Contribución de una venezolana de a pie, por María Elena Arcia Paschen
Contribución de una venezolana de a pie, por María Elena Arcia Paschen

venezuelaphotodonaldobarros1

 

La situación general cada día se hace más difícil por múltiples razones que no vale la pena reproducir ya que la literatura sobre los diagnósticos y radiografías es extensa y reconocida por todos.

Intentaré en esta pequeña nota hacer algunas recomendaciones, producto de mis experiencias personales y que me han sido de mucha utilidad, por lo que pienso podrían ayudarnos en la tarea de construir escenarios y espacios distintos a los que percibo tienen mayores promotores y que en mi humilde opinión, están castrando las posibilidades  de avanzar en la lucha que nos debe mover a  los venezolanos: Construir un país de progreso para TODOS.

Hay que acabar con la agresión bilateral, en el medio estamos 30 millones de venezolanos que queremos vivir en paz para dedicar nuestro esfuerzo a construir país; ya son 25 años de confrontación por lo que nuestra responsabilidad debe ser promover y estimular los consensos.

Recientemente leí una frase de Winston Churchill que me parece muy apropiada para estos días: “Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”, por lo que para no convertirnos en fanáticos del status quo, es indispensable salir de ese círculo vicioso que nos impide ver y escuchar mas allá de lo que tenemos cerca y nos es cómodo.

Este listado no pretende ser un manual de «autoayuda» pero si un ejercicio que nos permitirá movilizar nuestros pensamientos y ojalá nuestra forma de actuar, generando la tracción que nos urge para salir de esta inercia y desesperanza tan dañinas en la ruta de la reconstrucción.

 

  • Reconocer y aceptar que TODOS estamos preocupados: En esto quiero destacar que no tengo dudas que independientemente de nuestra posición política, a la mayoría de los venezolanos nos inquieta la dramática cotidianidad y nos angustia la incertidumbre del futuro, las diferencias están en las causas y las fórmulas para corregirlas.

 

  1. Reflexionar sobre nuestros aportes al país:  ¿qué estamos haciendo para contribuir a mejorar, cambiar?,  ¿de que forma puedo hacer más?.
  2. Buscar las similitudes y celebrar las diferencias: cuando revisamos las cosas que nos son comunes podemos pensar en promover iniciativas que nos encuentren. Aquí dejo mi iniciativa personal:  recuperar la imagen del país internamente e internacionalmente, ¿Cuál es la tuya?
  3. Bajarle el tono a lo inmediato: sobre todo aquellos privilegiados cuya lucha debe ir mas allá de la supervivencia diaria y quienes quizás son los que leerán esta nota.
  4. Escuchar las voces alternativas y no sólo aquellas que se ajustan a nuestro pensamiento: vale la pena alejarse del discurso dominante
  5. Exigirle a los líderes honestidad en transmitir lo que realmente es lograble en el escenario actual versus las expectativas de la población: en este punto recomiendo practicar el proverbio inglés “prepárate para lo peor esperando lo mejor”.
  6. Prepararnos para los próximos años ya que vendrán años de austeridad para superar la crisis dejada por la incompetencia e insensatez
  7. Antes de hacernos eco de las informaciones que “vemos” o escuchamos, es indispensable utilizar la buena práctica de investigar y leer en detalle para poder tener una opinión educada y distanciarnos de los ruidos que nos impiden un análisis sosegado.
  8. Entender que no hay soluciones rígidas ni inmutables: serán variadas, osadas, algunas en pugna con algunos convencionalismos y de allí que no hay ni habrá receta única.
  9. Comprender que son más las virtudes del diálogo y la negociación que sus defectos por lo que debemos evitar su satanización.
  10. TODOS somos indispensables y TODOS formaremos parte de la solución.
  11. Ser conscientes de nuestros prejuicios como primer paso para combatirlos.
  12. Convertirnos en ejemplo de hombres y mujeres orgullosos de nuestra gentilicio y de nuestros aportes al país
  13. Aceptar que nos tocó vivir en estas circunstancias históricas difíciles, distintas a las que vivieron nuestros padres y distintas a las que vivirán nuestros hijos, y que todos, absolutamente todos queremos un mejor país para quienes nos sucederán.
  14. Admitir que TODOS tenemos responsabilidades en la situación actual y dedicar algunos momentos a pensar cual ha sido la nuestra y como compensarla en el presente y futuro.

 

En mi caso han funcionado por lo que espero sean de utilidad para ustedes también!  

@malarcia