Aritméticas del salvajismo por Sebastián de la Nuez @sdelanuez - Runrun

Los andamiajes de la brutalidad marcan el éxodo de la base chavista hacia otras latitudes

Los aviones de José Vicente Rangel y la grabación de María Corina Machado ayudan a celebrar el día del periodista

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Anoche conversaba con un amigo: una vez pasado el luto por el fallecimiento del comandante, ¿a dónde irá a parar toda esa energía que generó? Los esperanzados que antes salían en las encuestas comenzaron a migrar hacia otras alternativas en las elecciones del 14 de abril; los fanáticos, es decir, aquellos que siguen o siguieron al líder y su revolución por emocionalidad básica («un sentimiento nacional» era el eslogan en 1998), han querido depositar en Nicolás Maduro su fervor, pero en cada discurso el hijo ungido los descorazona.

Y los agradecidos y/o comprometidos por conveniencia, aquellos que dependen directamente del Estado, de alguna de sus dádivas o misiones, están mirando la erosión del sueldo, la fatiga en las colas de Mercal, el desabastecimiento. La energía del comandante eterno tiende a disolverse en el éter.

En los noticiarios de Venezolana de Televisión se repite el calificativo «comandante eterno» una y otra vez, por boca de los propios anclas o en los obsecuentes voceros gubernamentales. Pero la eternidad no es un producto de venta en Agropatria por sacos, a granel. Los agricultores mediáticos no están en capacidad de esparcir eternidad en el ambiente cada tanto tiempo, regando la siembra de recuerdos vívidos y renovando, de este modo, la cosecha del misticismo populista.

Antes de las elecciones de octubre del año pasado, 30% del electorado se mostraba como no alineado; sin embargo, apenas 5% se presentaba claramente neutral y el resto conservaba o bien tendencia favorable al oficialismo o bien hacia la oposición. A estas alturas, y aun cuando no hay datos duros sobre la materia, esas cifras deben haber caído.

Los no alineados, quizás, son hoy un vestigio de lo que fueron ayer. Una minúscula minoría. Las aritméticas del salvajismo surtían efecto con Chávez, porque era Chávez redentor señor de todas las palabras; con Maduro el asunto es diferente. Las aritméticas ahora son patética imitación. La plataforma light del chavismo, ese sector no rabiosamente comprometido y que antes era proclive a dejarse convencer, se ha convertido en sal agua.

Fuente: TalCual Digital