La subasta número 14 del Sicad 2, a la cual el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) convocó a las personas jurídicas del sector de librerías y útiles escolares, llegó tarde y cubrió apenas 10% de sus necesidades históricas de divisas anuales, según los empresarios del rubro.
La adjudicación se realizó a mediados de junio, un mes en el que tradicionalmente en años anteriores los mayoristas y proveedurías ya han distribuido a los comercios detallistas la mercancía necesaria para atender la demanda de la temporada escolar.
Luis Scarcioffo, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Educativa y materiales de Oficina (Caveo), explicó que entre noviembre y febrero es la etapa en que las empresas del sector suelen dedicarse a producir, para poder distribuir sus mercancías entre marzo y mayo de cada año, a más tardar.
“La idea es que en julio las redes de comercialización ya estén llenas, para que las familias que empiezan a recibir las listas de útiles escolares que necesitarán sus hijos puedan acudir a sus proveedores”, dijo.
El vocero advirtió, sin embargo, queserá apenas en julio cuando se empezarán a hacer los pedidos en el exterior, luego de la adjudicación de $20,45 millones para el sector por parte del Cencoex. “Tememos que para octubre aún no se habrá podido atender eficientemente el abastecimiento local”.
A Scarcioffo le genera “angustia” que la falta de divisas para adquirir materias primas y productos terminados esté acabando con la disciplina que hasta ahora había habido en la entrega de los materiales educativos.
El presidente de Caveo recordó que “los inventarios están muy bajos” y estima que se está importando apenas 20% de lo que requiere el mercado. Por lo tanto, cree que “debe hacerse un esfuerzo para aumentar estos niveles, ya que más allá de la manufactura empresarial, los útiles escolares tienen un sentido social al destinarse a la formación de la juventud, que es primordial”.
Scarcioffo precisó que tanto cuadernos, como cartulinas, papelería, pinturas, gomas de borrar y para pegar, lápices, marcadores, resaltadores, artículos de medición como reglas y escuadras y otros de una gama que es muy amplia presentan problemas de abastecimiento. “Incluso el sector de los libros va a tener problemas en la entrega oportuna de textos escolares por la falta de papel”, acotó.
Douglas Díaz, ex presidente de la Asociación Venezolana de Papelería y Afines (Avepa), confirmó que “los inventarios están en niveles crítico, porque apenas nos convocaron al Sicad 1 hace una semana”.
El empresario y ex directivo gremial prevé que será en agosto cuando empezarán a llegar al mercado los productos que dependen de la adjudicación de divisas por parte del Cencoex, cuando lo ideal es que en julio ya estén abastecidos los canales al detal. “Importar tarda entre 45 y 60 días”, justificó.
Esperan nuevas convocatorias
Díaz señaló que los poco más de 20 millones de dólares que se adjudicaron a las empresas del ramo en la última subasta del Sicad 1 en la cual participaron representan apenas 10% de las necesidades históricas anuales de divisas del sector de útiles escolares, estimadas en $200 millones.
Por lo tanto, el empresario espera que el sector sea convocado próximamente a nuevas subastas que les permitan acceder a las divisas que requieren para traer materias primas y productos terminados. “Estoy seguro de que hará falta dinamizar al sector con importaciones adicionales”, dijo.
Díaz también considera que las subastas deben planificarse y convocar paralelamente a otras industrias que les suministran materias primas necesarias para mantener la producción, pues algunas líneas están paralizadas. “Hay que tener una visión global del sector. Porque quien hace témpera necesita las tapas plásticas que hace esa industria y el cartón para la cajita”, explicó.
Al sector aún no le han liquidado 30% de la deuda en divisas.
