El voto en las Primarias - Runrun
Redacción Runrun.es Ene 19, 2012 | Actualizado hace 12 años

Según el Estudio Mundial de Valores, el venezolano es lúdico, trasladando al juego eventos de corte competitivo. En este orden de ideas, los estudios de opinión pública, llamados por algunos «encuestas» son banalizados en forma de «revista hípica» con una serie de pronósticos carentes de mayor sentido real, muchos de ellos sesgados, pero que defintivamente mueven el criterio de muchos electores, quienes son capaces de desistir de una idea o apoyar otra por aquello de «jugar a ganador», corolario infaltable de la cultura lúdica. Incluyendo aquellos tristes personajes que sin haber tomado nunca un cursito de Política, se atreven a convertirse en referencias opináticas emitiendo criterios sesgados producto de sus compromisos contractuales con algún interesado.

Estas Elecciones Primarias deben analizarse con suficiente objetividad para entender que el gobierno las ha estigmatizado como «elecciones de la oposición» y en virtud a esto parece que ha prohibido a los trabajadores públicos a participar en este proceso. Por supuesto, en medio de una crisis, son muchos quienes ven el riesgo de perder su trabajo por ser «democráticos». Esta estrategia, pérfida e intrusiva, como todas las que emprende una administración que ha clientelizado al pobre convirtiéndolo en una suerte de súbdito presidencial repercutirá de manera definitiva en la abstención coyuntural del 12 de febrero. Otros con menos dignidad, pero más que perder en términos crematisticos, esos que socialmente y entre «amigos» se declaran furibundos antichavistas, pero que han vivido, se han enriquecido y pretenden seguir haciéndolo de esta cleptocracia rojita, serán quienes como «chambistas» no votarán inventando cualquier excusa, razón o pretexto, y estarán ausentes de este hito electoral.

Pero independientemente de estos dos segmentos cuantitativamente nada despreciables, Venezuela tiene reservas morales no comprometidas que saldrán a la calle a ejercer un derecho ineludible, la participación política que nos permita oxigenar el deteriorado tejido democrático, hoy carcomido por la anomia y el fundamentalismo de un proyecto personalista de dudosa amplitud y cuestionado apego a los Derechos Humanos, que ha malversado la confianza depositada por los venezolanos y nos lleva por el camino de una hegemonía totalitaria.

El 12 de febrero debemos ir a votar, y votaremos por quién consideremos que pueda coordinar la reconstrucción de Venezuela. Cuando en la calle me preguntan por quién se debe votar, siempre les contesto que «debemos votar», porque muchos de nosotros tenemos un candidato o candidata como nuestra opción, y al final decimos: «me gusta X, pero no va a ganar!!». Si todos creemos que nuestra opción será la vencedora, así será!! Votemos con libertad, cualquiera de los seis será mejor presidente que Hugo Chávez, y esto debe ser el norte para llevar nuestra opción hasta el final. Sin complejos y sin presiones.

Que cuenten nuestro voto ya es una victoria de la democracia, y todos debemos ganar!!