GUERRA INTERNA EN EL PSUV MOLESTA A CHAVEZ PERO LOS PELEONES NO LE HACEN CASO - Runrun

COMO SI FUERA POCO para las angustias del caudillo en torno a las encuestas que indican el desgano de sus seguidores y el rechazo a muchas de sus otrora exitosas políticas, se añade a ese drama la sostenida diatriba interna entre los diferentes sectores de la cúpula del PSUV. En un lado los encontronazos entre Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador, y la jefa de gobierno de Caracas, Jacqueline Farías, se pasaron de castaño oscuro cuando casi se fueron de las manos frente al propio líder del proceso.

Los desplantes del poderoso vicepresidente Elías Jaua contra el otrora hombre fuerte de su entorno (aunque en el sector militar es influyente) Diosdado Cabello por una parte y por la otra contra Rafael Ramírez, el personaje siniestro del que tiene mayor dependencia Chávez (por ser quien ha manejado miles de millardos de dólares en colocaciones y ventas en el exterior) le crea un difícil ambiente tanto en Miraflores como en los diversos actos públicos a los que asiste. Los peleones pueden aparecer juntos pero las zancadillas en el diario quehacer burocrático están por doquier. En ese sentido Jaua sigue controlando más escaños del gobierno con su gente, fiel a Cuba, del frente Francisco de Miranda.

Chávez, tratando de navegar entre las varias aguas de su equipo, se cuida de no llevar a los eventos las partes enfrentadas para evitar inconvenientes. La última decisión fue sacar de sus anillos de seguridad más importantes a todos los edecanes venezolanos. Hoy son cubanos únicamente los que tienen su confianza encerrado como está entre temores de todo tipo: desde atentados hasta malestares de salud. Hoy que no está de buenas con las FARC, por las presiones colombianas en esta nueva etapa de relaciones. A los viejos miedos de la derecha, el imperio, los pitiyanquis…se añade ahora el temor al terrorismo de la guerrilla molesta por el retiro (?) de su apoyo.