Después de tanto cavilar  y de tantas horas de reflexión en La Habana el presidente Hugo Chávez dejó a todo el mundo con los crespos hechos al ratificar en sus cargos al vicepresidente Jaua, los ministros y el Alto Mando militar.

Con el único anuncio de un ministerio de la juventud, (como lo hizo Carlos Andrés Pérez en su momento y lo continuaron Luis Herrera y  Rafael Caldera)  en el que puso al frente una de sus mas obsecuentes aduladoras y apologista del régimen, a través de la radio privada,  como es la periodista Maripili Hernández, nada nuevo destacó en su presentación frente al gabinete ministerial aparte de contar las confidencias cubanas de su alocución anunciando padecer de cáncer.

Vista las tempestades desatadas en el interior del PSUV, en el gobierno y en el estamento militar, buscando reacomodos para esta nueva etapa de angustias, incertidumbres y preguntas sin respuesta, el mandatario se salió por la tangente al dejar con los crespos hechos a quienes ya se anunciaban como sucesores de ministros, jefes militares y hasta vicepresidentes.

Sabiendo que le hace falta cambiar a funcionarios incapaces en sus funciones como el ministro del interior respecto al caso de El Rodeo, el de transporte respecto a la vialidad, el de electricidad con el crecimiento de los apagones, la de salud con el deterioro hospitalario y así cada uno en sus tareas, o a comandantes de fuerza que deben pasar a retiro, el caudillo no quiere levantar mas olas de  las que ya contempla en un mar de leva como el que vivimos.

Reiterando que quizás no invocará mas la palabra muerte, antes exageradamente usada en su grito de guerra socialista, Chávez pareciera querer enfrentar su batalla con el cáncer y su tratamiento manteniendo el status quo por unos días más hasta saber si puede seguir aquí o debe retornar a Cuba en caso de emergencia. Las llamadas intermitentes de Fidel Castro lo chequean varias veces diarias.

Por ello el Airbus presidencial está ya acondicionado para llevarlo acostado y sus permisos de sobrevuelo en regla hasta por 60 días.

Por cierto, su anunciada cena con hallacas no se pudo realizar. Los galenos se las prohibieron hasta que su función intestinal mejore. Hoy viernes será un día de trajín con sus médicos tratantes. Le toca revisión y evaluación hospitalaria.