Hambre revolucionaria en cifras por Cipriano Heredia S.
Ago 10, 2016 | Actualizado hace 8 años
Hambre revolucionaria en cifras por Cipriano Heredia S.

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Si le preguntamos a Ricardito Sánchez si en Venezuela hay hambre, seguramente dirá que es sólo una sensación, tal y como afirma respecto a la inseguridad, a pesar de que sólo en julio hubo más de 500 homicidios en Caracas. Si le preguntamos a Andrés Izarra, tal vez hasta le añada una risita a la respuesta de Sánchez. Y si se le pregunta a Delcy repetirá (con el cinismo aprendido en famila) que “hay comida suficiente para abastecer a tres Venezuelas”.

Pero la realidad es otra y es muy dura. Los niveles de desabastecimiento de alimentos y la consecuente desnutrición que de él se derivan son estremecedores. Para conocer en detalle esta situación y plantear las soluciones pertinentes, el Comité “La Mejor Venezuela” de Voluntad Popular invitó al Ingeniero Rodrigo Agudo (experto en el tema agroalimentario) y a la Dra. Marianela Herrera (médico especialista en nutrición) a un conversatorio sobre este delicado tema, que tuvimos la oportunidad de moderar. El resumen de lo allí dicho es el siguiente:

La soberanía agroalimentaria del país fue destruida. La producción interna de alimentos sólo en 2015 decreció en -15,6%, por lo que hoy dependemos más que nunca de las importaciones, pero no hay divisas suficientes para traer lo necesario. Debido a esto, este año consumiremos 26% menos alimentos como población que lo consumido en 1998, y en algunos rubros concretos la caída será superior al 50%.

Respecto a la desnutrición en concreto, en general la población pasó de ingerir en promedio 2300 calorías diarias en 2013 a 1800 en 2015. Pero el tema grueso es el del fenómeno llamado “hambre oculta”, que se da en personas que aparentan estar nutridas pero en realidad comen mal. Esto está ocurriendo porque, en general, predomina el consumo de harinas y otros carbohidratos, mientras que la ingesta de proteínas va en declive. Además, más de 6 millones de personas comen sólo 2 veces al día, y otras 7 millones y medio sólo una, lo cual significa que la mitad de la población no come 3 veces al día.

Pero lo peor de esto es que los más afectados son nuestros niños. El déficit del crecimiento en edad escolar es del 26% por falta de alimentación adecuada, lo cual compromete también su rendimiento académico. Como datos escandalosos sabemos que el 100% de los niños que ingresan hospitalizados a Unidades como el Domingo Luciani presentan algún tipo de desnutrición, y que sólo en el J.M. de los Ríos ingresaron 31 infantes por esa causa en el primer semestre del año.

Al terminar este artículo no pudimos confirmar alguna tasa certera de fallecimientos por desnutrición. Pero independientemente de cual sea el número, lo cierto es que la Revolución trajo el hambre al país de manera dramática. Los niños de la calle demandantes de dinero, pasaron a ser malabaristas de semáforo hace unos años, y ahora son pedidores de comida. El daño orgánico y mental que se ha causado es ya prácticamente irreversible en toda una generación.

Lo más doloroso es tal vez presenciar cómo personas o familias enteras hurgan y comen de la basura. Ese triste espectáculo se está haciendo común en Venezuela. ¿Volverá la FAO a darle un reconocimiento al régimen por supuestamente hacer progresos en esta área?  Perdería toda credibilidad si así lo hiciera.

Por último, dejemos claro que no hay solución inmediata que no pase por aceptar la crisis humanitaria que vivimos y recibir la ayuda internacional que nos ofrecen. A la par de eso debe ponerse en marcha una intensa y eficaz política de recuperación del aparato productivo nacional para poder superar, en el mediano plazo, el enorme déficit de alimentos que padecemos.

No obstante, nada de eso ocurrirá bajo este régimen. Hoy más nunca es indispensable provocar el cambio político para poder salir del caos económico y social en el que estamos hundidos.

 

@CiprianoHeredia

 

*Diputado al Consejo Legislativo de Miranda y miembro de Voluntad Popular