Recesión económica de Venezuela debilita su liderazgo en Unasur
Recesión económica de Venezuela debilita su liderazgo en Unasur

Unasur

Venezuela presenta los peores indicadores económicos entre los países que integran la Unión de Naciones Suramericanas. Tiene la inflación más alta, la caída del crecimiento más severa, una de las deudas externas más grandes y ha mermado la capacidad productiva de la industria manufacturera, según cifras oficiales del Latin Focus Consensus.

Su liderazgo, basado en la capacidad de lograr acuerdos financieros y de intercambio comercial con sus socios aliados, ya no existe. “Hoy Venezuela ni siquiera tiene la capacidad para ejercer el liderazgo en la Unasur con el fin de impulsar los procesos de integración. Esto es consecuencia de haber administrado mal la abundancia de la riqueza petrolera. No tenemos ni cómo pagarle a nuestros socios del bloque y por eso la escasez”, señala el economista Víctor Álvarez.

Cuando se analiza el producto interno bruto –cantidad de bienes y servicios que produce una nación en un año– Venezuela presenta la peor caída, 6,6%, de todas las economías de la Unasur, seguida de Brasil con una recesión de 2,4%.

Bolivia es la economía con mayor crecimiento en el bloque y se espera que cierre el año con un PIB de 4,5%. Paraguay muestra indicadores positivos con 3,9%, Colombia crecerá 3%, Perú 2,9% y Uruguay 2,6%. La previsión para Ecuador es que el PIB se incrementará 1% y Argentina lo hará tímidamente, pero igual será un comportamiento positivo de 0,6%.

La iniciativa de crear la Unasur fue mucho más política que económica, asegura el economista Alfredo Puerta. “Venezuela tenía un ingreso muy grande producto del aumento del precio del petróleo y eso le abría las puertas”.

Sin embargo, al no hacer las inversiones necesarias en su industria petrolera su capacidad productiva ha mermado y con ella el poder de liderar la Unasur a través de la integración comercial, financiera y económica, agrega. “Ahora está en una posición en la que requiere la ayuda de esta organización para poder acercarse a los mercados internacionales y conseguir el financiamiento que necesita para recuperar su economía”. También lidera la lista de los países con mayor inflación; la previsión de Latin Focus Consensus es que terminará el año en 122,9%. Esta es la proyección más conservadora entre las firmas que hacen este tipo de cálculos. No hay ningún otro país en la Unasur que presente cifras de tres dígitos sobre el alza de precios.

La segunda más alta es la de Argentina con 25,9% para el cierre del año, seguida de lejos por Uruguay con 8,1%. Brasil presentará incrementos de precios de 5,5% y Bolivia de 5%. Paraguay registrará una inflación de 4,5%, Ecuador de 3,7%. Colombia de 3,4% y Perú, con el menor índice inflacionario de todo el bloque, de 3,1%.

Álvarez asegura que Venezuela no supo manejar el auge que produjo la renta petrolera. “Estamos pagando las consecuencias de las distorsiones que creó el propio gobierno. La más grave fue la generada por la prolongada sobrevaluación de la tasa de cambio, que estimuló toda clase de importaciones y que, prácticamente, barrieron con la producción nacional. Hay un colapso en los precios y un aparato productivo desmantelado que ni siquiera puede suplir la demanda nacional”.

Agrega que Venezuela durante años aseveró que utilizaría la herramienta petrolera para impulsar los procesos de integración en América Latina a cambio de productos terminados. Sin embargo, actualmente no lo puede hacer porque esa capacidad se ha visto limitada y ha hecho que se acentúen los problemas de escasez. “Hay deudas acumuladas con nuestros propios socios y ellos nos han cortado el suministro de productos. Los últimos arreglos han sido rematar la deuda en 50%”.

“Mi preocupación mayor es en la inversión. La poca que hay es destinada hacia mantenimiento y no a crecimiento. Allí el mayor problema. Para que el país pueda competir en los mercados internacionales y además lograr suplir las necesidades internas para acabar con la escasez debe concentrase en invertir en el aparato manufacturo y lograr así hacerlo mucho más grande”, advierte Puerta.

Sigue leyendo este trabajo de Blanca Vera Azaf en El Nacional.