Esa batería, Sr Samán, costaba la mitad antes de Maduro por Damián Prat C. - Runrun

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La mañana de este miércoles leo un tuit del Presidente de Indepabis, Eduardo Samán, jactándose de haber “rebajado” 25% el precio de un modelo de batería Duncan para carros.  Según él un gran “logro” del gobierno es haberle colocado “un precio justo”:  a unos Bs. 1.750. Es de suponer, entonces, que analizaron la estructura de costos para fabricar tal batería, incluyendo insumos y partes importadas (no sé si a dólar de 6.30, dólar del Sicad o del innombrable) y llegaron a la conclusión que manteniendo algún margen de ganancia para fabricante, distribuidores, mayoristas y minoristas (cada fase implica costos diversos de locales, transporte, salarios, etc) debía venderse a esos casi Bs. 1.800.

Es de suponer también que no incluyeron en el estudio los “costos de reposición”, es decir, cuánto dinero debe tener el fabricante para comprar insumos nacionales e importados que todos tienen nuevos costos, mucho más altos. O sea, “no importa si mañana hay escasez. Lo que importa es tratar de revertir para ahorita, de cara a las elecciones, algo del enorme descontento popular, culpando al que trabaja y produce para tapar la enorme culpa del gobierno. La culpa siempre debe ser de los demás, no de nosotros aunque tengamos 15 años gobernando y manejando sin controles ni límites, los dólares del país”.  Uno los imagina discutiendo el asunto así, con palabras crudas como esas, entre ellos, en la intimidad “del partido y el gobierno”. Lo que llaman “la estrategia”.

Pero lo importante es constatar y remarcar algo: Samán y el gobierno consideran que Bs. 1.750 es el precio de venta correcto, justo, sin especulación, tomando en cuenta todos los costos de hoy.  Ok.  Pasemos por alto los demás asuntos.   Pero resulta que esa batería costaba aproximadamente la mitad de ese “precio correcto” a inicios de año.  No lo puedo citar con exactitud porque no fue ese modelo el que compré hacia diciembre o enero, pero recuerdo haberla visto cuando buscaba la que yo necesitaba.  Cuando lo comenté ayer en nuestro espacio radial recibí mensajes de varios oyentes que aseguraban haber comprado ese tipo de batería. Unos fechaban la cosa “hace un año” y con precio de poco mas de un tercio del que ahora es “justo”. Otro a la mitad.  Otro citó haber adquirido otro modelo en diciembre “a 1.100”.  Y así.  No hagamos caso a lo que yo recuerdo  ni a los otros testimonios.  Costaba la mitad o algo más de la mitad.

¿Quién o qué causó ese brutal aumento (de 75%-80%-100%) en menos de un año, aún sin especulación, sino con costos y precios certificados por “la revolución”?  La respuesta es directa, clara y simple: la desastrosa política económica heredada, pero luego agravada por el que ahora se disfraza de Robin Hood para tapar sus culpas y no mostrar su verdadero rostro:  el del príncipe Juan, el malvado e incapaz de la célebre novela.

Maduro devaluó el bolívar “débil” en 46% a principios de año.   ¿Acaso lo olvidaron los propagandistas del gobierno?   ¡46% de un solo trancazo sin anestesia!.   O sea, que aquel insumo importado que costaba X bolívares cambiados a dólar de 4.30, ahora costaba 46% más.  ¡El mayor especulador es el gobierno de Maduro!. Claro, como ellos son los “dueños” del 96% de los dólares que ingresan al país, que los manejan a su antojo, como si fueran propios y no de la nación, cuando devalúan 46% lo que hacen es ingresar 46% mas bolívares por los dólares que le venden a los venezolanos. El gobierno se hace más rico para seguir derrochando mientras empobrece 46% a los venezolanos.  Robin Hood al revés.

Pero claro, aquella devaluación no lo es todo.  Está la devaluación disfrazada mediante el Sicad que es  -aproximadamente- del doble de la del dólar oficial.  Y la horrible devaluación del dólar innombrable con la que terminan comprándose tantas cosas.  Está la gigantesca corrupción con la venta de dólares a través de Cadivi, que según tres jerarcas de la “robo-lución” (Giordani, la ex del BCV y Mario Silva) sumó al menos 20 mil millones de dólares otorgados fraudulentamente a “empresas de maletín”, que obviamente son rojas rojítas, de boliburgueses o en sociedad y complicidad con jerarcas. ¿O acaso Cadivi lo maneja “el imperio”? ¿O “la oposición”?. Hay que sumar también la destrucción sistemática de la producción industrial nacional para favorecer “negocios” de importación, tema del cual en Guayana conocemos de sobras.   Y eso es componente esencial  para generar escasez e inflación y luego el subproducto final: Especulación. “Obra” de la robo-lución.  Por todo eso y algo más, la batería mencionada por Samán duplicó su precio –aun eliminando el componente especulación, certificado ahora por el gobierno “el precio justo y correcto”- en menos de un año.

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TIP  1:   Capriles hoy y mañana en Guayana.   Estará en Unare hacia el final de la mañana y mediodía. En Soledad (Anzoátegui) y Ciudad Bolívar en la tarde y noche.  El viernes en al menos tres municipios del sur.   Hay un detalle: todos los candidatos a alcalde de la Unidad en el país tienen su peso específico. Por algo ganaron primarias.  Muchos tienen un liderazgo fuerte, propio, con años de lucha.  Pero todos quieren retratarse junto a Capriles. Les aporta. Les suma. En cambio, los candidatos del Psuv le huyen como a la peste a colocar su rostro en un afiche junto a Maduro. Por algo será.

TIP  2: “El único socialismo del siglo XXI”.  Una lectura realmente interesante.   Se trata de un reportaje publicado en el diario La Nación de Argentina, sección economía.  El enlace es http://www.lanacion.com.ar/1637298-noruega-el-unico-socialismo-del-siglo-xxi.   Es el caso Noruega.  Nada que ver con el fracasado y desaparecido modelo soviético de control del estado que aquí añoran copiar. Cero fidelismo retrógrado.  Nada de “socialismo empobrecedor ni controlador”. Un caso único de como haber encarado la riqueza petrolera.  Cero desempleo, cero pobreza. Educación y salud totalmente gratuitas y universales pero de alta calidad. El cuarto mayor ingreso per cápita y la menor desigualdad social del planeta. Las ganancias del petróleo van a un fondo (para las mejores jubilaciones del mundo) que no es propiedad del gobierno. De hecho, sólo un 4% se lo queda el gobierno. Mucho trabajo y calidad de vida. Léanlo.

 

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