A pesar de lo nocivo que es para la salud de sus explotadores, el medio ambiente y el daño que causa a la capa de ozono de la tierra, el carbón para uso energético está viviendo un nuevo auge debido principalmente a las necesidades energéticas de China, Estados Unidos y Europa y al desarrollo de nuevos derivados.

China simplemente no puede mantener su ritmo de crecimiento industrial del 8 por ciento anual privándose de una buena parte de su alta producción de 3.471 millones de toneladas (mt) anuales que le sirve para producir energía y lo mismo, aun en escala menor pasa con los Estados Unidos y Europa.

Las autoridades mundiales de protección ambiental no han abandonado ni piensan abandonar su lucha para reducir las indeseadas emisiones de gas causadas por la quema del carbón, pero su meta ha tenido que ser reprogramada y extendido a lo largo de un mínimo de 30 años para no afectar las economías de estas tres principales regiones industriales del mundo.

Solamente Estados Unidos y China emiten 65 por ciento del dióxido y monóxido de carbono que invade el planeta y se han tenido que acoplado al programa de reducción gradual de las emisiones dictadas revisadas por las autoridades pero han subido y mantienen al máximo el nivel permitido volviendo a crear interés en parte en  la industria del carbón e impulsar parte de su resurgimiento.

Su futuro se muestra aun más prometedor gracias a los avances que se están haciendo tanto en  los Estados Unidos  como  en Europa para transformar el carbón en » carbón limpio» a través de varias formulas de gasificación de los fósiles sin tener que quemar materia prima y causar polución, aunque no se prevé que estos avances puedan aportar una contribución importante en menos de diez años.

Mucho más revolucionario y exclusivamente para el bien de todos es el empleo del carbón para ser mezclado con varios tipos de plásticos o de metales para la fabricación de innovadores materiales cuyo  precursor fue el grafito de los años 80 que se empezó a usar para la fabricación de raquetas de tenis y esquíes.

En los últimos años han salido a la luz nuevos y más avanzado super materiales  como el grafeno que se está ya usando para la fabricación de estructuras extra resistentes y al mismo tiempo livianas que incluyen  bicicletas para competición, estructuras para automóviles y fuselajes de aviones tales como el Boeing 787 Dreamliner cuyas propiedades le permiten reducir sustancialmente el gasto de combustible y ofrece cabinas mas silenciosas.

El Boeing 787 Dreamliner cuyo fuselaje es de grafeno

La molécula del grafeno se parece a una malla de gallinero

Hoy en día no pasan 24 horas que estos súper materiales y nuevas variantes sustituyan materiales tradicionales como por ejemplo reemplazar la madera (imaginasen que alivio es poder abandonar la deforestación) y costosas estructuras y elementos metálicos. Su uso en la fabricación de vehículos y de estructuras son en continuo aumento donde hasta los postes de grafeno reemplazan a los postes de luz y torres que sostienen cables de alta tensión. Mezclado con fibras sirven para la industria textil, fabricación de mecates y cuerdas, paracaídas y botes de salvamiento entre muchas.

Recientemente un taburete de  grafeno mezclado con resina fue creado para un circo para resistir  cómodamente el peso de un elefante parado,  los dueños del circo felices, no son solamente satisfechos por su resistencia sino también por su bella terminación que no necesita ser repintada sino solamente lavada.

La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) piensa usar siempre más  productos similares al grafeno en su viajes  señalando que entre otras propiedades su resistencia permite su utilización sea a altísimas sea a bajísimas temperaturas.

Lo que rinde el grafeno tan resistente es su estructura molecular que tiene una conformación parecida a una malla de gallinero densamente entrelazada cuyas otras propiedades incluye:

– Es dos cientos veces más fuerte de una pieza de acero del mismo peso.

– En la mayoría de sus aplicaciones es altamente flexible.

– Puede usarse en hojas tan delgadas que 30 millones de ellas no representan sino un centímetro de espesor.

– Es un conductor de electricidad más eficiente que el cobre y puede reemplazar las tarjetas de silicona.

– Es un material que alarga sustancialmente la vida de las pilas de litio (lithium).

¡Cuéntele todo esto a unos obreros que salen de su mina recubiertos de polvo de carbón a ver lo que cara ponen!
Para ellos, quizás más que nosotros, cuesta imaginarse como una materia prima tan sucia y contaminante y de tan humilde proveniencia se está convirtiendo en el elemento base para la fabricaciones de muchos de los más importantes materiales del futuro.

Por Tony Bianchi