La caída de la entrega de divisas por parte del Banco Central de Venezuela al sector público y privado es lo que explica tanto la escasez como la contracción de la economía.
De un monto de US$ 60 millones liquidados diariamente entre enero y septiembre de 2014, se pasó a US$ 20 millones diarios entre enero y septiembre de 2015, lo que significa una caída de -67% en las divisas vendidas.
Buena parte del flujo de ingresos se ha canalizado al pago de la deuda externa y parcialmente a cancelar la deuda comercial. Ello condena la economía a mayor estancamiento y al desabastecimiento.
Para los próximos meses no se espera mejoría debido a los menores precios del petróleo y a la limitación en el acceso al financiamiento externo.