos ni una auditoría chucuta (trunca) ni una mamarrachada”.

ABC

Capriles acusa el Gobierno de «robar» las elecciones y adelanta «nuevas acciones»

Se muestra dispuesto a que la AN le investigue por su presunta responsabilidad en la violencia postelectoral

El candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, ha acusado al Gobierno de Venezuela de «robar» las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril y ha advertido de que si la auditoría prometida no comienza este jueves tomará «nuevas acciones». El líder opositor ha dado este miércoles una rueda de prensa en la sede del Comando Simón Bolívar -su equipo de campaña electoral- para defenderse de «las mentiras» que ha dicho el Gobierno sobre la victoria electoral del candidato oficialista, Nicolás Maduro, y la supuesta responsabilidad de la MUD en la violencia postelectoral.

«Durante las últimas horas, utilizando el aparato del Estado, se ha dicho cualquier infamia y barbaridad tratando de destruirme», ha denunciado. «Pero yo tengo la conciencia limpia», ha subrayado, en declaraciones recogidas por la cadena privada Globovisión. Capriles ha instado al país «a recordar que quienes están ahí llamando a la división son los mismos que meses atrás mintieron sobre la salud del (difunto) presidente (Hugo Chávez), los mismos que dijeron que no habría devaluación».

Así, ha instado a sus simpatizantes, en particular, y al pueblo venezolano, en general, a usar cualquier medio de comunicación para «repetir la verdad una y otra vez». «La verdad es lo único que nos permite ser libres. Tenemos que derrotar las infamias», ha arengado. «No tenemos miedo a sus amenazas. Esta verdad se va a saber, no la pueden esconder y la verdad es que ustedes se robaron las elecciones, que ustedes se robaron este proceso electoral», ha dicho, acusando por primera vez de forma directa al Gobierno de fraude electoral.

Por ello, ha instado al Consejo Nacional Electoral (CNE) a comenzar en la fecha prevista la auditoría del 46 por ciento de los votos emitidos, tal y como se comprometió la semana pasada, después de que ya se auditara el 54 por ciento por obligación legal. «Dijeron que (la auditoría) arrancaría esta semana. Hasta mañana vamos a esperar, no más. No vamos a dejar que se burlen de nosotros. «Si no hay respuesta, le diremos al país cuáles serán nuestras nuevas acciones», ha advertido.

Además, ha insistido en que la MUD no consentirá una «auditoría ‘chucuta’ ni una mamarrachada», subrayando que debe consistir en la verificación de las papeletas –incluidas las huellas dactilares– y en su cotejo con las máquinas, los cuadernos y las actas de votación.

Investigación en la AN

Por otro lado, Capriles se ha referido a la decisión de la Asamblea Nacional (AN) de crear una comisión especial para que le investigue con el fin de determinar su posible responsabilidad en la ola de violencia postelectoral, que ha dejado diez muertos y 78 heridos. «¿Me van a enjuiciar por defender los derechos de los venezolanos?, ¿Quieren venir por mí? Aquí estoy, no tengo miedo», ha anunciado, al tiempo que ha exigido que cesen las amenazas en su contra desde instituciones estatales.

El líder opositor ha acusado al «grupito de enchufados» de generar esta crisis política, reiterando su llamamiento al diálogo. «Nicolás, tú sabes muy bien cuál es el espíritu que hay en la MUD, un espíritu democrático y de paz», ha señalado. «Yo estoy aquí para defender los derechos de los venezolanos, pero no se equivoquen, vamos a ir hasta el fondo, porque los derechos de los venezolanos no se negocian», ha zanjado.

El Clarín

Interrumpen con una cadena nacional un discurso en el que Capriles denunciaba fraude

El líder opositor acusó al chavismo de «robarse» las elecciones presidenciales del 14 de abril. Y exigió el inicio inmediato de un recuento de votos. Sus partidarios realizaron un cacerolazo para repudiar la transmisión oficial.

