Este 5 de enero se realiza la instalación de la nueva Asamblea Nacional, la cual estará en funciones hasta el año 2021.
Con una nueva correlación de fuerzas, nunca vista en 17 años, bajo el control de la oposición, que asegura que tendrá entre sus prioridades el control y la supervisión del gobierno, lo que presagia tiempos de choques entre los poderes en el país suramericano que está sumido en una profunda crisis económica.
Los 163 diputados de la oposición y el oficialismo tomaron juramento en una sesión especial que se desarrolló cumpliendo el protocolo pero que estuvo signada por momentos de tensión por los recurrentes insultos que gritaron, desde los balcones del hemiciclo, los invitados de ambos bandos cuando intervenían los congresistas.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había escogido en días anteriores mediante votación al diputado que propondría para ser el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup. Enrique Márquez (UNT) es el primer vicepresidente y Simón Calzadilla como segundo vicepresidente.
Tres diputados de la oposición y uno del oficialismo no pudieron juramentarse debido a una reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia que suspendió sus proclamaciones. Como consecuencia de esa decisión la oposición quedó con 109 diputados mientras que el oficialismo tendrá 54 congresistas.
Varios diputados oficialistas decidieron abandonar la Asamblea Nacional, luego de que se juramentó a Roberto Barrero y José Luis Cartaya secretario y subsecretario, respectivamente, del nuevo parlamento.
Entre las novedades que exhibió el salón de sesiones se destacó la ausencia de los cuadros del Libertador Simón Bolívar y del fallecido presidente Hugo Chávez, que estaban en el podio de los oradores, que fueron retirados por la antigua administración, indicó a la AP el diputado opositor Edgar Zambrano.
La junta directiva convocó una sesión extraordinaria para el miércoles 6 de enero a las 10:00 a.m.
