Consumidores se endeudan más ante expectativa de mayor escasez - Runrun

Colas

Los niveles de confianza de los compradores llegaron en marzo a su punto más bajo desde 2008. La escasez y la expansión monetaria distorsionan el mercado

Las distorsiones económicas hacen que el comportamiento del consumidor venezolano parezca irracional. A pesar de una inflación anualizada de 59,4%, según datos oficiales, y de la caída del poder de compra registrada en el primer trimestre de este año, la escasez motiva a los consumidores a continuar comprando lo que consigan y si es necesario se endeudan para poder hacerlo.

“Este es, de todos los momentos en los que hemos hecho exploraciones, el de más difícil interpretación. El mercado está lleno de distorsiones que impiden ver una racionalidad convencional en la conducta de los consumidores”, dijo Luis Vicente León, director de Datanálisis.

Explicó que el venezolano ha perdido capacidad adquisitiva –4% hasta el aumento salarial del primero de mayo– pero solo ha reducido la adquisición de bienes no esenciales; su prioridad siguen siendo los productos más escasos. “Este gasto no es planificado, se vuelve una compra compulsiva. Conseguiste el desodorante que usas y compras cinco o seis. Eso también altera el presupuesto familiar”, agregó.

Adicional a la escasez, los niveles crecientes de liquidez alimentan la posibilidad de recurrir al crédito bancario para financiar el consumo. Asdrúbal Rivas, experto en finanzas personales, aseguró que el uso de la tarjeta de crédito para gastos corrientes ha ido en ascenso. Entre marzo de 2013 y marzo de 2014 las transacciones con este instrumento aumentaron 90%, mientras que en el período anterior subieron 61,1%.

Los consumidores consultados coinciden con los expertos. “Cuando veo el producto compro todos los que pueda, así tenga que usar la tarjeta de crédito”, contó una señora en un supermercado.

La inflación promedio de 28% en los últimos 30 años ha hecho que para el venezolano se haya vuelto normal endeudarse. “Estamos en un círculo, todo cuadra para que te endeudes más”, expresó.

Estos dos factores, liquidez y escasez, explicarían las largas colas en los comercios de electrodomésticos cuando aparecen en los anaqueles, luego del agotamiento de los inventarios generado por el llamado “Dakazo”, en noviembre de 2013.

“Aumenta el crédito formal e informal. Crecen las deudas en tarjetas de crédito, se piden créditos al consumo, se compra financiado. Luego está el financiamiento informal. Se dispara el crédito con prestamistas, que es carísimo, y se desvían los consumos”, señaló el director de Datanálisis.

Además, se mantiene el uso de los sanes, sobre todo en los estratos más bajos, el cual es considerado un sistema de ahorro perverso porque no ofrece ninguna remuneración. Sin embargo, Rivas afirmó que el incentivo es el compromiso. “Nadie te reclama si no depositas dinero en tu cuenta de ahorro”, dijo.

Añadió que en los bancos se registra un bajo índice de morosidad, lo que en parte encuentra una explicación en que las personas quieren mantener al día sus líneas de crédito para poder optar por otros mecanismos de financiamiento. “La pregunta más común de los usuarios en las entidades financieras es cómo aumentar el límite de la tarjeta de crédito”.

Menos confianza. El director de Datanálisis señaló que por este motivo la demanda y el consumo podrían haber tenido un comportamiento positivo o, por lo menos, una caída menos fuerte a la esperada dada la inflación y la contracción del poder adquisitivo: “Ante la expectativa negativa de abastecimiento y de precios, el consumidor actúa de manera racional y anticipa sus compras. Se genera lo que los economistas llaman expectativa regresiva, que consiste en que se espera que el futuro sea peor que hoy”.

Indicó que el índice de confianza del consumidor se encuentra en su peor momento desde 2008. “En marzo estaba en 31,4%”. Recordó que su punto máximo fue en septiembre de 2012, cuando se situó en 57,2%. En septiembre, había bajado 45,4%. Pero a partir del Dakazo la confianza fue descendiendo hasta llegar a la cifra actual.

Refirió que en los últimos tres meses ha habido un mayor deterioro debido a la escasez. “Creo que el gobierno y el sector privado están avanzando a pesar de que no se están atendiendo los problemas de fondo. Están más dispuestos a resolver asuntos puntuales para oxigenar el mercado. Los próximos tres meses van a ser muy duros en materia de abastecimiento”, expresó.

La inflación puede estar entre 60% y 70% al finalizar el año. Los consumidores no tienen que ser expertos para percibir esta tendencia, de acuerdo con la firma.

Campaña infructuosa

Desde noviembre del año pasado, el Ejecutivo busca los mecanismos para impulsar el ahorro y reducir el consumismo. “Bájale dos al consumo, súbele cuatro al ahorro”, dijo el presidente Nicolás Maduro, y anunció nuevos mecanismos para fomentar el ahorro.

Hasta ahora esto se ha traducido en la emisión de un instrumento de inversión con una tasa de interés de 17%, la cual, con una inflación oficial de 59,4%, se vuelve poco atractiva. En abril, Maduro retomó el llamado a bajar el consumismo, consigna que ha repetido en diversos actos públicos. “Con campañas no puedes obligar al consumidor a actuar contra su racionalidad. Lo único que resolverá el problema es que el gobierno garantice el abastecimiento. El consumo excedentario no es el problema es la consecuencia del modelo”, afirmó el director de Datanálisis, Luis Vicente León.

Lo dijo

Nicolás Maduro

Presidente de la República

Primero de mayo de 2014

“Pido bajar el consumismo, no caer en las campañas psicológicas del nerviosismo, ejercer un consumo consciente, racional, necesario. La familia venezolana sabe que el gobierno bolivariano le garantiza los productos como nunca antes se había hecho en Venezuela”.

 

El Nacional