Cómo fue rescatado el Archivo de Miranda por Simón Alberto Consalvi - Runrun
Cómo fue rescatado el Archivo de Miranda por Simón Alberto Consalvi

La historia y sus historias

El gran historiador Caracciolo Parra Pérez se entero por un oficial del Public Record Office de Londres de que en algún lugar del antiguo palacio de Lord Bathurst se encontraban los papeles de Miranda, se puso de inmediato en comunicación con Alberto Adriani, a la sazón residente en Londres, y con toda la discreción del mundo, armó la estrategia para recuperarlos. Desde Ginebra, el 26 de noviembre (la carta no registra el año) le dice a Adriani que los sesenta y tres
volúmenes de los papeles del  “Precursor, Bautista y Protomártir de la Magna Epopeya, etc. “deben tener un índice y entre ellos pueden figurar una Historia de la Revolución francesa y un Diario de viajes del general, y le aconseja: “…echa una hojeada y una ojeada a todo: creo que con tres o cuatro horas de exámen atento te podrías formar una idea del conjunto, tomar las notas los más “pormenorizadamente” posible, de manera que yo pueda decirte lo que hay que hacer en el porvenir. Si no tienes con un día y “el hombre” marcha, quédate dos…

La gestión de Adriani fue tan efectiva, que el 14 de diciembre le dice con entusiasmo a “mi querido Adriani”: “Mil gracias, mil gracias: está admirable todo, todo está admirable. Escribo al noble lord…” Le adelanta su plan: ir a Cirencester en marzo y abril, pasar allá cinco o seis semanas, trabajar como un burro, y le dice: “Dime si hay hotel o pensión, porque no voy a arranchármele al tío allá. Si es necesario me llevaré un o una copista. Bueno: esa es la primera parte; lo más
interesante es otra cosa: Por más que trabaje en esas semanas, no podré extraer todo el oro de la mina: mi intención es ensayar de embaucar al noble lord de tal manera que lo conduzcamos dulcemente a regalarle a Venezuela los papeles”.

Ofrecerle dinero al lord era casi una temeridad, tratándose de un señor que disponía de muchos regimientos de San Jorge, o sea de muchas libras esterlinas. Si el lord no se ablanda, Parra-Pérez tiene otras cartas: el reclamo diplomático a través del embajador Diógenes Escalante porque la familia del lord guarda indebidamente algo que forma parte del “patrimonio nacional”: “Pero esto no será sino  más tarde, cuando mis dotes de seducción y de dialéctica hayan sucumbido y sobre todo cuando ya yo  haya sacado lo que se pueda de los papeles en cuestión”.
El episodio del rescate del gran Archivo de Miranda demuestra la gran pasión de Parra-Pérez por lo venezolano. Sin duda, fue afortunado al contar en la gran aventura de seducir al lord inglés, con el talento y la pasión de Alberto Adriani. Se perdieron en el desorden y el desdén español de La Carraca los huesos del Protomártir, como lo llama con algún humorismo, pero se salvaron para la historia sus invalorables papeles.