LOS NEGOCIOS DE PDVSA y sus directivos quedaron una vez más al descubierto con el hundimiento de la plataforma “Aban Pearl” semi sumergida que operaba en el campo Dragón frente las costas de Carúpano. Anunciada su operación con bombos y platillos en cadena nacional como “un gran logro de la revolución” en cadena nacional con el caudillo presentándola, la mencionada y accidentada base de exploración venía de haber sido reconstruida y revendida  tras haberse semi hundido en las costas de Trinidad y Tobago. Desde el año 2009 el diario trinitario The Guardian, en su edición del 15 de agosto, dio detalles de la peligrosa inclinación de la plataforma en la zona de Escolon Point. Mientras el ministro Rafael Ramírez considera que el hecho es solo “un escollo en el camino sin retorno a la soberanía” un experto petrolero, Gustavo Coronel, y un político acucioso, el diputado de Podemos Ismael García, dan cuenta del enorme guiso financiero que significa el alquiler de dicha plataforma.  La plataforma fue construida en Singapur en 1997 y contratada por Pdvsa el año pasado, comenzando a operar el 6 de mayo del año pasado. Los técnicos indios se dieron cuenta del accidente y tuvieron tiempo suficiente para cerrar las válvulas que en el fondo del mar conectaban a la plataforma y por eso no sucedió ningún derrame. Una plataforma mucho más grande en el golfo de México esta alquilada por unos $370 Mil promedio diario mientras que el costo de la hundida se aproximaba al millón de dólares diarios tras los diferentes pagos, disimulados o no, que se hacían desde Pdvsa. La contrató a dedo Rafael Ramírez. No hubo licitación. El contrato con Petromarine Energy fue firmado por $1.315 Millones. El costo real está en 30 Mil dólares diarios, que es la cifra por lo que la propietaria Abban Offshore lo alquila a Petromarine y ésta eleva el contrato a 781 Mil diarios. Hoy Ismael García lo denunció ante la Fiscalía… que nada hará, una vez más.