La cobardía del teniente coronel por Mario Beroes - Runrun
La cobardía del teniente coronel por Mario Beroes

Una vez más el teniente coronel vuelve a mostrar su verdadera faceta, la de la cobardía. Una faceta a la cual ya nos tiene acostumbrados; un estilo que le conocemos desde aquel aciago 4 de febrero, cuando sin disparar una sola bala y teniendo bajo engaño a cientos de soldados, decidió rendirse en el Museo Militar de La Planicie.

Por qué será que no me extraña el “recule” de Hugo Rafael Chávez, quien en los momentos más álgidos de su gobierno ha dado muestras fehacientes de falta de valor y ánimo, como ahora, al negarse a debatir públicamente con el candidato de la Unidad, Henrique Capriles.

Siempre nos han acusado de ser un país con poca memoria. Por eso es bueno que recordemos que además de la rendición “sin condiciones” del 4-F, están las lágrimas y balbuceos del 11 de abril, cuando se acogió a la protección de la Iglesia católica, a quien por cierto, cuando regresó “guapo y apoyado”, vejó, amenazó y criticó como si no hubiese pasado nada en esas 72 horas de la historia contemporánea nacional.

Y puedo seguir “hurgando” en la memoria de este gobierno. El silencio cuando su propuesta política fue derrotada. Como olvidar las horas y horas viendo en TV la puerta del CNE, mientras se retrasaban los resultados de esa consulta electoral que perdió, y su reacción de niño malcriado, al calificarla con aquella palabra tan desagradable y escatológica. Ejemplos de ese tipo de conducta sobran en la vida de Chávez.

A mi en lo particular, el teniente coronel me recuerda a los guapetones de barrio. Señores que se creen poderosos cuando tienen un respaldo a sus espaldas, pero que cuando se ven solos y faltos de protección, son capaces de arrastrarse y someterse a cualquier opción humillante, con tal de salvar su pellejo.

La más reciente muestra de cobardía del Jefe de Estado la tenemos con el ocultamiento de su enfermedad. El país no sabe a ciencia cierta qué tipo de enfermedad terminal padece. Nos hemos enterado por terceros; por otras vías informales, ya que Chávez Frías no ha sido lo suficientemente responsable como Mandatario Nacional para informar al país sobre el tipo de cáncer que tiene y los alcances del mismo en su humanidad.

Al mejor estilo fidelista el venezolano común se ha enterado del tema por cualquier vía menos la oficial, que debería ser la que realmente informe. Pero me pregunto yo, si la cabeza del gobierno da muestras de miedo y cobardía, el resto del equipo también padece dicho mal.

Que Chávez debe debatir con Capriles es una obligación que como Presidente debe asumir. Queremos saber si realmente vale la pena votar por él; si su proyecto sirve y si continúa siendo una opción frente a un candidato sano, joven, con ideas innovadoras. Un candidato que busca unir y conducir al país por caminos modernos, dejando de lado visiones políticas fracasadas y que la historia se ha encargado de demostrar lo erradas que son.

Pero claro, como decía mi abuela Josefina: “El miedo es libre y cada quien agarra su ración”.

Mario A. Beroes Ríos

www.marioaberoesrios.blogspot.com