PSUV Bolívar busca consuelo tras dos semanas de derrota electoral
PSUV Bolívar busca consuelo tras dos semanas de derrota electoral

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En el mismo lugar donde Nicolás Maduro anunció en febrero el regreso del Plan Guayana Socialista se concentraron los dirigentes de la Central Bolivariana de Trabajadores pero, esta vez, sin la compañía presidencial.

A casi dos semanas de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, la dirigencia oficialista de las empresas básicas de Guayana se toma su tiempo para digerir los resultados de los comicios, la segunda derrota abrumadora del chavismo en 17 años.

La convocatoria estaba contemplada desde hacía una semana, pero la asistencia no estaba garantizada. La idea de que el propio Maduro podría venir este viernes le dio forma a la marcha que salió de la plaza Monumento CVG y terminó tres cuadras más adelante: en la plaza Las Banderas frente al parque La Navidad, en Puerto Ordaz.

Tarima, sonido, refrigerios, pancartas y banderines en contra de una supuesta privatización fueron parte de la logística, pero no así la asistencia a la marcha.

En la tarima estuvieron Ángel Marcano, el hoy excandidato del PSUV uninominal, derrotado en las elecciones del 6 de diciembre; también Justo Noguera que, además de presidente de la CVG, fue candidato a alcalde encargado de Caroní; y la coordinación de la Central Bolivariana de Trabajadores, los acusados por un sector del chavismo de ser los responsables de la derrota parlamentaria.

En ningún discurso privó la autorrevisión, salvo en Héctor Rodríguez el único diputado electo por el PSUV en el estado Bolívar. El dirigente de la construcción Héctor Dali calificó de sinvergüenzas a los diputados de la MUD que, según él, pretenden quitarle los beneficios al pueblo trabajador.

Luego tocó el turno del secretario de organización del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss), José Meléndez, quien avaló la semerenda pela que -comentó-  le dieron los trabajadores al diputado Francisco Sucre, en el portón III de Sidor. “Ellos pensaban que iban a recibir besos y aplausos en el portón”, en alusión a un pequeño grupo de trabajadores, acusados de violentos, que impidieron el encuentro del diputado con los sidoristas.

Con ese preámbulo sentenció que no ganó la MUD, sino la manipulación. Las interpretaciones sobre los números siguieron en ese orden. El dirigente de la Central Bolivariana, José Gil, dijo que aún están analizando los resultados que, en su opinión, se debió a múltiples factores.

“Ese es un elemento de análisis: ¿En dónde falló la comunicación con nuestro pueblo?”, pues no le pareció coherente que si la oposición “no le ha dado nada al pueblo”, haya obtenido esos resultados.

“Lograron confundir a una minoría usando un código comunicacional”, advirtió Gil, y entonces propuso analizar por qué un sector del chavismo se atrajo por la palabra cambio aun cuando la oposición no ha entregado pensiones, computadoras, viviendas y estabilidad laboral.

Propuso, así, revisar a la burocracia, a las designaciones de ministros con el fin de que lograr enfrentar 2016. No fue un comentario al aire de quien, desde 2009, ha insistido en la idea de que los trabajadores gobiernen a través de un Ministerio de Trabajadores.

“No podemos permitir que nos quiten a Nicolás”, expuso Gil al catalogarlo como el responsable continental de la revolución. Por eso es que, manifestó, se ha declarado la rebelión de los trabajadores.

Tarea histórica

Mientras hablaban, la asistencia aminoraba. Los tercerizados que sostenían banderines en contra de la privatización de Sidor comenzaban a marcharse. También el personal gerencial de libre remoción y todos los trabajadores de los departamentos administrativos.

Al cabo de una hora, quedaban los desempleados y los militantes de fracciones sindicales que cobran sin trabajar, aun cuando no han sido electos por los trabajadores.

Marcano, quien fuese presidente de Alcasa y titular de la Corporación del Aluminio, los invitó, sin embargo, a cumplir con la tarea histórica.

“Nosotros le decimos a Nicolás: Presidente ordene, tenemos confianza en que no nos va a traicionar”.

Advirtió, sin embargo, que si la derecha vienen en contra de ellos, “se va a derramar la gota” y que los “hornos están calientes”, al igual que los trabajadores. “No pasará la contrarrevolución”.

De hecho, propuso una movilización hasta Caracas, así tengan que secuestrar los buses en solidaridad con la revolución que, afirmó, está en la calle.

“Vamos a ver si con el parlamento popular los candidatos de la derecha les niegan las leyes al pueblo”, retó.

Cosas de poder

Al final del discurso, el diputado electo por el voto lista, Héctor Rodríguez, se permitió dar sus conclusiones y los primero que defendió es que la oposición sí sacó los votos.

“Capriles en su última elección sacó los 7 millones de votos y la oposición ahorita sacó 7 millones 700 mil votos, aquí en el estado Bolívar fue lo mismo. Yo lo primero que concluyo es que el pueblo chavista no votó por la oposición, el pueblo chavista no traicionó a Chávez”.

“Lo que sí es cierto”, subrayó, “es que nosotros no fuimos capaces de sacar todos los votos chavistas: el pueblo chavista, revolucionario, nos está mandando un mensaje y así tenemos que entenderlo”.

Ese mensaje, resaltó, es fundamental “para podernos autocriticar, para poder dejar la prepotencia que tenemos del poder y escuchar al pueblo, a los trabajadores, a las mujeres, a la juventud, a los consejos comunales, y trabajar por Venezuela”.