Las claves de la guerra psicológica por Isaac Nahón Serfaty - Runrun
Las claves de la guerra psicológica por Isaac Nahón Serfaty

Ante la arremetida concertada de todo el aparato del Estado, incluyendo  la cúpula de la Fuerza Armada, el Tribunal Supremo de Justicia y, por supuesto, las militantes rectoras del Consejo Nacional Electoral, algunos me han expresado su desánimo. ¿Qué podemos hacer?, me dicen. Mi respuesta es simple: estamos frente a una guerra psicológica continuada cuyo propósito es desmoralizar a los venezolanos. Los resultados del 14 de abril demostraron los límites y falencias de esta guerra (guerra que no es nueva, llevamos años en esto). Incluso si uno cree en los resultados comunicados por el CNE, casi 7 millones y medio de venezolanos dijeron no al miedo, y se rebelaron con el voto ante la mentira, la intimidación y el chantaje, recursos todos de esta guerra propia de los regímenes totalitarios.

 

Las rectoras del CNE, particularmente Lucena y Oblitas, han puesto su grano de arena para buscar desmoralizar a la gente repitiendo, con el cinismo y la arrogancia que las caracteriza, que no hay que hacerse ilusiones con las auditorias solicitadas por Henrique Capriles y la Unidad.  Quieren crear la impresión que ya todo está decidido y que no hay posibilidad de cambiar el resultado de la elección. Lo mismo ha hecho la presidenta del TSJ, con el mismo cinismo y la misma arrogancia. Ellas saben que esto no es cierto. Que las leyes y la Constitución garantizan el derecho de los ciudadanos a contestar resultados electorales “problemáticos” (por no decir fraudulentos, como los que vimos el 14 de abril).  Pero ellas mienten, confiadas que podrán hacerlo impunemente.

Lo mismo pasa con el presidente ilegítimo Maduro, Ernesto Villegas (convertido en ministro de la desinformación), la Fiscal, la Defensora del Pueblo, cuyo título tiene la sombra del oprobio,  y tantos otros que mienten de forma sistemática, descarada. Ellos quieren promover una percepción dentro y fuera de Venezuela, según la cual la oposición es violenta, antidemocrática y golpista. Se valen para ello de su máquina de propaganda que explota el llamado sistema público de medios. Fuera del país usan a sus tarifados académicos, periodistas y diplomáticos, quienes repiten como loros las mentiras de estos imitadores de Goebbels, el monstruoso propagandista de Hitler.

La otra clave de esta guerra psicológica es el doble lenguaje. Cuando Maduro dice “paz” hay que entender “violencia”.  El discurso del régimen es sinuoso, confuso, contradictorio. Esto no se explica solamente por las limitaciones retóricas del presidente ilegítimo. Es parte de un diseño comunicacional que busca engañar, confundir y desmoralizar a los venezolanos.

Esta guerra psicológica irá in crescendo. Un día nos venden la impresión que “bajaron” la guardia (por ejemplo, cuando aceptaron las auditorías), pero otro nos dicen que nada cambiará, que todo está ya decidido, que la revolución será eterna.  La guerra psicológica busca sembrar la bipolaridad. Sus maestros, los castro-comunistas que llevan 50 años sometiendo a los cubanos por estos medios y por la represión abierta, conocen las grietas del alma humana. Buscan meterse por allí, tratando de quebrar la voluntad de quienes aspiran a ser libres y a vivir en concordia con sus conciudadanos. Comprender estas claves, saber descifrar estos mensajes, y no caer en las garras de la desmoralización, nos ayudarán a ganar esta lucha por la democracia en Venezuela.

 

Por: Isaac Nahón Serfaty*

* Periodista venezolano, profesor en la Universidad de Ottawa (Canadá)