Resultados del 6D rompen relaciones entre chavistas
Resultados del 6D rompen relaciones entre chavistas

Chavismo15

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), deprimido desde la estrepitosa derrota electoral que sufrió el pasado 6 de diciembre, se ha enfrascado en una batalla interna para dirimir el camino que hay que seguir para recuperar la confianza de un electorado que habló con contundencia y que, a simple vista, castigó sobremanera la gestión del presidente de la tolda roja Nicolás Maduro, quien le achacó la derrota a la “guerra económica” y a supuestos “fraudes” electorales que se gestaron con los votos nulos.

Acostumbrados a ganar elecciones durante toda la era Hugo Chávez, al Gobierno nacional le ha costado asimilar el duro golpe que le propinó la oposición y que desencadenó, según el politólogo John Magdaleno, en una «fractura» interna entre los que quieren implementar una reforma económica, porque comprenden que la precaria situación venezolana fue una de las claves de la derrota, y quienes contemplan una crisis política de mayor envergadura, planteando la instalación de un parlamento paralelo para entorpecer la labor de los 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Desde el anuncio oficial de los resultados, se multiplican los desencuentros entre la dirigencia del chavismo. Por un lado, está el presidente Maduro con un discurso envalentonado, llamando en cadena nacional a una «rebelión» del pueblo pese a que ese mismo pueblo votó en contra de la revolución. Por otro lado, hay dirigentes como Elías Jaua, quien, en actitud un poco más autocrítica, pidió a sus compañeros de tolda que escucharan el mensaje del pueblo, que a su entender “fue claro”. “Se nos acabó el tiempo de los diagnósticos. Es hora (de) que nosotros impulsemos las rectificaciones que sabemos hay que hacer (sic)», escribió el pasado 14 de diciembre en un mensaje en la red social Twitter.

Rechazo

Alfonso Hernández, politólogo, asegura que el PSUV tiene una posición errática y desfigurada de lo que es la alternancia política, por lo que no asimila el resultado electoral. A su juicio, si no se toman los correctivos necesarios y el Ejecutivo no se adelanta a los cambios que la población quiere en materia económica, de seguridad, de corrupción y en el tema de los presos políticos; el peso que recaerá sobre la dirigencia es mucho mayor y se podrían generar las condiciones para un revocatorio.

Pese a que el discurso presidencial se ha centrado en la confrontación y la radicalización, en el seno del partido rojo aceptan que algo falló. Jesús Faría, diputado de la saliente AN, sostuvo en una entrevista con Globovision que después de que el Presidente pidió a los ministros que pusieran sus cargos a la orden, tenían que buscar las personas «adecuadas» para cada cartera, pero «también revisar las líneas de trabajo» para diseñar un plan integral. “Fue una dolorosa derrota para la revolución. Por eso tenemos que rectificar muchas cosas».

Jorge Giordani, exministro de Chávez, es mucho más contundente en su análisis. “Hay que fundirlo todo, componer todo, refundir la República, el partido, el Gobierno, las Fuerzas Armadas del pueblo, estamos en momentos de refundición de la República. El electorado se abstuvo de votar por rebeldía, fue una rebelión con lo que estaba ocurriendo, dijeron ‘¡basta no nos la calamos más!’, muchos se abstuvieron y la oposición prácticamente no aumentó el número de votos, la debacle fue de este lado», escribió en un artículo publicado en el portal Aporrea.

Ante una derrota tan contundente, los responsables deben asumir la situación, explica Giordani, en alusión a los cabecillas de la revolución bolivariana, quienes han negado cualquier culpa. «Tiene que surgir una rebelión desde la base, en unión con las Fuerzas Armadas Bolivarianas, que se conforme un gobierno popular y democrático. Lo más seguro, es que los más irresponsables, los que han acumulado riquezas, se vayan del país”.

Sigue leyendo esta nota de Leopoldo Márquez en La Verdad.