La oposición no la tiene fácil. Esta es la consideración de Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, quien afirma que la hostilidad del contexto político venezolano traba los cambios sociales y económicos que plantea la contraparte del Gobierno nacional.

«El trabajo de la oposición en Venezuela es muy difícil, porque hay mucha hostilidad y acoso. En la medida en la que fijen muy bien el entorno y se den cuenta de lo que reclama la gente, y se acuerde que la política es el arte de hacer posible lo necesario, por allí se puede dar el strike. En circunstancias difíciles, los partidos se han unido. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha tenido sus errores, pero no podemos olvidar que también ha tenido logros y nos han dado grandes satisfacciones trayéndonos a esta situación de lucha en la que estamos. Ahora lo que todos queremos es que encuentren la fuerza, el entusiasmo, la capacidad de emocionar a la gente y el camino para rematar la faena, para terminar. No estoy seguro si lo que hace falta es el batazo decisivo para empujar la carrera o un cerrador que impida que nos bateen», declaró ayer Aveledo durante un encuentro con periodistas con motivo de la XI Semana de la Doctrina Social en la iglesia Claret, de Maracaibo.

Pero, ¿cuál sería el batazo decisivo? A juicio del exsecretario de la MUD, un buen mánager no canta las jugadas al equipo contrario, sino que las concibe tratando de sorprender al otro. No obstante, resaltó que la participación es la única vía para producir cambios importantes. Luchar para participar es decisivo, y es en este punto, donde destaca la hostilidad y el riesgo de los valores democráticos en el juego político venezolano.

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