¿Una banal auditoría? por Luis De Lion - Runrun
Sendai Zea Abr 28, 2013 | Actualizado hace 11 años
¿Una banal auditoría? por Luis De Lion

Podemos relativizar muchos asuntos públicos, pero la banalización de los asuntos electorales es sin duda el drama de nuestra historia democrática. Considerar que la verificación de los resultados electorales de una contienda presidencial, sirven para afinar un sistema automatizado, es una broma de muy mal gusto. «Esta auditoría verifica el funcionamiento de la plataforma, no verifica resultados electorales» dijo muy trivialmente la rectora Sandra Oblitas. Para nosotros los demócratas, no lo es.

Se trata de una declaración indigna. Un nuevo ataque al elector. A partir del momento en que no se le garantiza transparencia total a los electores, se les están violando derechos fundamentales. En esa tónica, Maduro va aún más lejos, al aupar a sus ministros a la delación. ¿De qué otra manera se explica la actitud del Ministro Molina? ¿El siguiente paso será agruparlos, colocarlos en una lista? La palabra lista evoca un pasado de sacrificio. De connotación racista, que apesta a ostracismo. Pero son tan cobardes que prefieren decir que los sacaron de contexto. Toca respirar profundo.

Resulta objetivamente escandaloso, de parte de quiénes viene esa actitud. De los más altos cargos, del alto gobierno, de rectores cuya función exige la imparcialidad, la neutralidad. En efecto, es harto conocido desde largo tiempo atrás la militancia política de las cuatro rectoras del CNE. Pero si ellas alguna vez quisieron ponerse en evidencia, al descubierto, al desnudo, hoy lo están haciendo magistralmente.

De ahora en adelante, es verídico que todas las instituciones del Estado son favorables al fraude electoral. ¿Por qué no a un fraude de Estado? El rector Vicente Díaz, dice que Capriles tiene derecho a denunciar y a exigir. Cuanta fortuna, cuanta amabilidad. ¿Pero quién va a juzgar lo denunciado por Capriles? ¿Los rectores y los magistrados que militan abiertamente en el chavismo?

Sin duda, Sandra Oblitas, siente el peligro y ha pretendido minimizarlo. Ni una palabra de excusa, ni lamento, ni de cortesía. Ninguna conciencia de su inconveniencia, como si no fuera la vice-presidenta de la instancia electoral.

«Dimos unos resultados que son irreversibles» señaló la rectora Oblitas, quien trata de ponerse en el papel de víctima y busca invertir la carga de la prueba. Menudo discurso, para inmediatamente denunciar «ha habido un manejo intencionado que ha generado confusiones”. Como si no hubiera relación de causa y efecto, entre lo señalado por la rectora Lucena y la situación actual del país. Se burlan de los electores y naturalmente acusan a la dirigencia opositora.

Esta bajeza institucional, éste nivel nauseabundo al que hemos llegado, fue Chávez quien lo creó y lo desarrolló.

Sus legatarios no tienen el coraje de inventariar la herencia. Lo quieren todo o mejor dicho, sienten que todo les pertenece. Sin embargo, es gratificante observar como Capriles, hasta ahora, con la fuerza y la legalidad que le otorgan los 7.3 millones de votos obtenidos, denuncia que le fueron arrebatadas las elecciones y reitera que impugnará los resultados dados por el CNE.

Me queda la interrogante, del por qué se esperó tanto tiempo en desenmascarar la patraña electoral que el régimen constituyó desde agosto 2004. ¿Por qué se soportaron tantos abusos y desprecio por los ideales republicanos y democráticos?

¿Por qué se dejó, por sectarismo, por agendas personales, por cortoplacismo, que se desarrollara y creciera ésta farsa? ¿Por qué antes no se denunciaba el fraude electoral?

@LDeLION