Honramos la deuda. ¿Y ahora qué? por Alexis Aponte
Nov 20, 2014 | Actualizado hace 9 años
Honramos la deuda. ¿Y ahora qué? por Alexis Aponte

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El gobierno nacional ha honrado el servicio de la deuda externa correspondiente al año 2014. Con ello ha silenciado los rumores de una posible moratoria y  ha reafirmado su condición de buen pagador frente a los mercados financieros internacionales. No ha sido fácil, ya que, con los precios del petróleo hacia la baja y las necesidades de divisas del país, realizar esos pagos significa una reducción en la asignación de dólares a actividades productivas y de consumo necesarias para la sociedad.

Nunca he aplaudido y además he criticado a los países que han declarado un  «default» de deuda, cuando no han sido víctimas de catástrofes naturales, guerras o cualquier evento sobrevenido. Eso me parece inmoral. Pides prestado y te prestan, porque hay una relación de confianza. Además, quien te presta, normalmente ese dinero no es del banco o del fondo de inversiones, es de empresas y personas naturales, cuyos excedentes de ahorro lo dirigen al circuito económico para que produzca riqueza. En muchos casos son ahorros de pensionados que viven de su rendimiento.

La mayoría de las moratorias de deuda, son producto de las irresponsabilidades de nuestros gobiernos, al endeudarse sin límite y sin planes de repago, en la mala administración de esos recursos, en la dilapidación de esos préstamos en decisiones populistas y en inversiones no reproductivas. He aquí la parte inmoral de estos gobiernos, que quieren solucionar los problemas de una mala gestión con declaraciones de mora, no pagar y en paralelo con discursos de víctimas de los depredadores financieros. El carácter en finanzas y economía tiene que ver con  la conducta que el deudor asume y honra sus deudas  y se traduce en solvencia.

Ahora bien, hemos asumido cómo deben ser nuestros compromisos financieros, pero es cierto, que el próximo año tenemos exigencias en deuda externa, por encima de los US$ 10.000 millones, y que nuestra única fuente de ingresos no es suficiente para todas las exigencias de divisas. El Gobierno debe enfrentar esta situación con honradez y profesionalismo. Es el momento de elaborar un plan alterno de fuente de divisas, distintas a las del petróleo, que pasa por tomar decisiones valerosas y responsables.

A tal efecto me permito hacer cuatro sugerencias: 1 ) Es necesario cambiar el perfil de vencimientos de la deuda externa, por lo menos para los próximos 5 años. Esta decisión es inmediata. No es lo mismo negociar ahora, que negociar con los vencimientos en la mesa.  2 ) Es imperativo rentabilizar algunos activos del país, por ejemplo: Citgo, en lugar de venderla como quieren algunos, pensemos en que sea un activo subyacente en una operación de emisión de papeles de la República, lo cual nos permitiría su colocación a una menor tasa de interés, al disminuir el riesgo de inversión. 3 ) El oro monetario del BCV, se ha convertido en esas prendas de gran valor para simplemente lucirla. Por qué no pensamos en titularizar ese oro y  así obtener recursos en el mercado financiero a mejores tasas de interés y, 4 ) Tenemos minas de oro, pero su aporte a los ingresos es escaso, pensemos en una ingeniería financiera de emisión de deuda con garantía de esas minas y ponemos a producir esos activos y que dejen de ser simplemente una actividad de explotación. Este año ha sido duro, y no tengo dudas que el venidero será peor, si no hacemos las cosas que se deben hacer.

Ahora bien, esto requiere ser responsable, orden y eficiencia en el uso de los recursos, es necesario otras medidas de corte monetario, disciplina fiscal, operar en función de la unificación cambiaria, reducir el déficit fiscal, aumentar la producción nacional, incentivar la inversión nacional y extranjera y dar garantías a quien arriesga su capital.

 

aaponte00@gmail.com

El Universal