El líder opositor venezolano Henrique Capriles acusó esta noche al Gobierno de «robarse» las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril, que consagraron al chavista Nicolás Maduro. La transmisión del discurso fue interrumpida por una cadena nacional dispuesta por el Gobierno, lo que generó un cacerolazo de repudio por parte de sus seguidores.

«La verdad del tamaño de nuestro país es queustedes se robaron las elecciones, esa es la realidad, ustedes se robaron este proceso electoral y son ustedes los que tienen que explicarle al país y al mundo«, dijo Capriles.

Un momento después de emplazar a las autoridades a dar inicio al conteo, la transmisión televisiva del discurso de Capriles fue interrumpida por una cadena de obligatoria transmisión por todas las radios y canales de televisión del país.

En esa cadena, ordenada por el gobierno, se mostraron spots queacusaban a Capriles de desencadenar la violencia postelectoral -que dejó nueve muertos y decenas de heridos un día después de los comicios- tras llamar a sus partidarios a manifestarse contra los resultados.

En protesta por la interrupción a las declaraciones de Capriles, partidarios del líder opositor iniciaron un cacerolazo. «La cadena ahora es para evitar que las personas puedan ver la verdad», reaccionó el líder opositor, destacando que es un ejemplo del «miedo» del gobierno a que él diga la «verdad» a los venezolanos.

Capriles, en su discurso, pidió contar el 100 % de los votos como condición para reconocer los resultados electorales en los que Maduro se impuso con 272.000 votos (1,8 puntos) de diferencia.

El jueves pasado, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aceptó hacer auditoría sobre el 100 % de los votos aunque ha aclarado que este proceso no incidirá en los resultados electorales. «Esta verdad se va a saber», señaló el líder opositor.

Minutos antes, representantes de su equipo se pronunciaron ante periodistas para indicar que aún siguen recibiendo denuncias de irregularidades ocurridas durante la votación y reiteraron que la auditoría se debe hacer sobre todos los elementos usados en las elecciones y no sobre una parte.

«Todo tiene que estar para que la auditoría proceda, si no nos dan eso, pues no hay auditoría», dijo la dirigente opositora Liliana Hernández y señaló que ahora solo falta que el CNE se pronuncie sobre estas condiciones.

De acuerdo a las cifras oficiales, Maduro ganó con un estrecho margen de 1,8 puntos (272.000 votos) sobre Capriles, dejando un resultado de 50,78 % a 48,95 %, con el escrutinio del 99 % de los votos.

El Tiempo

‘Ustedes se robaron las elecciones’: Capriles a gobierno Venezolano

Líder de la oposición reiteró que está a la espera del resultado de la auditoría a los votos.

Henrique Capriles acusó este miércoles al gobierno de haberse «robado» los comicios presidenciales del pasado 14 de abril, en los que el oficialista Nicolás Maduro resultó electo por un estrecho margen de votos.

«La verdad del tamaño de nuestro país es que ustedes se robaron las elecciones, esa es la verdad, ustedes se robaron este proceso electoral y ustedes tienen que explicarle eso al país y al mundo», dijo en una rueda de prensa Capriles, que ha supeditado su reconocimiento de los resultados a una auditoría del proceso electoral.

El líder opositor pidió contar el 100 % de los votos emitidos el día de los comicios como condición para reconocer los resultados electorales en los que Maduro se impuso con 272.000 votos (1,8 puntos) sobre Capriles. El jueves pasado el Consejo Nacional Electoral (CNE) aceptó hacer auditoría sobre el 100 % de los votos aunque ha aclarado que este proceso no incidirá en los resultados electorales.

«Esta verdad se va a saber», señaló este miércoles el líder opositor. Minutos antes, representantes de su equipo se pronunciaron ante periodistas para indicar que aún siguen recibiendo denuncias de irregularidades ocurridas durante la votación y reiteraron que la auditoría se debe hacer sobre todos los elementos usados en las elecciones y no sobre una parte.

«Todo tiene que estar para que la auditoría proceda, si no nos dan eso, pues no hay auditoría», dijo la dirigente opositora Liliana Hernández y señaló que ahora solo falta que el CNE se pronuncie sobre estas condiciones. Maduro ganó con un estrecho margen de 1,8 puntos (272.000 votos) sobre Capriles, dejando un resultado de 50,78 % a 48,95 %, con el escrutinio del 99 % de los votos.

