Han sido muy movidas estas últimas horas en el Estado Lara de Venezuela. En primer lugar, la tierra ha venido reacomodándose en su interior provocando numerosos temblores que han asustado mucho a poblaciones como El Tocuyo, Quibor, Sanare y Barquisimeto. El de mayor repercusión fue de 5,2 en la escala de Richter según la fundación venezolana de investigaciones sismológicas (Funvisis); pero lo preocupante han sido las más de 20 réplicas que hasta ahora se han presentado y han obligado a suspender actividades escolares y de otra índole en algunos municipios para prever cualquier situación de emergencia.
Afortunadamente, los sismos solo provocaron resquebrajamientos en algunas estructuras antiguas, vidrios y otros objetos . Pero el susto aún mantiene a la gente a la expectativa. En segundo lugar, pero ya hacia otras latitudes de la región, en este caso específicamente, en Barquisimeto y Cabudare; las protestas estudiantiles acompañadas de diversos sectores se han hecho presentes con mucha fuerza, a la par de cacerolazos y cierres de vías con escarceos permanentes con las autoridades que han causado muchas detenciones y aperturas de procedimientos por parte de los tribunales locales.
Las clases en las universidades han debido suspenderse o sencillamente, se mantienen pero con un mínimo de asistencia por las dificultades de transporte y movilización. Lo mismo ha ocurrido con los liceos.
Organizaciones como Funpaz y la cátedra de derechos humanos de la Ucla han debido asistir a los más de 70 estudiantes detenidos. También falleció un simpatizante del Psuv, hermano de un diputado a la Asamblea Nacional, llamado Alexis Martínez de un impacto de bala en su cabeza mientras trataba de levantar una barricada en la avenida Hermann Garmendia al este de Barquisimeto, justo al frente de la Universidad Fermín Toro.
También han sido numerosos los heridos por perdigones. La novedad en estas últimas horas ha sido los enfrentamientos entre grupos de estudiantes y vecinos con simpatizantes y miembros de colectivos en las entradas de varias urbanizaciones tanto de Cabudare como del este, sur y oeste de Barquisimeto; manifestándose un brote de violencia política como no habíamos visto antes en similar magnitud.
El gobernador de la entidad, Henri Falcón, se pronunció “a favor de la protesta pacífica de los estudiantes y señaló que los cuerpos de seguridad del estado están en la obligación de resguardar los derechos humanos de todos los que protestan, independientemente de su filiación política” agregó también que “ese ha sido el rol que ha cumplido la policía regional y si algún efectivo hiciera lo contrario, sería puesto a la orden de la fiscalía inmediatamente.” También hizo un llamado al presidente Maduro para que “los planteamientos que hacen estos jóvenes para llegar al fondo verdadero de las causas que están generando molestias a una buena parte de la sociedad.”
A pesar de los llamados a la paz y a la sindéresis, todavía se producen marchas y contramarchas, cacerolazos y enfrentamientos con los cuerpos de seguridad del estado, alterándose el clima de la región y afectando la cotidianidad de los larenses. Muchos establecimientos comerciales se han visto en la necesidad de cerrar sus puertas luego del mediodía para evitar cualquier tipo de incidentes.
En medio de las dificultades que vive el estado, es importante señalar que se han producido numerosas violaciones de derechos humanos denunciadas por personalidades y organizaciones locales que han atendido a un grupo significativo de jóvenes que han sufrido torturas físicas y psicológicas por organismos de seguridad públicos y que están siendo procesados ante los órganos de justicia.
Es una situación muy lamentable que refuerza el clima de polarización que reina en el país y que contribuye muy poco a la necesidad de diálogo sincero y fecundo que tiene el país. Contribuye muy poco a esa necesidad de diálogo los epítetos descalificativos que se usan para señalar al adversario más como enemigo a vencer que como hermano y ciudadano nacional. Esperamos con mucha fe que el clima de tensión se diluya para reabrir los espacios de fraternidad necesarios para trascender estas difíciles horas.
