China: ¿Y si, por lo menos, esperamos que pase? por Leopoldo E. Colmenares G. - Runrun

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Es verdaderamente impresionante la cantidad de escritos que día a día nos presentan la tesis que será la «poderosa China»  el país que  en los próximos años «dominará el mundo». La mayoría de ellos, simplemente,  nos la presentan como una suerte de profecía auto-cumplida. Muchos otros, un poco más recatados,  nos dicen que el mundo es multipolar y que esa nación asiática se muestra como el polo de poder que equilibra o equilibrará al «imperio americano». Pocos días atrás, por ejemplo, uno de nuestros más importantes diarios de circulación nacional, como lo es «El Nacional», publicaba un artículo en donde su autora titulaba que China reconfiguraba el orden internacional.

Existe tal matriz de opinión sobre tal tema, que si usted le pregunta a niños entre 10  y 14 años años al respecto,  estos le contestarán que sí,  que los chinos dominarán al mundo. Aunque Ud. lo ponga en duda, yo suelo hacer esta clase de consultas en la calle.  Mi hijo, que está en esa edad, por ejemplo,  es un firme convencido de tal cuestión. Como estudioso de estos temas, yo entiendo la brutal antipatía que  pesa sobre los Estados Unidos de América en todo el mundo, aun por parte de sus propios aliados y a mi parecer muchas veces sin razón.

Ahora bien, una cosa son los deseos y otras las realidades. Muchos de los más entusiastas partidarios del desbancamiento de los Estados Unidos  como el hegemón mundial por parte de China, basan su teoría en el crecimiento económico del gigante asiático, olvidando que si bien este es uno de los principales elementos que forman el poder, el mismo no es el único y tampoco es el más importante. Sino, por ejemplo, pregúntese por qué siendo Brasil la quinta economía del mundo, ni siquiera es capaz de jugar un rol preponderante en suramérica.

Waltz señala que para ser un superpoder hay que convertirse en  lider tanto en lo económico, lo militar y lo político. Las variables tamaño de la población y territorial también son importantes, y una especial prepoderancia tienen la maestría sobre la ciencia y la tecnología. China, no es líder en ninguno de los aspectos mencionados, salvo en la cuestión demográfica. Por si fuera poco, y esto es una regularidad histórica, los grandes imperios han sostenido buena parte de su influencia, gracias a elementos del poder blando. Querer ser ciudadano o parte de un  gran  imperio y basar la  hegemonía en la supremacía cultural, son elementos comunes en la historia de la humanidad.

A China le falta mucho camino por recorrer para tan solo igualar a los Estados Unidos en lo económico, mucho más en lo militar y está a años luz en lo político. En cuanto a ciencia y tecnología, también hay una distancia muy grande entre los americanos y los asiáticos. Por ejemplo, entre las 40 mejores universidades del mundo no hay una sola de ese país.  China no tiene que ofrecer en lo cultural, vista tal afirmación como el deseo de involucrarse con ese país, el mismo menú que ofrecen los americanos. ¿A sus cercanos le gustaría vivir y estudiar en China o en los Estados Unidos? ¿Conoce usted de algun «Americatown» en China o de muchos «Chinatown» en distintas partes del mundo?

Dicho esto, yo solo pido que por lo menos se espere a que China logre  ser una superpotencia, antes de darle tal calificación.

@LCOLG