Siria: conflicto en expansión, peligro para Medio Oriente por Omar Hernández - Runrun
Siria: conflicto en expansión, peligro para Medio Oriente por Omar Hernández

Los recientes incidentes en la frontera que separa a Turquía de Siria son la guinda del helado de una larga serie de incidentes, unos más notorios que otros en la prensa internacional, pero que en todo caso son muestra evidente de la cristalización de uno de los temores más visibles de la diplomacia mundial y que además quedó plasmado por el otrora representante especial de las Naciones Unidas, Kofi Annan, cuando presentó la renuncia a su cargo: la expansión del conflicto sirio a sus vecinos.

Tras la «luz verde» del Parlamento turco para que el gobierno de Ankara adopte sin dilaciones cuando sea necesario acciones amparadas en la legítima defensa -prevista en la Carta de las Naciones Unidas- (no así el principio de «defensa colectiva» de la OTAN sobre el cual no ha habido hasta los momentos referencia alguna), el escenario luce sombrío. Bien cierto que se puede tratar de una medida disuasoria, pero tal parece que un conflicto de envergadura no se ve tan distante como antes.

Turquía ha sufrido antes de ataques de morteros en su propio suelo en abierta provocación de un régimen sirio que se sabe aislado y condenado, pero ignora al mismo tiempo los llamados para cesar la represión y sigue sin considerar la posibilidad real de que su cúpula pase más temprano que tarde por la silla de La Haya en un proceso penal internacional. Pero el de esta semana fue el hecho más grave por la cifra de víctimas civiles que quedó luego del mismo.

Además, Turquía mientras sirve de aliviadero a las facciones rebeldes que luchan por defenestrar a Bashar al Assad mientras en paralelo recibe el influjo de decenas de miles de sirios que huyen de la violencia de su país, drama humanitario que comparte con otros países vecinos algunos de los cuales ya albergan refugiados de otra zona de conflicto -Palestina- o que en todo caso no están en capacidad ya de recibir a más nadie, bien por presiones demográficas, incapacidad de atención o desafíos políticos nada desdeñables.

Así las cosas, vemos que la ubicación geoestratégica de Siria es un perfecto caldo de cultivo para que la diplomacia sea más activa que lo que ha sido hasta ahora para evitar un descalabro de consecuencias impredecibles. Varios países podrían verse arrastrados a una guerra -o participar en ella a ‘motus propio’ para saldar viejas deudas-. El Líbano por ejemplo, posee un frágil sistema político y combate aún la descarada injerencia siria en sus asuntos internos. Irán, desmentidos y contradesmentidos mediante, asesora políticamente a Damasco y ha expresado su vivo apoyo, incluso militar, al régimen. Israel cuida celosamente los ocupados Altos del Golán previendo lo peor.

El Consejo de Seguridad de las Naciones justo cuando debería mostrar mayor cohesión en su interior, es víctima de las posturas indefendibles de los mismos que antes han obstaculizado su trabajo, en particular, Rusia. Tras lo grave de esta semana tardó casi dos días el Consejo en emitir un comunicado de prensa -no una resolución vinculante- dejando sentado la postura de dicho órgano ejecutivo en menos de dos párrafos. La razón de la demora: las «objeciones» de Moscú al lenguaje del texto inicialmente propuesto.

Suenan tambores de guerra pero nadie los escucha. Y mientras la preocupación crece por la extensión de la violencia parece que el mundo se ha olvidado del sufrimiento al interior de Siria, donde agencias humanitarias y organizaciones no gubernamentales dan cuenta todos los días acerca del creciente número de víctimas, sin que la comunidad internacional mueva un ápice para resolver la situación y mientras también, la renombrada transición política que parece que todos apoyan, sigue siendo un deseo o letra muerta sin pasos concretos para que tenga lugar.

 

Omar Hernández
Internacionalista