No sólo el gobierno del Presidente Hugo Chávez, ningún gobierno en general resolverá el grave problema del déficit de vivienda, sin transformar antes a la economía venezolana. No hay forma mágica alguna de lograrlo, la única es el desarrollo transformador; es decir, utilizar la renta externa petrolera, no para abaratar importaciones y los activos en divisas (no para que la renta se consuma y se ahorre), sino para transformar al país y desarrollar las capacidades productivas de la economía nacional (es decir, destinarla a la inversión): fundamental es lograr el pleno empleo productivo, el aumento sostenido del salario real, el abatimiento de la inflación, y la mejora de la distribución del ingreso y la riqueza.

En un país en dónde sólo 45 de cada 100 personas que pueden trabajar lo hacen en el sector formal resulta imposible lograr que todos los ciudadanos tengan viviendas dignas. Y, en un país en donde los políticos fomentan claramente el desempleo y subempleo como la base político-clientelar de su petropopulismo rentista-electoral, más difícil aún. Y, ¿qué decir de un país en el cual, en los últimos 12 años, el salario real ha caído 25.5%? Peor aún, ¿a quién se le ocurre que ello sea posible en un país sin un mercado de valores en moneda nacional, o sin crédito a largo plazo o, simplemente, en el país que exhibe la mayor inflación del planeta? Ya sé, sólo a alguien que no entienda, o no diga la verdad.

Ángel García Banchs

PhD en Economía Política de la

Universidad de Siena, Italia y

Profesor del CENDES y FACES/UCV

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