The Wall Street Journal: La sátira política ya no da risa en Venezuela - Runrun
The Wall Street Journal: La sátira política ya no da risa en Venezuela

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Por John Otis / The Wall Street Journal

Los humoristas venezolanos dicen que tienen material de sobra: el presidente asegura haber hablado con un pájaro, un candidato político dijo que el Tylenol (acetaminofén) crece en los árboles y, en medio de la escasez de productos básicos de aseo, la Guardia Nacional ocupó una fábrica de papel higiénico.

Pero el uso de estos absurdos en las improvisaciones de los cómicos se está volviendo cada vez más difícil en medio de una campaña del gobierno contra los satiristas políticos.

Algunos humoristas han sido incluidos en listas negras de teatros y hoteles propiedad del estado, y en varias localidades las autoridades no les permiten presentarse. Los programas de comedia que se burlan del gobierno han desaparecido de la televisión venezolana. Unos pocos humoristas han tirado la toalla y se han ido del país.

“Las cosas se ponen peor cada día”, dijo Emilio Lovera, cuyo programa de sátira

Misión Emilio fue cancelado de repente el año pasado. “Ya no puedo trabajar en televisión”.

Los comediantes no están llamando a un levantamiento contra el gobierno. Pero sus pullas sobre el aumento de la delincuencia, la inflación desenfrenada y la corrupción presentan invariablemente al presidente Nicolás Maduro como un inepto y corrupto justo cuando su gobierno socialista muestra una menor tolerancia con la disidencia. Su administración ha encarcelado a opositores políticos, ha sofocado violentamente manifestaciones callejeras y ha presionado a medios independientes con juicios y multas.

Ahora está monitoreando de cerca a los humoristas políticos. Laureano Márquez, por ejemplo, se enfoca en las rarezas de la vida diaria en un país rico en petróleo pero donde con frecuencia la gente no encuentra leche o pañales. Durante una reciente presentación ante un auditorio lleno en Maracay, dijo que la escasez se ha vuelto tan aguda que ahora cuando va por la calle en lugar de mirar a las mujeres bellas se fija en sus bolsas de compras.

Pero a los funcionarios esas bromas no les causan gracia. Cuando en febrero Márquez y Lovera programaron presentaciones conjuntas en las ciudades de Barquisimeto, Valencia y San Antonio de Los Altos, los tres auditorios fueron clausurados temporalmente tras ser acusados de evasión tributaria. Las presentaciones fueron canceladas, dijeron los comediantes.

En su programa de sátiras de noticias, Luis Chataing se burlaba de las incesantes denuncias del gobierno de supuestos planes de golpe de estado de la oposición. En un segmento del año pasado, interpretó a un burócrata que fabricaba torpemente con papel, tijeras y pegamento la evidencia de una conspiración. El canal privado Televen canceló el programa al día siguiente, decisión que Chataing atribuyó a la presión del gobierno.

La oficina de Maduro, el Ministerio de Comunicaciones y Televen no respondieron a varias llamadas y correos pidiendo comentarios. Pero en referencia a la cancelación del programa de Chataing, Maduro dijo en un discurso que él no tenía la culpa.

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