Tal y como he sostenido anteriormente, Venezuela cerrará 2010 con la mayor inflación del planeta. Ni siquiera Zimbabue nos superará. ¿Qué hacer, entonces, con las utilidades y aguinaldos, bajo tales condiciones?

Yo sugeriría destinar una parte importante de las utilidades y aguinaldos al ahorro y la inversión (no consumirlas por completo, aunque a veces el dinero no alcanza para ello). Luego, de coincidir con una emisión en dólares de deuda de la República o Pdvsa, sugiero invertir en ésta, pues es la única forma legal de acceder a las tan deseadas divisas. Invertir en bienes durables, tales como vehículos, TVs, electrodomésticos, lavadoras, secadoras, neveras, muebles, reparaciones y remodelaciones de vivienda, es otra opción.

Pero, para aquellos que hayan utilizado hasta el límite máximo su tarjeta de crédito, valdría la pena destinar una parte a reducir dicha deuda, tanto más cuandoquiera que la cuota mínima mensual represente un peso importante de su ingreso­­/gasto. Finalmente, dadas las condiciones cambiantes y de riesgo del mercado de viviendas en proyecto, lamentablemente, no puedo sugerirles invertir las utilidades y aguinaldos en éstas, sino únicamente en viviendas ya terminadas, cuyo fin último del inversor sea habitarlas.

Y no olvide invertir parte de los aguinaldos y utilidades en su salud y seguridad; es decir, en pólizas de HCM y seguro de vehículos: ésta última opción es fundamental en una economía donde prevalece la inseguridad, y la incertidumbre político-jurídica.

Ángel García Banchs
PhD en Economía Política de la
Universidad de Siena, Italia y
Profesor del CENDES y FACES/UCV
http://www.pensarenvenezuela.org.ve
opinion@angelgarciabanchs.com
Twitter: @garciabanchs