Osama Bin Laden no fue asesinado por aviones no tripulados como muchos esperaban y otros especulaban en los últimos años, sino por un comando de los llamados U.S. Navy Seals, elementos de la Armada de los Estados Unidos, durante un asalto y enfrentamiento en la casa que le servía de guarida.

No vivía en una cueva sino en una mansión de un millón de dólares, con paredes fortificadas de dos metros de espesor a sólo 40 kilómetros de la capital paquistaní, en la ciudad aledaña de Abbottabad.

Los EE.UU. habían  estado monitoreando el complejo en Abbottabad durante meses después de recibir una información, a través de un agente doble, de uno de los guardias personales de Bin Laden en agosto pasado en la que se decía que podría estar buscando refugio allí.

Había pasado mucho tiempo en la región montañosa a lo largo de la frontera de Afganistán con Pakistán, escondiéndose en cuevas en las que los EE.UU. trataron de matarlo con ataques aéreos muchas veces.

Ahora, en cambio, se encontraba en una casa ocho veces más grande que las de sus vecinos, con una pared de dos metros de espesor y con un valor local de más del millón de dólares. La casa no tenía teléfono ni  televisión para no emitir señales comprometedoras y los residentes quemaban la basura ellos mismos para que nadie la recogiera y descubriera ningún elemento que pusiera en peligro su seguridad.  Tenía ventanas muy  altas y varios puntos de acceso, y es por eso que los funcionarios de EE.UU. concluyen que había sido construida a propósito  para ocultar a alguien importante. Imágenes termales obtenidas por naves no tripuladas y otras desde los satélites, mostraban las paredes y el grupo de unas 15 personas que vivían adentro.

De acuerdo con funcionarios  americanos  dos helicópteros aterrizaron sobre  el recinto entre las 1:30 y las 2:00 de la mañana del domingo. De veinte a veinticinco comandos de la Armada bajo el mando del Comando Conjunto de Operaciones Especiales, en colaboración con la CIA, asaltaron la casa  y enfrentaron a Bin Laden y sus hombres en un tiroteo. Así mataron  a Bin Laden  y todos los que con el combatieron.

Dos mensajeros personales de Osama  fueron asesinados, al igual que un hijo de Bin Laden y una mujer presuntamente utilizada como escudo por uno de los terroristas. Otras mujeres y niños que estaban presentes en el complejo, según las autoridades paquistaníes, fueron salvadas. El comandante de la operación  confirmó  que Bin Laden disparó su arma, un fúsil automático o una ametralladora durante la pelea.

Uno de los helicópteros de EE.UU. fue dañado pero no destruido durante la operación, y las fuerzas de EE.UU lo destruyeron con explosivos  para evitar que fueran sacados elementos secretos de su tecnología.

De allí el incendio que se desató en la edificación tras la salida de los comandos y que fue reseñada en imágenes por GeoTV.
Los norteamericanos tomaron el cuerpo de Bin Laden en custodia después de que el tiroteo terminó  para confirmar  su identidad.

Según un alto funcionario del gobierno americano  «garantizaremos que sus restos se manejarán de acuerdo con la práctica y la tradición islámicas. Es algo que nos tomamos en serio y por lo tanto, sus restos están siendo manejados de manera apropiada.»

Según funcionarios pakistaníes, la operación fue una operación conjunta entre Estados Unidos y Pakistán, pero los funcionarios de EE.UU. enfatizaron que sólo el personal suyo  participó  en la redada.

Los helicópetros partieron y regresaron desde Afganistán.