UNOS CREEN QUE ESTE MOVIMIENTO pre bélico tienen un solo destino: crear el ambiente negativo para la celebración de las elecciones de septiembre y por ende aplazarlas ante la enorme posibilidad existente que un maltrecho gobierno pueda perder una buena cantidad de asientos en la Asamblea Nacional.

Si vemos las reacciones de varios gobiernos en el exterior, a excepción del gobierno de Bolivia donde Evo Morales se hace eco de los insultos de Chávez a Uribe, la mayoría estimula el diálogo y la búsqueda de conciliación entre los dos países vecinos. Pero mientras eso pasa en esos ambientes aquí en Venezuela lo que oímos por parte de todos los que tienen que ver con el llamado “proceso revolucionario” bien sean militares, diputados, funcionarios y hasta la Fiscal General, es únicamente un llamado guerrerista y de confrontación. Ésta última funcionaria, defensora del gobierno y nombrada a dedo por el presidente venezolano, ha dejado ver que aquí se juega el destino de la nación: “Este es un atentado contra la Patria que debe mover a los venezolanos a sumarse a la defensa de la Patria”. Allí mismo descalificó las pruebas y se burló de las que en un momento dijeron estaban dentro del PC de Raúl Reyes. El mundo debe presumir que Venezuela es inocente enfatizó cuando añadió que si Colombia va a la Corte Penal ellos se defenderían. Mintió cuando acusó a los vecinos de tener las FARC en el 90% de sus departamentos. El ministro de la Defensa en una alocución (por cierto con un sonido mal montado demostrando la pericia comunicacional rojita) casi que invoca la defensa del territorio de una invasión colombiana… la militar… no la de las guerrillas instaladas, guapas y apoyadas. Son muchos los secuestrados venezolanos llevados a esos campamentos de éste lado que han informado cómo los guerrilleros se cambian de su uniforme para el de la Guardia Nacional, se montan en vehículos de esa fuerza o de Ejército y así son transportados hasta su entrega tras el pago del rescate.

La documentación de la conchupancia es clara. Recuerdo que por allá el 2003, en carnaval pues fue cuando se estableció el control de cambios, un soldado del ejército me señaló que su comandante anterior le había dicho a él y su compañía que si veían guerrilleros se les identificaran pues había un acuerdo de mutuo respeto. Su nuevo jefe actuó al contrario dándole instrucciones de eliminar a cualquier guerrillero con el que se toparan y luego el cadáver se lo echara a los caños donde estaban los peces  caribes para no dejar huella. Son miles las historias de esta frontera desnuda, ésta fue solo una de ellas.