Ya es de toda conocida la delicada situación que se vive en la península de Corea, derivado de la amenaza proferida por el régimen comunista de Corea del Norte de atacar con armas nucleares tanto a los Estados Unidos de América como a sus vecinos de Corea del Sur.
Si bien bastante se ha escrito al respecto, pensamos que es conveniente analizar brevemente dos aspectos del tema nuclear que no han sido puestos en el tapete.
En primer lugar, queremos referirnos al uso del armamento nuclear como herramienta de disuasión. Después de finalizada la segunda guerra mundial, este tipo de armamento se ha utilizado como la principal táctica de disuasión entre las grandes potencias, consecuencia de la certeza de una destrucción mutua asegurada. Así, desde una óptica racional, ninguna potencia nuclear se atrevería a atacar a otra con las mismas características, por ejemplo Estados Unidos-Rusia, ya que la destrucción de ambas sería un hecho, por lo que no tendría ningún sentido para los intereses nacionales. Por el contrario, cuando una nación con una limitada capacidad nuclear, como lo es el caso de Corea del Norte, amenaza con su uso, la única cuestión segura en caso de materializar tal acción, sería la de su propia destrucción. Al menos esto es lo que señala la teoría que sobre tales cuestiones existe.
El otro aspecto sobre el que queremos llamar la atención, es lo que podríamos llamar la “lección aprendida” que de la amenaza coreana se desprende, la cual sería aplicable al caso de los deseos iraníes de hacerse con poder nuclear. El caso coreano nos ha demostrado el grave peligro que para una parte de la población mundial, representa el hecho que regímenes totalitarios, fundamentalistas o de corte similar, obtengan armamento nuclear. Los principales actores de la comunidad internacional, incluyendo aquellos que no son precisamente pro-occidentales, como Rusia y China, deben ver en el espejo coreano, lo que representaría para la estabilidad económica mundial y para la estabilidad política del oriente medio a un Irán nuclear, ya que es bastante fácil de pronosticar que unos fundamentalistas persas con un par de bombas nucleares en su poder, serían aun mucho más retadores que el gobierno nor-coreano, cuestión que crearía una gran desestabilización en los precios del petróleo, la cual impactaría negativamente en la economía mundial.
Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.
Universidad “Simón Bolívar”
Por: Leopoldo E. Colmenares G.