EN MEDIO DE LA ESCARAMUZA ecuatoriana que para varios ministros y embajadores del gobierno de Rafael Correa “no es un golpe de estado” como lo anunciaron por varios medios globales y donde el embajador de Ecuador ante la Casa Blanca lo enfatizó varias veces desde Washington hay otros intereses, foráneos a los ecuatorianos, que quisieron desde el principio darle connotaciones golpistas.
El primero fue Hugo Chávez quien a pesar de salir a declarar después de otros mandatarios como el chileno, la argentina, y el secretario general de Unasur Néstor Kirchner, lo tildó de golpe de estado contra una nación del Alba por la ultraderecha local y el apoyo del imperio.
Cuando mostró su preocupación en una llamada, audio solamente, a VTV se le salió confesar que le había preguntado a Correa (lo llamó 5 veces mientras estaba en el hospitalito policial) dónde estaban los altos mandos militares. En otras conversaciones de Hugo con Rafael el tema militar fue determinante. Chávez le recomendó obligar a su alto mando militar a salir en su apoyo. Lo hicieron los jefes militares aunque dejaron claro que su recomendación era revisar la ley pues también los militares se veían afectados.
Sorprendió ayer que fueran funcionarios del gobierno rojo los que por Twitter informaron, en medio del desarrollo del secuestro presidencial, que los militares venezolanos que están en Ecuador se encontraban a salvo y protegidos.
Tras llegar a Buenos Aires, ya lo había hecho desde el avión presidencial venezolano, Chávez llamó a Correa y le aconsejó revisar a fondo el estamento militar para hurgar en detalle quienes estaban o no comprometidos con los policías o con Lucio Gutiérrez.
Lo mismo hizo el líder cubano Fidel Castro quien desde ayer conversó con Correa y le insistió en revisar la cúpula militar.
Ayer Castro fue el primero en acusar a Estados Unidos del supuesto golpe al recomendarle que saliera al frente con unas declaraciones rechazando el incidente. Ya sabía Castro que el vocero del Departamento de Estado y el subsecretario Arturo Valenzuela habían pedido respetar a Correa en su cargo.
Hoy en la madrugada Chávez siguió insistiendo en su acusación al Imperio. Esta fue su declaración como aparece en el diario Clarín de Buenos Aires:
“Debemos exigirle al gobierno de los Estados Unidos que no siga metiendo sus viejas manos imperiales en este continente”, dijo Chávez. Y destacó que la administración norteamericana actúa “financiando con millones y millones de dólares a movimientos de la extrema derecha, muchos de los cuales andan conspirando para desestabilizar a los gobiernos de los países de la Alianza Bolivariana”.
