El gobierno Venezolano ha dejado bien claro esta semana cual es el grave problema al cual se está enfrentando en este fin de año. Las decenas de expropiaciones de los complejos urbanísticos y el acuerdo firmado recientemente con Bielorusia, en el cual se le asigna a dicho país la construcción de casi 7.000 viviendas en nuestro territorio, demuestra que el gobierno goza de una incapacidad tanto para solucionar el déficit de viviendas a nivel nacional como para reactivar una economía que se encuentra nuevamente inmersa en un trimestre en recesión.
Nuestra relación con Bielorusia se consolida, decidiendo importar de ahora en adelante entre otras cosas hasta 16.000 toneladas métricas de leche en polvo, mientras nosotros enviaremos esta semana a la refinería Mozyr de dicho país aproximadamente 620.000 barriles de petróleo, los cuales se sumarán a los casi 7,4 millones de barriles que han arribado al puerto de Odessa desde que se decidió enviar petróleo a Bielorusia a partir del 25 de abril del presente año.
Al analizar esta situación, las declaraciones del canciller venezolano, Nicolás Maduro, en el cual manifiesta que los acuerdos contribuirán al desarrollo de la autonomía económica de Venezuela y a la consolidación de una política internacional de principios socialistas, no pueden ser consideradas de otra manera que no sea absurdas e irracionales.
Venezuela se está endeudando desmedidamente para tratar a como de lugar de que el país no toque fondo. En ese intento nuestra deuda externa ha subido casi un 10% y se ubica actualmente en los 70.000 millones de dólares según el Banco Central de Venezuela. Este panorama y la política de gobierno tanto a nivel nacional como a nivel internacional le demuestran a sus ciudadanos que la situación por la cual atraviesa el país es insostenible en el tiempo.
A este ritmo las consecuencias naturales para el 2013 son o la radicalización de un gobierno de extrema izquierda, tal como lo dijo el Presidente de la Republica hace unos días, o el dantesco reto para un gobierno opositor de levantar a un país que se encuentra en quiebra.
Tomas Horacio Hernández
Twitter: @TomasHHR
