Esta vez no hubo rueda de prensa para entregar los datos de la inflación. Después de todo esta gente practica una guerra asimétrica pero de información. Si las cifras son buenas: autobombo, sino: silencio.
En el mes de mayo la inflación fue 1,6%, rompiendo con la tendencia decreciente que se venía observando y de la cual venían haciendo fiesta los iluminados que dirigen la política económica del actual gobierno. La cifra sin embargo no era tan mala al compararla con el mes de mayo de 2011; después de todo, la inflación anualizada ha venido disminuyendo desde finales del año pasado. La inflación anualizada se ubicó en 22,6% y es la más baja desde que emplea el Índice Nacional de Precios al Consumidor como referencia de precios. Sin embargo, es bueno aclarar que incluso utilizando únicamente las cifras de este índice ya hemos visto en dos ocasiones la inflación anualizada disminuir solo para volver a aumentar. La primera ocurrió a lo largo de casi todo el año 2009, tocando mínimo en enero de 2010 en 24,3%. A la vuelta de solo 4 meses la inflación estaba en 31,2% en mayo de ese mismo año. La segunda ocasión ocurrió entre febrero y mayo de 2011 cuando la inflación anualizada pasó de 28,7% a 22,8%; luego de aquella contracción volvió a repuntar hasta alcanzar 27,6% en noviembre del año pasado. También en cada uno de los momentos descritos hubo fiesta y los gestores de la economía nacional nos aseguraban que la inflación estaba siendo abatida.
En una economía plagada de controles, entre ellos los de precios, es posible que veamos disminuciones periódicas de la inflación. Estas disminuciones no indican bajo ningún aspecto que la inflación esté o vaya a ser controlada. Hay que decirlo tajantemente: mientras esté Giordani al frente de la política económica, Merentes de escudero y Ramírez con la rienda suelta, la inflación en Venezuela no podrá ser controlada. Podremos asistir a ruedas de prensa al estilo de las del mes de abril pero nunca veremos inflación de un dígito bajo con estos señores dirigiendo la política económica.
Festejar la disminución temporal de la inflación es además de patético, cínico. Tanto el ingeniero Giordani como el matemático Merentes saben que cuando el precio del “bien” más escaso en el país sea ajustado, como con total seguridad ocurrirá en el año 2013, estén ellos o no estén, volveremos a asistir a una cabalgata inflacionaria. Es por lo tanto irresponsable vender la idea de que la inflación está siendo controlada cuando sabemos que a la vuelta de la esquina se volverá a acelerar.
En Venezuela no tendremos baja inflación hasta que no tengamos una política fiscal coherente y una política monetaria seria. Para tener ambas es necesario que las personas que actualmente están encargadas de cada una de ellas pasen a feliz retiro. La inflación en Venezuela está lejos de ser controlada, lo que puede estar es represada. Más temprano que tarde, tendremos la oportunidad de darnos cuenta de ello.
