Es verdad, la culpa de los problemas que vive Venezuela es de una sola persona: cada uno de nosotros. Cierto es que los gobernantes hacen lo que quieren, pero eso es apenas consecuencia de los grandes problemas que tenemos como sociedad (pues todo gobernante es producto de la sociedad donde creció, ¿o no?). El hecho en definitiva, es que uno de esos problemas es, precisamente, el desconocimiento que tenemos los venezolanos de los venezolanos mismos; pues vivimos en extremos sociales muy distantes que por momentos se tocan, pero que cotidianamente viven en realidades muy, pero muy distintas.
Es por eso que para comprender un poco mejor tales diferencias, presentamos un listado de algunas quejas que tiene el venezolano según el estrato social en donde se desenvuelve:
Rico: “¡Ay!… ¡se me guindó la compu!”
Pobre: “¡Ay!… ¡se me guindó el papagayo del cable!”
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Rico: “¡Qué incómodo es volar en clase turista!”
Pobre: “¡Qué incómodo el autobús en autopista!”
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Rico: “¡Vamos a comer que no he ni almorzado!”
Pobre: “¿Me da pa’ comer que no he ni desayunado?”
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Rico: “Quiero que esto fuera como Europa para no tener carro y caminar todo el tiempo.”
Pobre: “Quiero tener carro… ¡estoy harto de caminar!”
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Rico: “¿Canilla con mortadela?… ¡Guácala!”
Pobre: “¿Canilla con mortadela?… ¡Qué rico!”
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Rico: “¡Qué horror!… ¡Mi hija salió embarazada de 22!”
Pobre: “Mi hija de 15 ya tiene 2.”
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Rico: “¡Qué rabia!… ¡Se me cayó el internet!”
Pobre: “¡Qué rabia!… ¡Se me cayó el rancho!”
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Rico: “¡Que sabroso!… voy a las 10 a hacerme las uñas y los pies.”
Pobre: “¡Qué fastidio!… vienen 10 para que le haga las uñas y los pies.”
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Rico: “Hoy tengo un matrimonio… ¡Voy a caerme a güisquis!”
Pobre: “Hoy tengo un matrimonio… voy a servir los güisquis.”
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Rico: “Con 10 millones al mes… ¡se vive y de vaina!”
Pobre: “Con 10 millones al mes… ¡vivo y echo vaina!”
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Y bueno, para terminar este artículo, al escritor sólo le queda decir:
Rico: “¡Aaaahh!… ya terminé de escribir.”
Pobre: “Aaaaahh… quiero aprender a escribir.”
