Separados pero ligados. Porque al fin y al cabo, la misma razón los une. Se trata de Hugo Chávez y Diosdado Cabello. El primero reclama, ahora sí, por un gran sistema de salud. El segundo, porque la vivienda deje de verse como un negocio. En el caso de la salud, todavía el Gobierno no da respuesta a la denuncia del diputado Miguel Angel Rodríguez sobre la fiesta de las empresas de maletín en las remodelaciones de los hospitales. Tampoco hay respuestas para los médicos, cuyo gremio no abandona la lucha. En lo que refiere a Diosdado Cabello, hay que recordarle que cuando Luis Felipe Acosta Carles era gobernador de Carabobo, reclama del mini stro de Vivienda de entonces, Luis Figueroa, y del mismo Cabello, jefe político de Figueroa, que no bajaban los recursos para construir más viviendas en aquel estado. O sea, la vivienda como arma política, porque ya se sabe lo que ocurrió después con Acosta Carles. Si algo puede mostrar la gestión del general caído en desgracia, son las urbanizaciones que levantó en Carabobo, con lo cual se anticipó a lo que vino después: la crisis de la vivienda en un país en el que gobiernan Chávez y Diosdado Cabello. Chávez insiste por un sistema de salud. ¿Es la primera vez? ¿No es la misma promesa de años atrás? Las empresas de maletín que operaron en Barinas en los tiempos de Hugo de los Reyes Chávez y Argenis Chávez, el padre y el hermano del Presidente, fueron también una vía para fugar recursos y señal de corrupción y pésima gestión. Al llegar a la gobernación, Adán Chávez alborotó el avispero, pero jamás investigó. No hay culpables en ninguno de los casos. Y en cuanto a fracasos en la construcción de viviendas y en materia de hospitales, se buscan chivos expiatorios. Sólo eso. Aunque sí, el dúo del poder habla. Le encanta hablar.