Viajar, una carrera contra las trabas por Yaneth Fernández - Runrun

viajar-con-ninos.jpg

 

Planificar un viaje al exterior, bien sea de placer, negocios o de salud, se ha convertido en una odisea para los venezolanos.

Restricción cambiaria, múltiples trámites para solicitar las divisas, limitaciones en la oferta de boletos al exterior, demora en las gestiones de extranjería y pagos adicionales por servicios aeroportuarios, se suman a la larga lista de obstáculos que deben vencer quienes aspiren a salir del país.

De acuerdo a la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), la situación que enfrentan los ciudadanos contradice el artículo 50 de la Constitución sobre el libre tránsito. «En Venezuela, se ha ido perdiendo el ejercicio de ese derecho», aseguró el presidente de la organización, Roberto León Parilli.

Resaltó que es deber del Estado garantizar las condiciones mínimas para el servicio de transporte aéreo, porque es imposible que los usuarios tengan que pasar por sucesivas trabas desde el momento cuando deciden comprar el pasaje hasta que materializan el viaje. 

Recordó que no conforme con los requisitos que deben cumplir los venezolanos en el país, estando en el exterior se enfrentan a la incertidumbre de que la tarjeta de crédito pase sin dificultad durante las transacciones o, el caso más reciente, que las líneas aéreas decidan cambiar las reglas de operaciones.

«Esta situación es mayor y cada vez más grave. Cada vez nos hace más inoperantes», reflexionó.

Anauco ha elevado varias demandas ante los órganos jurisdiccionales por la violación al libre tránsito, la discriminación en el otorgamiento de divisas para viajar, entre otros; sin embargo, las respuestas siguen siendo escasas o nulas.

León Parilli consideró urgente que el Gobierno dedique atención a esta situación. Enfatizó que viajar no es un lujo, sino un derecho ciudadano. «El derecho es el libre tránsito y las prioridades las coloca cada persona», insistió.

Para el representante de Anauco mal pueden los consumidores pagar las consecuencias de la no consolidación de una oferta aérea nacional con presencia en múltiples destinos al exterior, ni por la deuda que mantiene el Estado con las aerolíneas extranjeras y, mucho menos, por el uso irregular de las divisas que hayan hecho algunas personas, producto del control de cambio que rige en el país desde 2003.

Invitó a los ciudadanos a organizarse y a no desistir en ejercer acciones colectivas. 

A los diversos problemas que supone viajar al exterior, uno de los asuntos considerados más dramático tiene que ver con la reducción de las frecuencias de vuelos de líneas aéreas extranjeras como consecuencia de la deuda que mantiene el Gobierno con el sector. Hasta abril el monto ascendía a 3.900 millones de dólares.

El Gobierno ha señalado que ya existe un acuerdo de pago con ocho de las 24 aerolíneas internacionales que operan en el país, y hasta ha alabado las «permanentes reuniones» con representantes del sector. 

No obstante, la realidad hoy es que dos aerolíneas suspendieron sus servicios (Alitalia y Air Canadá), otras 13 aerolíneas han decidido reducir su frecuencia de vuelos hacia Venezuela, y en otros casos, según denuncias, han establecido el pago de su boletería al público en moneda extranjera.

 

Yaneth Fernández

El Universal