La temporada de lluvias inició en Venezuela sin que el sector agrícola tenga suficientes semillas e insumos para poder producir el 80% de los alimentos que se consumen a nivel nacional por tradición, pues las pocas semillas que hay en el país son presuntamente recibidas por AgroFanb. Además, la inseguridad atenta contra la actividad de asociaciones agrícolas.

Así lo expresó a El Impulso el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agrícolas (Fedeagro), Aquiles Hopkins, quien advierte que de no potenciarse la producción de alimentos en el país, esta continuará descendiendo, lo cual obligará a recurrir a importaciones en momentos en que las divisas escasean y podría acentuar la escasez. Actualmente se registran acopios del 30 % de insumos y 20 % de semillas en rubros como maíz blanco.

«Ya es tarde. Llegaron las lluvias y no hay capacidad logística para movilizar todo el fertilizante y agroquímicos que se necesita para hacer frente a la superficie de siembra», señaló Hopkins, y explicó que se estimaba una superficie de siembra de maíz de 500.000 hectáreas, pero los agricultores sólo cuentan con el 20 % de estas para sembrar. Los cultivos de café ya debían haber sido fertilizados, al igual que la caña de azúcar, mientras que el arroz, que sólo atendió el 40 % del consumo nacional el pasado año, también registra acopio de insumos del 30 %.

El directivo de Fedeagro comenta que “con el monopolio de suministros y agroquímicos del Estado a la cabeza, que pretende incrementar su participación en la producción, pero lo hace de manera ineficiente, se agudiza aún más la caída en la producción nacional, que ha sido permanente durante los últimos diez años». Según las cifras que cita el diario larense, el país solía producir el 70% de los alimentos que consumía, pero en 2016 abasteció apenas el 30% del consumo y el panorama muestra una continuidad de la caída productiva, sino se revierten los daños.

Inseguridad y AgroFanb 

Aquiles Hopkins calificó como “injusta” la distribución de agroquímicos, fertilizantes y semillas en el país, puesto que presumiblemente serían la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), a través de AgroFanb, quienes reciben la poca semilla con que cuenta la nación.

La inseguridad mengua también la actividad agrícola. «No hay una estructura de gobierno que ataque la inseguridad en las zonas rurales… Pero también vemos cómo la Fuerza Armada, que debería estar dedicada a la seguridad, tiene participación en el acceso a los insumos. Se invierten entonces los roles», resalta Hopkins.

También agregó que “centros fantasma y paracaidistas” concentran la recepción de insumos que históricamente eran entregados a los productores que hacen vida en el país, lo que profundiza los errores.