La Lista de Maduro - Runrun
Sendai Zea May 18, 2013 | Actualizado hace 11 años
La Lista de Maduro

maduro

Los venezolanos recordamos con una mezcla de sentimientos, todos negativos, ese instrumento de exclusión, ese adefesio fascista que le costó tanto a tantos venezolanos. Muchos empleos se perdieron, muchos accesos a servicios públicos se negaron, muchas oportunidades de progreso se truncaron por el efecto nefasto de aquella tristemente famosa «Lista de Tascón», atribuida al hoy difunto parlamentario, cuya carrera política quedó estigmatizada en esta recopilación de disidentes que produjo el miedo colectivo a todo lo que significara firmar cualquier documento, e inclusive, opacando la transparencia del voto como ejercicio de la voluntad personalísima del elector. Eso quedó registrado en las páginas negras de nuestra oscura historia «revolucionaria».

Pero hoy emerge una nueva versión, «reloaded» como dirían los cinéfilos, de la mano del mismísimo ciudadano presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, quien sin el menor desparpajo y en una declaración pública, notoria y comunicacional afirma conocer la identidad de los chavistas que no votaron por él. Así encontramos en un medio tan serio como la BBC que

«El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo saber“con cédulas de identidad y todo” quiénes son los 900.000 chavistas que no le dieron su voto en las elecciones del pasado 14 de abril. Dichas declaraciones fueron las hizo durante un acto de entrega de viviendas en el estado Barinas.»

Esta torpeza discursiva, propia de quien no conoce de la inmensa figura de la comunicación política ni siquiera su silueta, y que no entiende el significado de la Opinión Pública en los términos de la construcción de democracias verdaderamente participativas, no es más que una demostración más de la aplicación de la filosofía del «guapetón» que intenta atemorizar a la disidencia interna. Este acto desesperado de quien sabe que si el 14 de abril fueron 900.000 los decepcionados, hoy superan los dos millones de chavistas que han abierto los ojos al escamoteo de las elecciones, al descaro en la legitimación de resultados turbios y dudosos, a la arremetida de la violencia y de la represión en las calles venezolanas, y al impulso inflacionario en rubros elementales en la dieta del venezolano como la carne, pollo y lácteos, acercándonos un poco más al concepto cubano de la ingesta calórica.

El aumento del salario mínimo, una vez más, empobreció a los venezolanos, diluyó sus esperanzas de mantener ese nivel ya castigado de calidad de vida y amenaza con el desequilibrio definitivo de la economía doméstica en amplios sectores de nuestra población. El anuncio de cobrarle las viviendas a los venezolanos, hecho que demuestra que no hay pulmón para alimentar el populismo descarado de la demagogia que juega con la necesidad del pobre en un elogio a las miserias humanas representadas en cada ventana que abren a la esperanza de quien nunca insertaron en la sociedad y simplemente convirtieron en su cliente.

Ese cliente, presidente Maduro, ya se cansó. Y en Abril fueron 900,000. Hoy son muchos más, y si esa lista que usted se ufana de tener a la mano con nombres y cédulas se hiciera pública tal vez se desnudara su verdadera realidad, la fragilidad de su piso político, porque esa lista contaría con el concurso de muchos diputados, contratistas, militares, y «camaradas» que no lo quieren porque conocen mejor que nadie sus carencias, escondidas en el ego de quien despilfarró en seis meses la herencia política más grande que ha conocido este país.

La próxima vez que no tenga nada interesante que decir, hecho que pareciera que cada vez es más frecuente, se le ocurra algo como esto, recuerde que los venezolanos no somos tontos, y si alguna vez el chavismo fue exitoso eso quedó en el recuerdo del ausente, en el verbo y la conexión emotiva del pajarito aquel que usted afirmó haber visto y en la esperanza agonizante de millones de venezolanos que apostaron por un cambio que nunca llegó a materializarse en una realidad diferente a la pobreza y violencia que proyectan nuestras calles y en el oprobioso despilfarro que muchos de sus camaradas exhiben sin pudor como resultado de la inefable cleptocracia que envileció a unos pocos para aferrarse al poder, sin entender que este país se cansaría de la perorata vacía y del idealismo con hambre en la barriga.

Enfoque sus esfuerzos, señor presidente, en demostrarle a los venezolanos y al resto del mundo que usted es presidente porque obtuvo más votos que su contendiente, y no por la connivencia de poderes corrompidos y pretores alcahuetes, y mientras tanto gobierne para todos, con el respeto que se merecen quienes no contamos con caminos alternativos al de construir presente y futuro en nuestra Patria. La próxima vez que se le ocurra decir que le cobrará algo a los venezolanos ponga por delante las inmensas deudas de quienes nos han chuleado a cambio de ser público entusiasta de este circo caribeño.

Usted transita por el empedrado sendero de la duda donde tal vez la única lista que desearía tener en sus manos es la que contiene los nombres y cédulas de quienes lo apoyan, pero esa no la tiene y eso no lo deja dormir.

Amanecerá y veremos…

@greyesg