El economista Alexander Guerrero analiza en detalle la situación del Banco Central de Venezuela y el tema del precioso mineral que ahora entrega a las transnacionales a precio de gallina flaca. No hablemos de las comisiones a los rojitos en medio de una crisis económica que aún parece permitir el “raspado de la olla¨.

Las estadísticas del FMI muestran que el BCV reportó el oro solo hasta Septiembre del 2014. Desde ese mes el BCV dejo de reportar la posición en oro monetario, obligación ésta que tiene con el FMI dado que Venezuela es firmante de las normas y obligaciones a las que todos los países y bancos centrales  asociados al FMI están reglamentariamente obligados.

Esto muestra el carácter «forajido» que han referido muchas veces los más variados economistas y analistas financieros a través de los años.

El de Venezuela es un gobierno que pareciera no regirse por las mínimas reglas y acuerdos contraídos con los organismos mutilaterales.

Ello llama la atención de las sospechas de los venezolanos sobre el paradero del oro monetario. Es probable que el supuesto oro monetario transferido a Suiza hace semanas para un swap o venta  sea un ardid publicitario dirigido a hacer pensar que el oro monetario existe realmente en las bóvedas del BCV.

Sería un nuevo contratiempo para el régimen venezolano pues daría pie a sospechar que el enorme problema de iliquidez internacional (escasez de divisas y dólares) por parte del BCV, PDVSA y el Tesoro de la República tenga explicación en el supuesto que el oro no exista o esté garantizando préstamos y compras de armas en Rusia, China, y Cuba.

Mientras el gobierno no explique y sea transparente con el oro y las finanzas públicas, el público pensaría que el gobierno “podría tener razón” de no ir al  FMI a solicitar asistencia financiera porque no soportaría una auditoría del FMI, requerida para todo mecanismo de asistencia financiera en los países signatarios del ente global.

Todo el mundo se pregunta en los mercados porque Venezuela no solicita lo que le es normal en condiciones de iliquidez internacional y de emergencia, financiera, alimentaria y económica y hoy -en un caso aún más grave- como es la crítica emergencia de la salud de los venezolanos.

Aquí el trabajo de Alexander Guerrero:

¿Será que el BCV ya no tiene el oro que dice tener y por eso no puede acudir al FMI?