El Yemen y las múltiples complicaciones por Tony Bianchi
El Yemen y las múltiples complicaciones por Tony Bianchi

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Como si no hubiera suficiente violencia, muertes y conflictos en el Medio Oriente ahora ha explotado un enfrentamiento  político-religioso en el Yemen con la participación de Arabia Saudita y otros países de la región que amenaza extenderse a todo el mundo árabe y musulmán.

¿Hasta cuando el mundo tendrá que soportar atrocidades cometidas en nombre de «Dios» que han convulsionado nuestro planeta  en los últimos milenios cuando todas las religiones condenan el homicidio y la matanza dentro de la raza humana?

No estamos hablando de una sola religión, sino de casi todas las existentes que a un punto u otro de su historia han dejado a un lado sus buenas intenciones iniciales y sus enseñanzas para que su afán de supremacía degenerara en guerras santas, cruzadas,  inquisiciones, persecuciones, holocaustos, batallas  grande y chicas y violencia en general faltando de respeto no solamente al ser humano sino a sus propios dioses.

Lo que está pasando en el Yemen no debería causar mayor sorpresa porque desde cuando el profeta Mohamed murió en el año 632 luego de fundar la religión musulmana sus seguidores a lo largo de gran parte de Asia, el Medio Oriente, África y otras regiones han estado siempre en conflicto.

Estamos hablando de una religión  que abarca 1.600 millones de personas  o sea casi el 25 por ciento de la población mundial.

El conflicto, como muchos otros en la historia, nació al momento de tener que elegir un sucesor, en este caso del Profeta. Inmediatamente se formaron dos bandos donde el primero consideró y eligió como Califa  a Abu Bakr por su reconocidas calificaciones y sabiduría encargándole de guiar la comunidad islámica mientras que el segundo bando insistió que fuera un pariente con la misma sangre del Profeta.

El primer grupo fue identificado como los Suni, seguidores de la suna, o camino trazado por Mohammed, y el segundo grupo los Shia o shia’atu Alí, seguidores  de Alí ibn Abi Talib, primo e hijo político del Profeta.

Los Suni lograron imponer inicialmente a Abu Bakr pero en el año 656  los Shia  instalaron Alí ibn Abi Talib  pero este fue asesinado cinco años más tarde y en el 680 los Suni igualmente mataron a su hijo Husein y desde entonces y a lo largo de 14 siglos, aún creyendo en un mismo Dios,  los dos bandos nunca llegaron a un entendimiento, más bien sufrieron mas divisiones y se enfrentaron violentamente en múltiples ocasiones.

Los Suni dominaron a lo largo de nueve siglos y conquistaron importantes victorias políticas tanto es así que representan  el 86 por ciento del mundo  islámico que se extiende a lo largo de  más de 40 países desde Marruecos hasta Indonesia. Pero los Shias, que dominan en Irán (Persia), Iraq, Azerbaiyán, Bahréin y en el Líbano, han registrado un gran crecimiento e importancia desde 1979 a raíz de la revolución  islámica  propiciada por el Ayatola Ruholah Komeini que marcó el inicio de un enfrentamiento directo entre Arabia Saudita e Irán.

Los dos países se enfrentaron militarmente en la guerra del 1980-1988 entre Iraq e Irán y son ambos responsables de la mayoría de los actos de violencia religiosa que han afectado el Medio Oriente desde entonces.

 

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El situación en Yemen representa otro conflicto entre Riad y Teherán donde el Presidente de Yemen, Abdrabbuh Mansour Hadi, un Suni apoyado por la gran mayoría del sur de su país y Arabia Saudita, también Suni, enfrentan a la secta Shia de los Houtis respaldada por Irán.

Complicando aún más la situación, el brazo de al-Qaeda más importante de la península árabe de la cual forma parte tanto Yemen como Arabia Saudita, quiere aprovecharse de la situación para ganar terreno y adeptos, y en cuanto a actos de violencia y ganas de conquistas el Estado Islámico (ISIS) quiere demostrar que es más temible que la misma al-Qaeda.

El Yemen es importante estratégicamente porque el puerto de Adén y el estrecho de Bab al-Mandab controlan el tráfico marítimo con énfasis en el petrolero del Mar Rojo, cuya costa principal pertenece a Arabia Saudita, hacia los océanos Indio y Pacífico y todo el Hemisferio Sur.

Hay que recordar que unas de las razones principales de Arabia Saudita de emprender la guerra de los precios petroleros propiciando su gran caída en el mercado mundial desde Noviembre es la de causarle serios daños económicos a Irán cuyos ingresos dependen casi exclusivamente de las ventas de crudo.

No cabe duda que los peligros más grandes para los musulmanes derivan de diferencias religiosas internas.