El pronunciamiento se da horas después de que la Asamblea Nacional venezolana (AN, Parlamento unicameral), de mayoría oficialista, creó este miércoles una comisión integrada solo por diputados chavistas para investigar «la agresión fascista», que según el oficialismo instigó el líder opositor Henrique Capriles tras las elecciones del 14 de abril.

Por su parte, la versión web de La Vangurdia destaca la constitución de una comisión en la Asamblea Nacional que «investigará» los actos de violencia post electorales:

La Vanguardia

Una comisión investigará a Capriles por su «agresión fascista» tras las elecciones

La Asamblea Nacional venezolana, de mayoría chavista, quiere depurar responsabilidades tras los nueve muertos y decenas de heridos tras los comicios

La Asamblea Nacional venezolana (AN, Parlamento unicameral), de mayoría oficialista, creó hoy una comisión integrada solo por diputados chavistas para investigar «la agresión fascista», que según el oficialismo instigó el líder opositor Henrique Capriles tras las elecciones del 14 de abril.

«Se estableció darle conformación estructural a una comisión mixta que se encargue de investigar la agresión fascista de la derecha reaccionaria contra el pueblo venezolano, dirigida por (el líder opositor) Henrique Capriles», señaló el diputado Pedro Carreño, miembro de la nueva comisión.

Carreño, también presidente de la Comisión Permanente de Contraloría, indicó que la nueva instancia parlamentaria comenzará el próximo lunes las labores de investigación de los incidentes violentos registrados el 15 y el 16 de abril.

«Antes de elaborar el informe, una vez recabadas las pruebas, podemos enviarlas al Ministerio Público (MP) para que haya elementos de convicción de manera de pedir medida cautelar contra los bienes y las personas», acotó.

El diputado condenó que la fracción opositora que integra el parlamento «pretende invisibilizar estos hechos violentos», que, según Carreño, dejó un saldo de 10 muertos y más de 80 heridos.

La fiscal general, Luisa Ortega, informó hoy de que el saldo de incidentes ocurridos tras protestas de la oposición fue de 9 muertos y 78 heridos y de los que el Gobierno responsabiliza a Capriles.

El líder opositor llamó a sus seguidores a protestar con cacerolazos y a que se manifestaran pacíficamente en la mañana del martes frente a las sedes regionales del Poder Electoral, y ha acusado de esos incidentes al Gobierno.

Venezuela vive una crisis política después de que el pasado 14 de abril el presidente, Nicolás Maduro, ganara las elecciones por estrecho margen sobre Henrique Capriles, quien ha afirmado que no reconocerá el resultados hasta que se revise el 100 % de los votos.

«El llamado a los diputados de la derecha, es para llamarlos a que se metan por el carril de la democracia», apuntó Carreño, quien añadió que «ellos han cabildeado para incorporarse nuevamente a la Asamblea Nacional» pero si no se «deslindan de la violencia» no podrán «exigir el ser reconocidos».

El presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, retiró la semana pasada el uso de la palabra a los diputados que no reconocieran a Maduro como gobernante en una sesión en la que los diputados William Dávila, que debió recibir varios puntos de sutura por un golpe con un micrófono, y Julio Borges fueron agredidos.

Además, Cabello destituyó a los legisladores opositores de lapresidencia de cuatro comisiones y los sustituyó por oficialistas. Carreño indicó que el Parlamento no le «abrirá el micrófono» a los diputados de oposición para que «alteren el orden» y respaldó la decisión de Cabello.

Carreño justificó la ausencia de los diputados de otras bancadas en la comisión recién creada afirmando que «la oposición que no es democrática no puede formar parte de una comisión democrática», pues «sería un ejercicio ocioso de investigación parlamentaria meter a unos diputados que van a desconocer los hechos». El diputado negó que en el parlamento busquen algún acuerdo con representantes opositores, a quienes tildó de «fascistas».