Siria y el avance de los insurgentes por Luis De Lion - Runrun
Siria y el avance de los insurgentes por Luis De Lion

En ésta semana los acontecimientos en Siria, se han precipitado, de confirmarse con imágenes y testimonios, el atentado en Damasco que causó la muerte a tres altos miembros del régimen de Bashar, será sin duda, un punto de gran significado y casi de no retorno en el avance de los insurgentes por sacar a Bashar del poder.

No obstante, como toda satrapía que se respete y la de Bashar no es menos, reinan en estos momentos en Damasco, el rumor y la propaganda. Al tiempo que, por primera vez desde marzo 2011, se está combatiendo no solo en la periferia de la capital siria, sino en muchos sectores del corazón de Damasco. En un plano nacional, los insurgentes informan que las fuerzas de Bashar en la actualidad apenas controlan la mitad del territorio nacional.

No es un secreto que, los insurgentes han estado recibiendo ayuda externa, de todo tipo. Ello se ha logrado gracias al trabajo del Consejo Nacional Sirio, el cual tiene 200 miembros, en casi igual número de divisiones políticas y rivalidades personales. En Siria, no existía vida política y al momento de rediseñar el mapa de la geografía política de dicha nación, saber quién es quién, han sido finalmente diplomáticos e hijos y familiares de estos, los que se han puesto manos a la obra. Un ejemplo de ello, es Bassma Kadmani, la portavoz y responsable de las relaciones internacionales del CNS, además de ser la directora del Arab Reform Internacional, un think tank con sede en París.

En el plano interno, en la última década, tras la llegada al poder de Bashar en el 2000 y la llamada primavera de Damasco, se vivió una suerte de espejismo político, contra el cual se estrellaron las esperanzas de opositores y de militantes por la democracia en Siria. No fue el caso de la burguesía urbana, la cual aceptó muchas cosas y a cambio obtuvo amplias libertades económicas, las suficientes para construir fortunas a gran velocidad, sin escapar por completo a la sensación de vivir una situación inaceptable, pero el individualismo y el lucro personal y familiar, permitieron el nacimiento de emporios de una minoría social y religiosa, en sectores como la banca, telecomunicaciones, medios de comunicación y turismo.

No fue sino hasta marzo 2011, en el momento y desde el lugar que nadie se lo esperaba, que los pobres, los campesinos, los habitantes de la periferia y del interior del país y muchos jóvenes, que no se detuvieron a pensar el precio que les tocaba pagar por exigir ser libres, que comenzó la actual revolución siria. Una insurgencia, que atraviesa hoy, un escenario de guerra civil, con una impresionante cifra de víctimas civiles, pero aún no suficiente, como para obtener el levantamiento del veto en el Consejo de Seguridad por parte de China y Rusia, grandes aliados no del pueblo sirio, sino del régimen de Bashar.

Un régimen, el cual desde que el conflicto tomó amplias proporciones ha venido apostando por llevarlo al terreno de la guerra religiosa. Este 20 de julio comenzó el Ramadan, y sin duda, Bashar no va a dejar pasar la ocasión para poner en práctica una nueva táctica en su guerra de exterminio contra su propio pueblo y ante la mirada de la opinión internacional.